¿Has oído hablar de la prolactina? Si estás embarazada seguramente te hayan hablado de los efectos de la prolactina en la secreción de la leche. El exceso o defecto de prolactina produce diferentes efectos sobre nuestro cuerpo. Todo lo que necesitas saber de esta importantísima hormona y cómo nos ayuda, a continuación.
La prolactina es una hormona que se produce en la glándula pituitaria, una glándula que se localiza en el cerebro. Es importante para muchos aspectos, siendo el más conocido el control de la producción de leche materna. Durante el embarazo también se encuentra en alto grado.
Esto no significa que no haya producción de prolactina en situaciones de no embarazo o no lactancia, ya que esta hormona se encuentra en nuestro organismo de forma permanente.
El sistema hormonal rige muchas de las funciones de nuestro organismo, siendo de vital importancia. A la hora de querer quedarte embarazada, es muy recomendable hacerte un análisis de sangre completo para comprobar que todos los niveles son los óptimos.
La prolactina va a convertirse en una aliada durante el embarazo y la posterior lactancia, pero altos niveles de la misma pueden impedirnos el embarazo que buscamos.
Funciones de la prolactina
Muchas son las funciones de esta hormona, y van más allá de las que corresponden al embarazo o la lactancia. Aquí te comentamos algunas de las más importantes:
- Provoca la producción de leche materna. Se activa gracias a la estimulación del pezón al succionar el bebé.
- Inhibe la secreción de otras hormonas, mandando un mensaje al organismo de que estás embarazada o amamantando.
- Ayuda, junto con otras hormonas, al desarrollo mamario durante el embarazo.
- Previene los embarazos sucesivos. No es una medida anticonceptiva efectiva al 100%, pero interviene para impedir la ovulación de la mujer durante el periodo de lactancia y ayuda a normalizar la menstruación.
- En mujeres no embarazadas, modula los ciclos menstruales.
- Interviene en la libido sexual.
Exceso o defecto de prolactina
Tanto el exceso como el defecto de prolactina en situaciones anormales puede indicarnos que algo no va bien en nuestro organismo. Mediante un análisis de sangre podemos averiguar los niveles de prolactina. Aquí vemos los niveles normales:
- Mujeres no embarazadas: 25 ng/ml.
- Mujeres embarazadas: 34 a 386 ng/ml.
- Hombres: 15 ng/ml.
Exceso de prolactina
El exceso de esta hormona se denomina hiperprolactinemia. Se considera un aumento importante cuando se sobrepasa 25ng/ml en mujeres no embarazadas y 15ng/ml en hombres. Hay procesos que necesitan de aumentos considerables de esta hormona. Pero cuando estos aumentos se dan fuera de lo normal, pueden producir anomalías como:
- En hombres, desarrollo mamario y problemas de infertilidad e impotencia.
- En mujeres, puede provocar anomalías en la menstruación. Además, interfiere en la ovulación, por lo que puede impedir o dificultar el proceso de fecundación, evitando un embarazo. Disminuye el deseo sexual y se pueden sufrir cefaleas recurrentes.
Las causas de la hiperprolactinemia son variadas: anorexia, enfermedades del hipotálamo, hipotiroidismo, síndrome de ovario poliquístico, trastornos renales etc.
Hay remedios naturales que pueden ayudarnos a controlar los niveles altos de prolactina. Frutas y verduras en una dieta equilibrada, buscando alimentos ricos en vitaminas A, B6, C y E; el ácido fólico, el hierro o el zinc también deberán estar presentes en la dieta.
Defecto de prolactina
El defecto de prolactina se denomina hipoprolactinemia. En principio no tiene repercusiones en mujeres no embarazadas u hombres. En embarazadas o mujeres en periodo de lactancia puede dificultar la producción de leche materna.
La regulación de la hormona prolactina es necesaria, ya que, como hemos visto, interviene en múltiples procesos de gran importancia. No obstante, las subidas o bajadas de los niveles pueden estar íntimamente relacionadas con otros trastornos que deben ser tratados inmediatamente.
En el mercado farmacéutico existen medicamentos cuya función es controlar o equilibrar los niveles de prolactina. Acude a tu médico para encontrar aquel que mejor se adapte a tus necesidades. Es importante recordar que ante cualquier duda que pueda surgir, tu médico está ahí para ayudarte.