Elegir buenas bebidas hidratantes para niños es clave a la hora de prevenir los procesos de deshidratación que podrían poner gravemente en riesgo la salud. Sobre todo en periodo estival, hay que garantizar que se cubran las demandas hídricas para así compensar las mayores pérdidas a partir del sudor. De lo contrario, pronto aumentará la temperatura corporal y se experimentarán ineficiencias a nivel fisiológico.
Antes de comenzar, hemos de destacar que la mejor herramienta para garantizar un buen estado de hidratación es el agua minera natural. Aun así, existen otras alternativas que pueden acompañar a este líquido para incrementar la variedad de la dieta y cuya función será positiva. Eso sí, suelen ser más energéticas, por lo que habrá que tener cuidado a la hora de calcular el volumen calórico de la pauta para no pasarse.
Bebidas hidratantes para los niños
A continuación, te vamos a mostrar cuáles son las mejores bebidas hidratantes para los niños. Ten en cuenta que deben ser incluidas en el contexto de una dieta variada y equilibrada para evitar déficits de nutrientes esenciales que condicionen la función del cuerpo humano.
1. Leche de vaca
La leche de vaca entera es un alimento de calidad y con elevada densidad a nivel nutricional. En su interior, concentra proteínas de alto valor biológico, con todos los aminoácidos esenciales y con una buena puntuación en cuanto a digestibilidad. Estos elementos son fundamentales para asegurar el desarrollo de la masa muscular y para garantizar la homeostasis en el medio interno, tal y como afirma un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition & Metabolism.
Ahora bien, siempre se ha de preferir la versión entera frente a las que cuentan con un menor contenido en grasa. Los lípidos de la leche son de calidad y contienen una cantidad significativa de vitaminas liposolubles, que son importantes para evitar el desarrollo de patologías complejas a medio plazo. De entre ellas, destaca sobre todo la vitamina A.
2. Bebida de avena
La bebida de avena puede ser un líquido hidratante para los más pequeños, siempre y cuando se consuma sin azúcares añadidos. Es una excelente fuente de fitoquímicos y de vitaminas del grupo B, por lo que puede ayudar a completar los requerimientos nutricionales diarios. Además, no resulta muy energética, por lo que no alterará en exceso el balance calórico de la dieta. De todos modos, conviene siempre revisar el etiquetado para comprobar la lista de ingredientes y asegurarse de que es de calidad.
3. Zumo de frutas
Sobre el zumo de frutas existe cierta controversia. Algunos expertos afirman que es mejor limitar su presencia en la pauta porque contiene en su interior una cantidad elevada de azúcares simples. Y estos podrían dañar el metabolismo e incrementar el riesgo de desarrollar patologías de tipo metabólico como la diabetes de tipo 2. Sin embargo, los antioxidantes que presentan podrían reducir dicho riesgo y conseguir así el efecto contrario.
Lo que está claro es que hablamos de bebidas que aportan fitoquímicos y vitaminas en cantidades elevadas. En este caso, debemos destacar la vitamina C, que es un nutriente que contribuye a mejorar la función inmune, tanto innata como adaptativa, según lo evidencia una investigación publicada en la revista Nutrients. De todos modos, no conviene abusar de ellos y es mejor limitar su presencia en la pauta a un vaso diario como máximo. Siempre será preferente el consumo de la fruta entera.
Incluye bebidas hidratantes en la dieta de los niños
Como has podido comprobar, existe una serie de bebidas hidratantes que se pueden incluir en la dieta de los niños y que aportan una cantidad significativa de nutrientes esenciales y de antioxidantes. Todos estos elementos contribuyen a mantener un buen estado de salud con el paso de los años y a limitar el riesgo de desarrollar patologías crónicas y complejas como la diabetes de tipo 2 u otras cardiovasculares.
Para terminar, ten en cuenta que no solo basta con comer bien, sino que será clave promocionar buenos hábitos desde las primeras etapas de la vida. Es diferencial el hecho de inculcar a los más pequeños la necesidad de trabajar la fuerza de manera pautada, constante y controlada. De este modo, se favorece un buen crecimiento y se incrementa la densidad mineral ósea máxima, que es ideal para prevenir la osteoporosis en un futuro próximo.
Bibliografía
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- Richter, M., Baerlocher, K., Bauer, J. M., Elmadfa, I., Heseker, H., Leschik-Bonnet, E., Stangl, G., Volkert, D., Stehle, P., & on behalf of the German Nutrition Society (DGE) (2019). Revised Reference Values for the Intake of Protein. Annals of nutrition & metabolism, 74(3), 242–250. https://doi.org/10.1159/000499374
- Carr, A. C., & Maggini, S. (2017). Vitamin C and Immune Function. Nutrients, 9(11), 1211. https://doi.org/10.3390/nu9111211