La solución fisiológica o el suero fisiológico, es básicamente una disolución de sustancias compatibles con el organismo humano que se usa para diversas funciones médicas: diluir el polvo de las inyecciones, para aplicar otras sustancias, como sustituto de la sangre y para curar heridas.
Existe también un uso bastante frecuente que se le da al suero fisiológico que, sin lugar a dudas, puede tomarse como una solución mágica: nos referimos a la desobstrucción nasal de los niños cuando se enferman de gripe.
Si empleas el suero fisiológico para el tratamiento del catarro común de tu hijo, felicidades; pero si no eres muy dada al uso de esta sustancia, quédate con nosotras para que te enteres de lo mucho que puede servirte para aliviar las congestiones nasales de tu pequeño.
Te ampliamos sobre el tema a través de la técnica de preguntas y respuestas.
¿Existe algún peligro por echarle suero fisiológico al niño?
No, el suero fisiológico está compuesto por agua en su mayor parte, y muchas otras sustancias que, como ya dijimos, son inocuas para el organismo humano.
Nadie es alérgico al suero fisiológico ni este reacciona con ningún otro medicamento que se le esté administrando al niño.
¿Cómo usar el suero fisiológico para descongestionar las fosas nasales de mi hijo?
Los pediatras, generalmente, recomiendan aplicar ¼ de gotero por cada fosa nasal 3 veces al día. En caso de que notes que tu hijo tiene mucha gripe y no pueda respirar bien, puedes subir la frecuencia hasta 5 veces por día.
No obstante, te recomendamos, todo esto debes consultarlo con el pediatra de tu niño antes de someterlo al tratamiento.
La técnica para aplicar el suero es sencilla. Basta con tumbar a tu hijo sobre tus piernas, boca arriba, sujetarle la cabecita y echarle el ¼ de gotero por una fosa nasal. Luego, vuelve a tomar la misma cantidad de solución salina y échasela por el otro orificio.
Verás cómo la secreción comienza a fluirle mejor y la nariz se le destapa.
¿En dónde puedo comprar el suero fisiológico?
Si no puedes salir en un determinado momento de casa y necesitas usar suero fisiológico, puedes fabricarlo sin ningún tipo de problema.
Su fórmula es simple:
Pon a hervir un litro de agua. Cuando esté en ebullición añádele 9 gramos de cloruro de sodio (sal común) y deja que hierva durante algunos segundos.
A continuación, retira el recipiente del fuego y deja que se refresque. Viértelo en un frasco previamente esterilizado y déjalo a temperatura ambiente.
Luego, podrás aplicárselo a tu hijo cada vez que lo necesites.
No obstante, es recomendable que siempre uses el suero fisiológico que se expide en las farmacias porque este fue preparado en un laboratorio y viene libre de gérmenes.
¿Por qué usar suero fisiológico y no otro fluidificante del moco nasal?
Porque el agua siempre es un elemento efectivo para eliminar toxinas, lavar, desobstruirse. El suero fisiológico es agua en su mayoría y con él no existe el riesgo de que los flujos nasales se vuelvan más espesos.
Ten en cuenta que el mantener las fosas nasales hidratadas hará que se congestionen menos. Además, el uso frecuente del suero fisiológico cuando hay gripe puede ayudar al organismo a eliminar bacterias, virus y muchas sustancias alergénicas que se alojan en las fosas nasales durante esta fase.
Suero fisiológico: solución mágica contra la gripe
Como ya te habrás dado cuenta el suero fisiológico puede ser una buena solución para tratar la gripe.
Los resfriados comunes son padecimientos que no deben tratarse con antibióticos, antihistamínicos ni ningún otro medicamento, porque se corre el riesgo de que los fluidos resultantes se vuelvan más espesos y tarden más en salir del cuerpo.
La fiebre que aparezca, si no es provocada por otro padecimiento asociado, debe bajarse con los medicamentos que el pediatra te haya recomendado. Aplica la cantidad según el peso de tu hijo y la frecuencia exacta; no obstante, también puedes usar las compresas de agua al tiempo sobre su frente, para agilizar la sudoración.
Mamá, las gripes se tratan con agua, aunque pueda parecer extraño. Abundante líquido para beber, paciencia, suero fisiológico por las fosas nasales y si se quiere, muchas frutas ricas en vitamina C para fortalecer el sistema inmunológico de tu hijo.