Los colores no definen a los niños

Vivimos en un sociedad en la que si una mujer está embarazada de una niña automáticamente se le regalan cosas de color rosa y si es niño, de color azul. Cuando nacen y es niña, les regalan muñecas y ‘cosas de niñas’ y si es niños, coches y ‘cosas de niños’. Parece que desde que los bebés llegan a éste mundo ya llegan etiquetados y los colores empiezan a tomar importancia en sus vidas.

Pero lo que importa en la vida de los niños no son los colores que les digan que van con ellos, sino que se sientan bien y que sepan que su integridad es principal en cualquier momento de su vida. Quizá a una niña le guste el azul y  a un niño el rosa, y eso está bien. Quizá a una niña le guste jugar al fútbol y los coches y a un niño le guste jugar con muñecas o cantar. ¿Y qué hay de malo en eso?

Ni azul, ni rosa…

Hoy en día las empresas que comercializan juguetes crean los anuncios y la publicidad pensando en la actualidad y parece que empiezan a entender que no hay que caer de forma tan estricta en la función del género. Poco a poco la sociedad se va dando cuenta que a una niña le pueden gustar muchas cosas diferentes sin importar el género y seguirá creciendo de forma estable y equilibrada.

Los padres no deben dejarse guiar por los colores, sino que más bien deberán crecer respetando los gustos de sus hijos, sea cuáles sean. Por ejemplo, para no caer en la tentación de decorar la habitación de una niña en rosa o de un niño en azul, entonces ¿lo ideal será pensar en colores neutros que no cataloguen un género u otro? O simplemente, pensar en un color que les guste a los niños. Sin importar si es rosa, azul u otro.

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Mejor sin obsesionarse

También hay madres que deciden que sus hijas nunca vestirán de rosa, ni llevarán vestidos ni jugarán con muñecas. Pero, ¿y si a la niña le gustan las muñecas? Ir hacia el otro extremo radical tampoco es lo correcto, porque estaremos cerrándole la oportunidad de decidir por ella misma los colores o los juguetes que más le pueden gustar. Lo ideal no es centrarse en potenciar el rosa o el azul, potenciar otros colores o prohibirlos… lo ideal es tener en cuenta los gustos de los hijos y respetarlo.

Cuando un niño o una niña está jugando, resulta apropiado ofrecerles la oportunidad de jugar con todo tipo de juguetes. Por ejemplo, si es una niña puedes ofrecerle camiones o trenes y si es un niño puedes ofrecerle un carro de muñecas y si están tanto niñas como niños jugando, ofrecer todo tipo de juguetes para que sean ellos quienes escojan con qué prefieren divertirse. 
los colores no definen a los niños

Los padres no podemos luchar en contra de la naturaleza de las personas, si a tus hijos les gustan los coches y los camiones, está bien y si les gustan los puzles y construir cosas también. Quizá también les guste ponerse tus zapatos y ponerse capas de superhéroes, ¿y qué hay de malo en ello? Nada en absoluto, permite que su imaginación crezca y evolucione sin vetar sus gustos e intereses.

Es importante no obsesionarse tampoco por el género neutro, porque entonces también podrías estar alejando a tus hijos de las cosas que realmente disfrutan…y es cuando ahogas su alma en crecimiento. Es importante respetar a los hijos por lo que son y por lo que les gusta, enseñarles a aceptar a los demás porque también son como son.

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