Ser madre y esposa es el sueño de muchas mujeres, pero una vez que lo materializamos nos damos cuenta que no es tan sencillo como lo imaginábamos. Frecuentemente nos podemos preguntar: ¿Cómo hacemos para no descuidar a nuestro querido esposo ante un “muy deseado pero demandante” bebé?
Independientemente de nuestra cultura, estrato social o sistema de creencias, la gran mayoría de las mujeres soñamos con una vida plena, que incluye entre varias metas: tener una familia estructurada.
Y todo comienza desde que somos niñas y jugamos con las muñecas, iniciamos un proceso muy maternal que nos acompaña a lo largo de nuestra vida.
En la adolescencia cuando tenemos nuestras primeras conquistas o quizás el primer enamorado lo idealizamos como el príncipe encantado, que tal vez nos lleve al altar.
Alrededor de los 20 años comienzan nuestros primeros pensamientos muchos más serios, relacionados con el deseo de conformar una familia.
¿Qué sucede una vez que contraemos matrimonio?
Las situaciones pueden variar en cada pareja, es posible que si fue un noviazgo muy largo deseen procrear casi de inmediato. La edad de la mujer también podría ser un razón para adelantar los planes.
Las parejas que tiene una buena comunicación suelen planificarse para esperar 2 o 3 años antes de buscar el primer bebé. Posponer este importante evento puede ocurrir por diversas razones o deseos:
- Disfrutar más tiempo a solas
- Madurar la relación
- Culminar algún tipo de estudio
- Consolidarse económicamente
Las parejas que se preparan integralmente antes de la llegada del nuevo miembro de la familia, tienden a tener mayores niveles de tolerancia ante las situaciones de estrés generadas por la logística de la atención del infante.
¿Qué podemos hacer para mantener el equilibrio en el rol de madre y esposa?
Es una realidad que los hijos demanda gran parte del tiempo y la atención de la madre y en especial los primeros meses de vida. Y como lo dice la “ley del embudo” donde hay alguien que gana hay otro que pierde.
En esta etapa es muy importante que integres a tu esposo, tanto como sea posible, para lo cual puedes poner en práctica los siguientes consejos:
- Cuando el pequeño(a) este dormido, aprovechen para investigar un poco sobre el tema. Al comprender que no son un caso único y que es normal que se sientan abrumados ante la llegada del nuevo miembro de la familia, permitirá bajar los niveles de tensión entre ambos.
- Involucrarlo con algunas atenciones que necesite el bebé es fundamental.
- En el caso que tu esposo esté ausente por razones de trabajo, cuando llegue al final del día cuéntale con mucho amor los detalles de tu jornada.
Organización del tiempo la clave del equilibrio
Se necesita tiempo para compartir en familia (como madre y esposa), para compartir en pareja y tiempo para nosotras. Mantener en equilibrio estos tres espacios, minimizarán los momentos de tensión familiar.
Para dedicarte tiempo personal y compartir tiempo “a solas” con tu esposo, necesitarás el apoyo de un familiar o de un servicio de niñera, para que cuide muy bien a tu pequeñito mientras te encuentres ausente.
Es importante que no sientas culpas cuando te vayas, todo lo contrario “cuando respires otro aire” vendrás con nuevos bríos y enormes ganas de compartir nuevamente con tu retoñito, por lo cual será beneficioso para ambos.
Compartir tiempo con tu esposo
Separa tiempo a solas con tu esposo para:
- Tener intimidad con él.
- Realizar algunas actividades de disfrute juntos, como por ejemplo: ir al cine, teatro o caminar.
- Hacerle algún detalle con el “factor sorpresa” (regalo, entradas a un partido deportivo o un perfume) al iniciar este juego con tu esposo, él se sentirá motivado para hacer lo mismo contigo.
Tú, mujer muy especial, señora y dama perfecta,
Madre abnegada y esposa, de mi corazón la reina;
Que Dios puso en mi camino, bajo el techo celestial,
Para apoyarme en tus brazos y me enseñaras a amar.
-José Miguel Pérez Amézquita-
Compartir en familia
Dependiendo de la edad del pequeño pueden decidir:
- Hacer algún paseo familiar, pueden optar por un parque, el zoológico, playa, etc.
- Realizar algún tipo de actividad en el hogar como: dibujar juntos, armar rompecabezas, hacer galletas o una tarta.
- Invitar a otros familiares o amigos que tengas niños con edades similares para compartir una comida o postre especial.
Disponer tiempo para ti
Es súper importante, úsalo para ir al salón de belleza, salir con tus amigas, ir a un spa, hacer yoga o meditar.
Si a pesar de implementar todas estas recomendaciones se te presenta algún tipo de conflicto en tu rol como madre y esposa, no dudes en buscar la ayuda de un terapista de pareja, su orientación ayudará a solventar cualquier eventualidad que los esté afectando como pareja.