Actividades sociales, ¿cuál debe ser su participación?

Existen algunas actividades sociales en las que los niños pueden participar, pero en otras, que es mejor que no lo hagan. Los padres deben tener buen criterio para saber dónde promover la participación de los hijos.

La participación de los niños en actividades sociales es importante para ayudarlos a desarrollar sus habilidades en grupo, pero se debe tener en cuenta que no todas estas son diseñadas para ellos. En tal sentido, es preciso preocuparse por distinguir cuáles de las actividades que realizamos los adultos son apropiadas para los niños y cuáles no.


Algunos padres acostumbran a llevar a sus hijos a todas las fiestas y eventos a los que son invitados, aun cuando se trate de actividades que involucran agendas exclusivas para especialistas o de interacción social orientada a la diversión solo de adultos. Por lo general este tipo de programas incluyen el consumo de alcohol, conversaciones poco apropiadas para los niños o bailes particulares.

Además de fiestas, podemos hablar también de otros eventos a los cuales debemos decidir si llevar a nuestros hijos o no, por ejemplo funerales, actos políticos, realización de trámites o a visitar enfermos en los hospitales.
Es posible que muchos de estos padres, lleven a sus hijos con ellos porque no tienen con quien dejarlos o porque no les parece que esté mal llevarlos. Sin embargo, es en estas actividades donde los niños pueden aprender costumbres que no quisiéramos ver en ellos o también puede suceder que se estresen y se cansen porque están haciendo algo que no es adecuado para ellos.

Al respecto, siempre es recomendable enseñar con el ejemplo y asumir con determinación todas las responsabilidades de padres. Es muy importante seleccionar con cuidado aquellas reuniones a las cuales pueden asistir los niños, pero por encima de todo, es valioso que desde la infancia comiencen a relacionarse socialmente, por eso no siempre se les debe dejar en casa.

5b0c73f50f619026b16e73abe1a7d783

¿Qué opinan los expertos?

Es preciso dejar claro que los padres tienen la última palabra sobre los límites y libertades que les ponen a sus hijos; no existe un manual de crianza, por eso cada familia propone sus propias normas de acción y convivencia. También existen posiciones de tipo ético, que lleva a las personas a pensar de una manera u otra.

En tal sentido, lo que para algunos está bien y es normal, para otros resulta una equivocación. Cada padre es libre de decidir cómo criar a sus hijos, no obstante, es obligatorio que se respeten sus derechos y la normativa legal en cuanto a las acciones que afectan a los niños.

Dicho esto, los especialistas consideran que son importantes todas las interacciones sociales que conlleven a la integración del niño a la sociedad. Es tan valioso que comparta con otros niños como con adultos; porque esto promueve una mejor relación con sus padres y maestros, además es útil para se sientan en confianza en sí mismos. Para tener una mejor claridad de lo que se debe hacer y lo que no, te ofrecemos las siguientes recomendaciones.

¿Cuándo es prudente la participación de los niños en actividades sociales?

Es prudente cuando va a haber más niños de su edad y hay programadas actividades para ellos. Estos deberían ir a fiestas infantiles y la mayoría de los eventos con este fin. Además de esto, vamos a comentarte otras ocasiones en las que es prudente la participación de los niños:

  • Reuniones familiares o aquellas en las cuales él se pueda sentir en familia, siempre y cuando el horario, el menú y las características del lugar lo permitan. Por ejemplo celebraciones navideñas, fiestas tradicionales o cenas familiares
  • Cualquier actividad donde sepamos que van a estar seguros, exista un espacio adecuado para descansar, alimentarse y utilizar los servicios. Se pueden mencionar visitas a museos, reuniones grupales o eventos deportivos sencillos.
  • Eventos donde esté garantizada la diversión y no exista posibilidades de que se vea afectado emocionalmente o de alguna manera alterado por una situación compleja.
  • Los especialista explican que los niños pueden participar en funerales o ceremonias relacionadas a la memoria de un ser querido, pero se debe regular su asistencia en casos de que sea alguien poco cercano o que el niño no conozca.
  • Recordar que los niños deben tener su lugar, es decir, aunque asistan a actividades que no son adecuadas para ellos, no es necesario que participen en todas.
  • Se recomienda considerar que a veces los niños pueden hacer demasiado ruido, pueden ponerse a llorar, a correr o realizar alguna acción que pueda interrumpir la actividad o molestar a los presentes.
  • Es importante evaluar con anticipación si las condiciones de la actividad, son adecuadas para niños; además es recomendable que investiguemos si alguien más también llevará niños.
Scroll al inicio