El orden en que nacen los hijos y sus hermanos determina en gran medida la personalidad de cada uno. Por lo tanto, el hecho de ser el hijo mayor implica reunir una serie de características personales. Aunque otros factores que influyen en esto son el ADN, el estilo de vida, las relaciones interpersonales y las emociones.
Cada quien desarrolla un temperamento muy particular en relación a sus hermanos y padres. Además, el orden en que nacen las personas también se define por la genética y el género.
Así, el hijo mayor, de acuerdo a su género y otros ciertos factores genéticos, será tratado de una forma particular por sus padres.
¿Cómo se desarrolla la personalidad del primogénito?
Aunque no todos los primogénitos son iguales, existen elementos comunes en la mayoría. Por lo general, en estos casos podríamos pensar que hay más probabilidades de haber tenido un embarazo no deseado. Sin embargo, podemos hablar de que hay un igual número de probabilidades de que lo hayan estado buscando.
Por consiguiente, dependiendo del contexto en el que nacen, es muy probable que el primer hijo sea esperado y querido por todos. Cuando se trata de una pareja conformada con el propósito de hacer familia, el primogénito será quien marque la pauta. En lo adelante, se desencadena una serie de acontecimientos en torno a este nacimiento, que con seguridad no sucederá en los posteriores.
Algunos científicos afirman que los hijos mayores suelen ser más inteligentes en comparación a sus hermanos. Esto puede ser debido a que que los primogénitos pasan mayor tiempo con sus padres, lo cual promueve mayor atención a su desarrollo.
Asimismo, los padres son más exigentes con su hijo mayor, quieren que este sea muy fuerte y exitoso, es decir, se forjan más expectativas. No obstante, con los otros hijos, ya han puesto los pies sobre la tierra.
En gran medida este niño suele ser muy destacado en lo que hace. Alcanza todo lo que se propone con mucho esfuerzo para obtener el éxito por lo cual son reconocidos. Son muy responsables, se puede confiar en ellos, tienden a ser muy cuidadosos y se saben comportar. Prácticamente son un pequeño reflejo de lo que son los padres.
Aunque esto no se cumple en todos los casos, cabe destacar que el hijo mayor tiene la responsabilidad de no defraudar a sus padres. Algunas características que lo describen son el orden, la perfección y la responsabilidad. Por esta razón, el rendimiento en la escuela suele ser alto.
¿Cuál es la diferencia entre la personalidad del hijo mayor y los demás?
Muchos primogénitos tienen en común ciertos rasgos, por ejemplo, su capacidad de liderazgo. Los especialistas creen que estos niños podrían parecerse incluso más a otros hijos mayores que a sus propios hermanos.
En relación con otros hijos, estos suelen ser más mal humorados, hasta parecer insensibles. Pueden llegar a ser intimidantes y demandantes. Esto sucede especialmente porque se han apoderado de la mayor parte del territorio. De manera que, cuando llegan los hermanos, deben adecuarse a la situación que encuentran.
Por el contrario, el hijo del medio o el menor, tiende a ser un tanto más pacifistas.
De manera que, el orden de nacimiento de alguna manera condiciona la personalidad del hijo mayor y la de los demás. Salvo por alguna situación particular en la crianza o el contexto, la mayoría se desarrollan de manera similar. Como podemos inferir, el trato que les dan los padres va a incidir mucho en su temperamento.
Es probable que los padres cometamos más errores durante la crianza del primogénito. Sin embargo, estos niños se caracterizan por su buen comportamiento, quizá porque actuamos al pie de la letra.
Del hijo del medio casi nadie puede hablar mal, aunque se puede llegar a pensar que es un poco incomprendido. No obstante, los expertos piensan que tiene mayores probabilidades de ser equilibrado, independiente y sociable. Quizá la diferencia de este hermano, con respecto al mayor, es la necesidad de conciliar con otros hermanos.
Por su parte, el hijo menor, muchas veces acusado de consentido, tiene sus propios retos. Puede llegar a ganarse la atención de su familia, pero no parece sentir la necesidad de congeniar con todos. Es posible que ciertos rasgos sean compatibles con los del hijo mayor, porque son especiales por alguna razón.