La aparición inesperada de problemas en la circulación sanguínea durante el embarazo afecta a muchas mujeres. Es importante saber que si se controlan convenientemente desaparecerán después del parto sin ocasionar efectos negativos graves.
En la mayor parte de los casos, estos problemas en la circulación sanguínea durante el embarazo, se manifiestan por síntomas como várices, hemorroides, piernas que se sienten pesadas, tobillos y manos hinchadas. Con el tratamiento y los hábitos adecuados pueden aliviarse las molestias que causan y evitarse riesgos.
Causas de los problemas en la circulación sanguínea durante el embarazo
El cuerpo de la mujer embarazada experimenta un gran número de cambios físicos de diferente tipo que afectan su bienestar.
Uno de ellos es el aumento del volumen de la circulación de la sangre. Para que el feto reciba suficiente oxígeno, la circulación sanguínea es más intensa. Circula aproximadamente un 40% más de sangre.
Este aumento del volumen sanguíneo es el principal responsable de los problemas en la circulación sanguínea durante el embarazo.
¿Cómo se manifiestan esos problemas circulatorios?
1- Varices
Las varices son pequeñas venas que se hinchan principalmente en las piernas. Se producen porque la sangre se enlentece en las venas que más peso soportan. Durante el embarazo, el aumento del peso del útero sobre las venas de piernas y vulva es la principal causa de várices.
Estéticamente, las varices son un tanto desagradables. Además, suelen provocar pesadez, calambres y dolores musculares en pantorrillas, muslos y vulva.
Tratamiento
- Es aconsejable colocar las piernas extendidas, con los pies en alto.
- Si la mujer suele pasar mucho tiempo sentada, se aconseja levantarse frecuentemente y caminar un poco.
- En la ducha, aplicar chorros de agua fría en las zonas afectadas produce alivio.
- También se sugiere el uso de pantis y medias de compresión.
2- Hemorroides
Son un tipo de várices especialmente molestas que surgen en el ano. Se producen por el debilitamiento en la pared muscular de la región anal. Pueden producir dolor o picazón, e incluso sangrar.
Tratamiento
- Evitar comidas picantes e irritantes e ingerir alimentos ricos en fibra, verduras, frutas y alimentos integrales.
- Los baños de asiento templados alivian las molestias.
- Después de defecar, es importante higienizar la zona varicosa con toallitas húmedas desechables. En ningún caso la mujer debe posponer la evacuación por causa de las hemorroides.
- El ejercicio moderado puede contribuir a que las hemorroides desaparezcan o se reduzcan. Movimientos que activen la circulación sanguínea favorecerán la curación. Por ejemplo, realizar movimientos circulares de pelvis, o movimientos de tijera de las piernas estando acostada de lado, aliviarán la presión en la zona.
- Si el problema no mejora, se debe consultar al médico.
3- Retención de líquido, edemas
Los tobillos, los pies y las manos se hinchan por el líquido acumulado en los tejidos. La mujer experimenta una sensación de pesadez y cansancio. Consumir sal en exceso y beber poca agua son factores que favorecen la aparición de este problema.
Tratamiento
- Descansar acostadas y con las piernas elevadas por lo menos quince centímetros por encima del resto del cuerpo. También es bueno colocar las piernas apoyadas sobre una pared, y permanecer unos veinte minutos en esa posición.
- Reducir o eliminar la sal de la dieta.
- Preferir los alimentos preparados en casa.
- Consumir frutas y verduras frescas.
- Beber abundante agua, zumos naturales, licuados de frutas, sopas, infusiones frías. La buena hidratación contribuye a disminuir la hinchazón.
- Las duchas frías con buena caída de agua sobre las piernas, actuarán como un masaje y tonificará.
- En caso de que la retención de líquidos sea excesiva y se extienda a cara, cuello y manos, es imprescindible consultar al médico.
El estilo de vida de la mujer contribuye al aumento de probabilidades de padecer estos problemas en la circulación sanguínea durante el embarazo. El sobrepeso y la obesidad, la vida sedentaria y la dieta inapropiada son factores de riesgo.
Hay que usar ropa y calzado cómodo, evitar saunas y calor extremo, procurar permanecer en lugares frescos en la temporada de calor. Además, es necesario evitar exponerse directamente al sol.
En síntesis, a pesar de que los problemas en la circulación sanguínea durante el embarazo son frecuentes, existen algunos hábitos que contribuirán a que la mujer embarazada se sienta mejor y a reducir los riesgos.