Elegir la ropa de los niños es un asunto que puede llegar a ser complicado, especialmente si se es madre primeriza o se conoce lo básico al respecto.
Queremos que puedan sentirse libres de jugar sin ataduras, que se tiren al suelo y que se manchen de barro. A su vez, desearíamos que su atuendo se mantuviera impoluto para que siguieran pareciendo ángeles caídos del cielo.
Hasta la llegada a la adolescencia, la función de la ropa y el calzado de los niños no tiene por qué cumplir una función estética. Eso no significa que debamos vestir a nuestros hijos de forma desarreglada o fea. Ellos mismos saben qué ropa y qué zapatos les gustan más o menos.
De lo que hay que ser conscientes es que en ciertas edades, ha de primar la comodidad y la utilidad. De nada sirve que tu hijo sea el niño mejor arreglado del parque si no puede correr ni jugar.
En estos aspectos, los padres muchas veces somos culpables de anteponer nuestra propia vanidad al confort de los más pequeños.
¿Cómo debo elegir la ropa de los niños?
La función ergonómica
La función ergonómica se centra en proporcionar a los niños libertad de movimiento. Lo ideal es utilizar ropa que sea fácilmente ponible, elástica y con sujeciones de goma. Es importante no utilizar cinturones muy ajustados, pues pueden hacerles daño.
Las reglas de oro a la hora de escoger el guardarropa de cualquier persona (ya desde pequeños) son las siguientes:
- Comodidad ante todo. Desecha todas aquellas opciones que no vayan acorde al cuerpo del niño, bien sea que le quede demasiado ajustada o demasiado grande.
- Evita el uso de material textil que no permita la transpiración. Esta regla aplica para el cuero, el tul y otros textiles.
- Procura que exista un equilibrio entre prendas básicas y prendas especiales. De esta manera tendrás mayor facilidad para combinarlas entre ellas, y con el tiempo, cuando el niño aprenda a vestirse por sí mismo, se le hará mucho más fácil.
- El calzado es sumamente importante que se adecúe a la perfección al pie del niño. ¿Por qué? Sencillamente porque así evitarás malformaciones, así como que el niño desarrolle problemas al caminar.
- ¡Elige ropa de acuerdo a la zona geográfica donde vivas! Esto es muy importante. Hay que ser conscientes de que no siempre podemos dejar que nuestros hijos vayan con ropa de verano, si vivimos en un país de 4 estaciones. Lo mismo aplica para países en los que haya solo temporadas de lluvia o sequía, debemos tener opciones para los distintos tipos de clima.
- No abuses de los accesorios. Muchas veces les resultan incómodos, o los rompen –sin querer– al jugar o al realizar alguna actividad. En este sentido, no hay que exigir demasiado.
Los colores “adecuados”
Pese a los convencionalismos sociales, no existen colores adecuados para niños y niñas. Cada padre debe vestir a su hijo con los colores que prefiera, puesto que estos no están sujetos a ningún género. Puede que a tu hijo le gusta el rosa y tu hija prefiera el azul, o que les guste el violeta, el verde o el amarillo.
La clave en lo que respecta a los colores de la ropa está en ser creativos y no ponernos límites. Existen muchas formas de llevar prendas de un color u otro. El resultado dependerá de qué tan bien sepas jugar con ellas a la hora de armar un conjunto.
La ropa es una buena forma de educar a los niños más allá de las normas –ya caducas– impuestas por la sociedad. Tampoco hay que olvidar los beneficios de la terapia de color (color therapy), pues vestirles de colores distintos fomentará su creatividad, levantará su ánimo y les hará más activos.
Prendas y calzados estacionales
Los niños deben ir vestidos y calzados conforme a la estación del momento. No es correcto abrigarles con bonitos abrigos y gorros cuando hace calor, al igual que ponerles vestidos cortos cuando comienza el frío.
Además, el no adecuarles al clima pertinente puede ocasionarles problemas de salud. Desde resfriados comunes hasta enfermedades complejas, e incluso puede desmejorar su ánimo e incidir en su humor. Para invierno utiliza calzado cerrado y para la época estival aprovecha las sandalias y los zapatos abiertos.
Siempre se ha de pensar en la salud del niño, no en la imagen que queremos proyectar de ellos. Por esta razón, al elegir la ropa de los niños, no debemos proyectarnos a nosotros mismos en ellos.
Cómo adecuarse a los más pequeños
Con los bebés hay que seguir una serie de consejos específicos. El elegir la ropa de los niños cuando son tan pequeños requiere cierto razonamiento.
Cuando los bebés no llegan al año, hay que evitar que usen los lazos grandes, ya que pueden engancharse en elementos externos y ocasionar disgustos. Y un consejo importante es que los cierres deben ser de fácil apertura, como velcro o adhesivos (también conocidos como ”cierre mágico”).
El uso de patucos es recomendable hasta los 8 meses. Estos deben ser muy flexibles, al igual que los calcetines, ya que se adaptan perfectamente a sus primeros pasos. Los botones y las cremalleras están completamente prohibidos. Los abrigos deben ser anchos, para que puedan ejercer sus movimientos con total libertad.
¿Puede mi hijo elegir su propia ropa?
La respuesta es sí. Aunque esto depende en gran parte de dos factores: su edad y personalidad. Desde el momento en el que el niño tiene uso de razón, sabe qué colores, tejidos y prendas le gustan o no.
Siempre se recomienda que, al momento de elegir la ropa de los niños, escuchemos qué tienen que decir ellos mismos.
Cuando estemos en desacuerdo, en lugar de reñirles, lo mejor será siempre explicarles por qué hay ciertas prendas o calzado que no pueden usar en ese momento. De esta forma, les ayudaremos a entender nuestras razones y a formarse un mejor criterio.
El poder expresar sus gustos y elegir su ropa le hace un gran favor a su autonomía y al desarrollo de su personalidad. Refuerza su autoestima y su creatividad, y sobre todo, les hace sentirse responsables y respetados por los mayores.
Los niños son una inagotable fuente de ideas. Si desde pequeños aprenden a desarrollarlas, en un futuro no tendrán miedo a la controversia.
Aunque los padres velemos por su propio bien y queramos evitar un hipotético ridículo, puede que escucharles de vez en cuando abra nuestra mente y elimine nuestros prejuicios. Recordemos que a pesar de que existan reglas básicas a la hora de elegir la ropa de los niños, también podemos ser creativos y divertirnos.