¿Qué son los bebés arcoíris y por qué son especiales?

Si tienes la suerte de ser padre de un bebé arcoíris, este te enseñará cada día el significado de la bondad y la alegría de vivir. ¿Sabes qué es un bebé arcoíris y cómo reconocerlo? ¡Descúbrelo en este artículo!
¿Qué son los bebés arcoíris y por qué son especiales?
Sara González Juárez

Revisado y aprobado por la psicóloga Sara González Juárez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 15 marzo, 2023

La maternidad deseada, ansiada y esperada es todo un evento para una mujer. ¿Por qué? Porque llena su mundo de color, enciende chispas, y porque, en resumen, le permite explorar lo mejor de sí y darlo al mundo. En este sentido, la maternidad se convierte en un elemento potenciador además de una fortaleza.

A pesar de ello, no todas las mujeres experimentan la maternidad de la misma manera. En algunos casos, la diferencia es más evidente y abrupta que en otras. Aun así, el deseo de la mayoría de las mujeres es lograr una gestación sana que pueda llegar a su culmen exitosamente.

Pero hay algo que debemos tener en cuenta: aunque nuestro deseo sea llevar un embarazo normal, no podemos controlarlo todo. Cuando los misteriosos designios del destino intervienen en nuestras vidas, muchas veces pueden sorprendernos con una maternidad distinta a la que imaginábamos.

Bebés arcoíris: la calma tras la tormenta

Los bebés arcoíris son la esperanza de los padres que han sufrido una pérdida.

El término «bebés arcoíris» proviene del inglés rainbow baby y hace referencia a los bebés que nacen después de que la familia haya sufrido la pérdida de un hijo anterior, bien sea por pérdida gestacional o neonatal. Por lo general, nacen cerca del primer aniversario de sufrida la pérdida, cuando ha pasado más tiempo no aplica el concepto, al menos que no haya cesado la tormenta.

En el mundo, se producen anualmente alrededor de cinco millones de muertes perinatales. En España, cerca de 2000 bebés mueren al año pasadas las 24 semanas de embarazo o durante el primer mes de vida.

La American Pregnancy Association sostiene que estos niños tienen la milagrosa capacidad de apoyar a sus padres a superar y sanar la pérdida que han sufrido. Así pues, sus vidas son sinónimo de esperanza, curación y renovación.



La pérdida de un bebé con poco tiempo es una situación frecuente y también muy dolorosa. Los padres deben enfrentarse a un duro trance que suele ir acompañado de la incomprensión de aquellos que no han atravesado una situación similar.

Es necesario aclarar que no se deben confundir los bebés arcoíris con los niños arcoíris. Estos últimos pertenecen a la teoría del new age , y se cree que han nacido después del año 2000. Los bebés arcoíris tampoco se deben confundir con los «bebés cometas» o «bebés estrella», que son aquellos que mueren durante el embarazo. 

¿Qué es un bebé doble arcoíris?

Hay parejas o familias que han atravesado por el dolor de perder a dos bebés. Es una tragedia que ningún padre desearía vivir, pero que les toca afrontar a algunos por razones que a veces nadie logra entender. Aunque en esta situación es intolerable, al final de la lluvia siempre brilla el arcoíris.

Se le llama bebé doble arcoíris al hijo que ha nacido luego de que los padres hayan vivido dos pérdidas. De esta manera, el nuevo miembro viene a la vida de dos personas que han conocido de primera mano el sufrimiento de perder a dos hijos.

Diferencias entre bebés arcoíris, bebés sol y bebes dorados

Hay personas que equiparan a los bebés arcoíris con los bebés sol, y a ambos con los bebés dorados. Aunque todos sean luz y esperanza, y estén fuertemente relacionados con el dolor y la muerte de un hijo, tienen diferencias que los hace únicos a ambos.

Antes de una fuerte tormenta podemos ver brillar el sol en las alturas. Sin embargo, cuando un mal clima se avecina, las nubes empiezan a ocultar su luz y, poco a poco, la vida empieza a volverse un tanto oscura y triste. Los bebés sol son esos pequeños soles que deslumbran antes de una tormenta.

Así pues, una diferencia fundamental entre los bebés sol y los bebés arcoíris es el momento en el que nacen. Los arcoíris vienen al mundo después de la pérdida, mientras que los soles nacen justo antes de que esta se produzca.

Por otro lado, los bebés dorados son aquellos pequeños que nacen después de los bebés sol y los bebés arcoíris. Sigue la metafóra que ya hemos señalado: antes de la tormenta se ve el sol, luego de que esta pasa sale el arcoíris y si lo recorremos hasta el fin, según la tradición florclórica, podemos encontrar oro.

¿Por qué los bebés arcoíris son especiales?

Son especiales porque nacen después de un momento difícil y traen consigo esa alegría y esperanza que los padres habían perdido. Además, abren la puerta para que ellos experimenten de nuevo la dicha de tener un hijo, de amar y cuidar a un ser que ha llegado para disipar sus aflicciones.



Los bebés arcoíris ayudan a sus padres a entender que, después de los momentos de dolor y sufrimiento, pueden llegar momentos de grandes alegrías. No todo tiene que ser malo la mayor parte de tiempo, ya que hay esperanza al final de las tribulaciones.

Aunque un padre y una madre siempre lleven el recuerdo de la pérdida de su hijo, la vida de su hijo arcoíris los hará sonreír en medio de la nostalgia y la tristeza. Y, a pesar de todo, siempre encontrarán un motivo para continuar en medio de la adversidad.

Embarazo con un bebé arcoíris

Niños arcoíris y familia
Los bebés arcoíris son un rayo de luz luego de la tormenta.

El embarazo de un bebé arcoíris es especial, pero no porque sea peligroso, sino porque trae consigo la esperanza de un futuro y una vida distinta. Por eso, queremos ofrecerte algunos puntos a tener en cuenta durante la gestación. Estas sugerencias están basadas en un artículo escrito por Claire Nicogossian, doctora en psicología clínica:

  • Procesa tu duelo: el duelo es una respuesta normal ante una pérdida significativa. No te sientas mal si has quedado en embarazo luego de que un hijo haya muerto. Date el tiempo para vivir tu duelo y sentir tus emociones. Incluso, si crees que ya has superado esta etapa y te empiezas a sentir mal al quedar embarazada, tranquila, esto es normal; dale lugar a tus emociones.
  • Expresa lo que sientes: ya sea que te sientas triste o feliz por tu nuevo hijo, exprésalo con las personas importantes para ti. La llegada de un bebé arcoíris es un regalo inigualable, no te sientas cohibida a manifestar tu alegría porque hayas sufrido la muerte de un hijo previo. Si te sientes contenta, gózalo; si te sientes triste, háblalo.
  • Valida tus emociones: no te niegues a sentir lo que sientes. Acepta tus emociones porque ellas están ahí para mostrarte el valor de lo que estás viviendo. Traer al mundo a un bebé arcoíris puede provocarte muchos sentimientos y es importante que te permitas acogerlos.
  • Espera la preocupación: luego de haber perdido a un hijo, es comprensible que durante la gestación del bebé arcoíris te sientas preocupada por la posibilidad de que este también muera. Así que, intenta no alarmarte por tus preocupaciones, ya que son una respuesta normal teniendo en cuenta lo que ya has vivido.
  • Acepta los desafíos: después del dolor, la llegada de la alegría y la esperanza puede ser un poco dura para algunos padres que se aferran a su pérdida. Si este es tu caso, el desafío que tienes es aprender a valorar el maravilloso regalo de tener un bebé arcoíris.

Las emociones durante el embarazo

Debido a que el bebé arcoíris se gesta después de la pérdida de un hijo, es posible que la madre y el padre experimenten emociones contradictorias o conflictivas. En un momento pueden sentirse emocionados, contentos, esperanzados, y al otro, ansiosos, preocupados, tristes, asustados.

Estas experiencias son normales. Si la pérdida ha sido reciente, es posible que los padres aún estén en duelo. Incluso, si la muerte ha tenido lugar hace ya mucho tiempo, la llegada del bebé arcoíris puede activar el recuerdo de lo que se ha perdido.

Es relevante destacar que cada persona y cada familia realiza su duelo lo mejor que puede y en el periodo de tiempo que, personalmente, necesita. Es común, en ocasiones, ameritar de acompañamiento psicológico para integrar la pérdida a la vida cotidiana.

Sin embargo, tras este duelo, los bebés arcoíris llegan como un regalo divino, trayendo consigo la esperanza y la renovación. En ningún caso nacen para sustituir al hijo anterior, pero sí son niños que suelen llenar de alegría y armonía sus familias.

El control prenatal

El control prenatal de un embarazo de bebé arcoíris es igual al de cualquier otro. Es pertinente que la madre asista a sus citas médicas de control y que esté pendiente tanto de su salud física y mental como de la de su bebé, sin importar que este sea arcoíris.

Este tipo de controles, tal como lo señala un artículo, son importantes, ya que permiten identificar riesgos tanto obstétricos como perinatales. También son necesarios para favorecer el desarrollo saludable del embarazo y del bebé. Permite además controlar algunos aspectos que pudieron incidir en la pérdida anterior.

El apoyo durante la gestación

El apoyo es relevante para cualquier tipo de embarazo. Es clave que la madre cuente con una red de apoyo que le brinde ayuda en los momentos que lo necesite. También es fundamental que reciba el apoyo de un profesional de la salud para llevar a buen término su gestación.

El apoyo entre pares ayuda a las mujeres a tener un mejor bienestar emocional durante esta etapa de sus vidas. Una investigación publicada en BMC Pregnancy and Childbirth indica que las mujeres que reciben apoyo reportan niveles de ansiedad y estrés más bajos, mientras que su autoestima y autoeficacia son más altas.

5 consejos para recibir a tu bebé arcoíris con amor

Como el bebé arcoíris nace después de la pérdida de otro hijo, su llegada no es cualquier evento. Hay muchas emociones en torno a él que requieren procesarse, por ejemplo, la tristeza del duelo o la alegría de tener un nuevo miembro en la familia.

1. Recupera tu equilibrio

Antes de traer al mundo a tu bebé arcoíris deja pasar un tiempo entre tu pérdida y él. Es necesario que te recuperes, que elabores tu duelo y que proceses tus emociones para que estas no vayan a afectar el vínculo que tendrás con tu nuevo hijo.

El fallecimiento de un hijo recién nacido es un suceso inesperado que afecta la dinámica familiar y el entorno social de los padres, así lo sugieren los resultados de un estudio. Además, no solo puede alterar el ambiente familiar, sino también la salud de la madre.

De igual modo, se ha sugerido que las embarazadas con antecedentes de pérdida perinatal que tienen gestaciones posteriores manifiestan niveles más altos de estrés y alteraciones del estado de ánimo.

Te aconsejamos una buena recuperación no solo por el niño, también por ti. Ser madre o padre es una tarea de tiempo completo que requiere de mucha energía, paciencia y amor que quizá aún no tengas si estás en tu etapa de duelo.

2. Trabaja el vínculo emocional

Tras la muerte de un hijo, es normal que no quieras apegarte nuevamente a otro bebé. Pero, aunque no lo creas, tu hijo necesita ese vínculo afectivo para su desarrollo psicosocial. Por eso, es preciso que si tienes miedo a vincularte, solicites ayuda profesional y empieces a trabajar en ello.

Para tu bebé arcoíris es indispensable tu disponibilidad física y emocional. Con ella estarás aportando los cimientos básicos para que sea un niño seguro que pueda encontrar en su madre tranquilidad, seguridad y estabilidad.

3. Promueve la individualidad de tu bebé arcoíris

Prepárate para brindarle a tu bebé arcoíris el espacio para que se desarrolle tal como es y no como quieres que sea al tener en mente al hijo que has perdido. Como veremos más adelante, tu bebé arcoíris no es un sustituto de alguien más, es un ser único que merece la posibilidad de ser como quiera ser.

Fomenta su individualidad y su desarrollo basándote en sus cualidades y talentos. No intentes imponerle tu ideal de hijo o tus expectativas, déjalo crecer de manera natural. Claro está, cuídalo, guíalo, acompáñalo, pero no lo presiones con tus deseos.

4. Ama, pero no sobreprotejas

La experiencia con tu hijo muerto puede llevarte a sobreproteger y controlar demasiado a tu bebé arcoíris por temor a perderlo. Aunque tengas las mejores intenciones, cuidarlo de esta manera no le hará ningún bien.

Un estudio publicado en Child Psychiatry & Human Development halló, entre otras cosas, que las madres y los padres controladores tienen niños con niveles más altos de preocupación y ansiedad social. Los investigadores señalan que este tipo comportamientos paternos puede transmitirle a los hijos que no tienen las habilidades para hacerle frente al mundo.

5. Solicita ayuda profesional

No está de sobra decirte que busques ayuda profesional siempre que sientas que es necesario. Si percibes que no cuentas con los recursos emocionales y psicológicos para afrontar la crianza de tu bebé arcoíris, no dudes en solicitar la orientación de un psicólogo. En la actualidad, existen múltiples herramientas para ayudarte a educar un niño saludable.

Un bebé arcoíris no es un sustituto

Características de los niños arcoíris
Los bebés arcoíris nacen para tener su propio espacio en el mundo y no ser el reemplazo de un hijo que ya no está.

Un bebé arcoíris no nace para ocupar el lugar de alguien más, al contrario, nace para crear su propio lugar y sorprender al mundo con su manera de ser tan particular. Son personas únicas y autónomas con derecho a desarrollarse tal y como son.

Cada padre debe entender que está frente a un hijo increíble que merece ser amado de verdad. Por eso, es necesario que tanto madres como padres puedan elaborar el duelo de su perdida anterior, para que así tengan la disponibilidad afectiva que requiere el nuevo hijo.

Se puede dar el caso de que, ante el sufrimiento de los padres que han perdido un hijo, familiares y amigos inciten a la pareja a tener un nuevo hijo como reemplazo del que se ha ido. Pero esto no es positivo, sobre todo, si los padres están atravesando una depresión.

Apreciar el hermoso regalo de un hijo arcoíris

Hemos visto lo maravillosos que son los bebés arcoíris y las cualidades tan especiales que los convierten en seres únicos. Sin embargo, algunos padres no saben valorar este regalo que la vida les hace, quizá porque continúan mirando al pasado o al futuro que nunca tuvo ni tendrá el hijo que han perdido.

En estos casos, es crucial que los padres se conecten nuevamente con el presente y con ese nuevo hijo que han tenido y que ahora necesita del amor y del cuidado que ellos pueden darle. Ningún niño debe sufrir el desprecio y el olvido de sus padres porque todos son especiales, son increíbles, son un fantástico arcoíris.


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