La curiosidad en los niños es el primer paso para su aprendizaje. Algunos padres sin darse cuenta pueden ver esa curiosidad como inoportuna y negativa. Esto puede llevarlos a coartar la curiosidad natural del pequeño.
¿Cómo puedes hacer para mantener viva la curiosidad de tu hijo? A continuación, varias sugerencias valiosísimas.
¿Cómo definir la curiosidad?
La curiosidad es el comportamiento natural de querer saber algo mediante la investigación y el aprendizaje. Tiene el efecto de impulsar a buscar información sobre algo para luego interactuar tanto con el ambiente como con otros. Este instinto estimula el crecimiento personal.
A los niños se los conoce como pequeños investigadores, ya que casi desde que nacen son naturalmente curiosos. Se ponen en contacto palpando, tocando, mirando y observando los objetos y a las personas que lo rodean.
De ese modo, a medida que comienzan a aprender el lenguaje verbal, haciendo preguntas como “¿por qué?” o “¿de dónde?” pueden saber cómo son o la razón por la que están allí.
Más adelante, los intereses irán cambiando de acuerdo a la edad y al contexto donde se desarrollan. Las nuevas interrogantes se harán cada vez más complejas en la medida en que los niños adquieren una mayor conciencia y dominio del idioma.
En este punto es vital que el entorno inmediato, padre, madre, abuelos, hermanos o maestras, se esmere en dar respuestas acordes a sus necesidades, siempre ajustadas a la realidad. Y cuando rebasen sus conocimientos, comprometerse a investigar para poder responder luego, incluso si el niño ha dejado atrás el asunto.
Principales características de la curiosidad
Como padres, es importante cuidar y potenciar la curiosidad de los niños para que su futuro sea eficiente. Además, de esta manera se podrá producir un aprendizaje exitoso. Por estos motivos no debes permitir que tu hijo pierda lo siguiente:
- El interés.
- La motivación.
- El deseo.
- La inquietud.
- La ocupación.
- La pasión.
3 formas en que la curiosidad motiva al cerebro a aprender
La curiosidad por un tema hace mucho más fácil el aprender, retener y asimilar la información al respecto. La expectación que genera la curiosidad motiva al cerebro a asimilar mejor los conocimientos, esto debido a que:
- Activa y moviliza la dopamina; un mensajero químico o neurotransmisor para lograr objetivos, ayudando a recordar información.
- Se beneficia el hipocampo, uno de los centros cerebrales, fundamental en la formación y consolidación de la memoria a largo y corto plazo.
- El tándem o la combinación del sistema de recompensa e hipocampo facilita el aprendizaje y receptividad de la información, hasta de la que no es de interés o importancia.
Importancia de estimular la curiosidad en los niños
Es de gran importancia que estimules la curiosidad de tu hijo, porque esta es el motor que le produce interés, necesario para que quieran aprender y desarrollar su pensamiento. Los niños poco curiosos pueden ser:
- Menos sociables.
- Leen menos libros.
- Difíciles de inspirar, motivar y entusiasmar.
- Muestran poco interés por aprender nuevas cosas.
Beneficios que aporta la curiosidad en los niños
Apenas empiezan a hablar, los niños comienzan a hacer muchas preguntas. El que mantengan sus ojos curiosos bien abiertos al mundo para aprender les reporta muchos beneficios:
- Fortalece sus relaciones con otros.
- Protege su cerebro.
- Los ayuda a crecer.
- Contribuye a que superen la ansiedad.
3 hábitos negativos para la curiosidad
Existen 3 hábitos que pueden afectar de una manera negativa al desarrollo de la curiosidad en los niños.
El miedo es un enemigo
El miedo es el enemigo número uno de la curiosidad. El que como padre sobreprotejas a tu hijo, no solo le generará miedos, sino también sentimientos de incompetencia.
Por eso, evita decirle frases como: “No toques eso porque lo vas a dañar” o “No corras porque te vas a caer”. Permítele interesarse en explorar cosas nuevas para él.
La desaprobación reprime
Los niños siempre quieren jugar y explorar. No es aconsejable que le digas constantemente “No hagas eso”, “No te vayas a manchar”, “No seas grosero” o “Cállate”.
Estas frases lo frenan e inhiben las conductas que lo llevan a ser curioso. Si las usas de vez en cuando, explícale el porqué de lo que le dices.
La ausencia produce inseguridad
Tu hijo se sentirá seguro si estás a su lado, y esa seguridad lo ayudará a desarrollar aún más su curiosidad. Además, al no dejarlo jugar solo durante mucho tiempo, le darás la oportunidad de que comparta contigo lo nuevo que va aprendiendo.
En conclusión, para estimular la curiosidad en los niños, debes esforzarte por dedicarle tiempo, además de escucharlo y reforzarle su conducta de manera positiva. Así lo ayudarás a afrontar los futuros retos de su aprendizaje y a desarrollar una excelente autoestima.
Bibliografía
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