Desvelarse es una conducta que podríamos considerar típica y esperable en la adolescencia. Los jóvenes ven películas, navegan en aplicaciones y juegan en línea hasta tarde. Con la pandemia, este hábito se acentuó, ya que pasaron mucho tiempo solos, encerrados y sin posibilidades de socializar y de encontrarse con sus compañeros de clase. ¿Existen consecuencias por usar el móvil durante la noche? Veamos.
¿Cuáles son los efectos de usar el móvil por la noche en los adolescentes?
«Vamping» es una mezcla de «vampire» y «texting» y se refiere a permanecer despierto por la noche por usar el dispositivo móvil. Sin embargo, hoy es más frecuente en los adolescentes y es bueno conocer cuáles son las consecuencias de hacerlo seguido y cómo podemos intervenir como adultos.
Empecemos por entender cómo funciona nuestro cerebro mientras dormimos. Cuando disminuye la luz, el cerebro interpreta que es el momento del descanso y se enfoca en la producción de melatonina, comúnmente conocida como la «hormona del sueño».
Cuando los adolescentes permanecen despiertos y expuestos a los estímulos lumínicos de las pantallas, el cerebro envía la señal para la no producción de dicha hormona. De esta manera, se alteran los ciclos circadianos, que son aquellos que regulan la vigilia y el sueño.
Alteraciones en la calidad del sueño
Durante la noche, en nuestro cuerpo tienen lugar ciertos procesos que permiten recuperarse de la actividad del día, como el hecho de descansar. Por ejemplo, al no dormir la cantidad de horas suficientes debilitamos nuestro sistema inmunitario.
Cambios en nuestro desempeño
En época de clases, la falta de descanso puede afectar el rendimiento académico por las dificultades para prestar atención y concentrarse.
Modificaciones en nuestra rutina
Es sabido que los adolescentes duermen más horas como parte de su proceso de crecimiento. Sin embargo, mientras más tarde se acuestan, más tarde se levantan y, con ello, se produce una alteración de la rutina. En consecuencia, hay mayor sedentarismo y se superponen o se saltan comidas, entre otros problemas.
Alteraciones en el estado de ánimo
Sin dudas, un adecuado descanso también influye en nuestras emociones. Por ejemplo, los adolescentes pueden estar más desganados, más apáticos o más irritables. También, puede haber mayor estrés y ansiedad, con presencia de ciertos comportamientos violentos.
Te puede interesar:: Cómo tratar la adicción a las nuevas tecnologías en los adolescentes
Qué podemos hacer para evitar el uso del móvil por la noche
Algunas recomendaciones para regular el uso del móvil por la noche en los adolescentes son las siguientes:
Establecer reglas claras en casa
Por ejemplo, limitar el uso del dispositivo a una determinada franja horaria. Tampoco se debe permitir el uso del celular durante la comida. En este sentido, es importante que seamos críticos con nuestro comportamiento y demos el ejemplo. Muchas veces somos quienes pasamos más tiempo pendientes del móvil.
Dejar algunos minutos libres del celular antes de dormir
Dejar un tiempo prudencial antes de dormir sin usar el móvil es una forma de mejorar la higiene del sueño y de combatir la fatiga visual. Por ejemplo, proponerles a los adolescentes que lean, que escuchen su canción favorita, que dejen el celular alejado de la mesa de luz o acercarnos y conversar con ellos sobre lo que hicieron en el día son algunas opciones.
Preguntar sobre el tipo de contenido que consumen
Es importante notar que no se trata únicamente del tiempo que pasan con el dispositivo móvil, sino también el contenido y la calidad de aquello que ven. En una etapa en donde están en plena construcción de su identidad, por lo que pueden ser muy sensibles a los mensajes que circulan en las redes sociales.
Emplear aplicaciones de control parental
La idea es promover un aprendizaje en pos de la autonomía de los adolescentes y que sean ellos quienes se controlen en el uso del móvil. Esto se puede reforzar mediante aplicaciones de control parental que nos indiquen cuánto tiempo los emplean para impedir su uso por más tiempo del convenido.
Te puede interesar:: Los efectos en los adolescentes de estar una semana sin móvil
No se trata de negar el uso, sino de hacer un buen uso
Una conocida frase dice «si no puedes contra ellos, úneteles», en un intento por destacar que, en lugar de luchar, conviene pensar en encontrar puntos de encuentro. El móvil, internet y las nuevas tecnologías llegaron a nuestras vidas para quedarse. Además, aportan numerosos beneficiosos y facilitan nuestras actividades en múltiples sentidos.
Sin embargo, se trata de aprender a encontrar términos intermedios. Un dispositivo móvil no debe convertirse en el eje de nuestro día al punto de crear dependencia o de producir malestar. En este sentido, es clave que el móvil no reemplace las conversaciones cara a cara ni la posibilidad de contemplar un paisaje en todo su esplendor solo por capturar una selfie. La enseñanza y las normas claras deben partir desde casa y debemos dar el ejemplo.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Carrillo-Mora, Paul, Ramírez-Peris, Jimena, & Magaña-Vázquez, Katia. (2013). Neurobiología del sueño y su importancia: antología para el estudiante universitario. Revista de la Facultad de Medicina (México), 56(4), 5-15. Recuperado en 17 de diciembre de 2022, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422013000400002&lng=es&tlng=es.
- Weezel, A. V., & Benavides, C. (2009). Uso de teléfonos móviles por los jóvenes. Cuadernos de Información, (25),5-14.[fecha de Consulta 17 de Diciembre de 2022]. ISSN: 0716-162x. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=97112696002
- Vicente-Escudero, José Luis, Saura-Garre, Pedro, López-Soler, Concepción, Martínez, Antonia, & Alcántara, Mavi. (2019). Adicción al móvil e internet en adolescentes y su relación con problemas psicopatológicos y variables protectoras. Escritos de Psicología (Internet), 12(2), 103-112. Epub 09 de noviembre de 2020.https://dx.doi.org/10.24310/espsiescpsi.v12i2.10065