El primer baño del bebé en la piscina

Si tienes dudas respecto al primer baño de tu bebé en la piscina, este artículo te puede interesar. ¡Sigue nuestros consejos para que sea toda una aventura!

madre e hijo bebe se sumergen juntos en el agua de la piscina

Si bien el primer baño del bebé en la piscina suele ser muy esperado por los padres, también plantea varias inquietudes. De hecho, el primer contacto del lactante con el agua brinda beneficios para su estimulación y su desarrollo.

¿Te interesa saber más? Aquí te detallamos todo lo que debes tener en cuenta para que esta experiencia no solo sea agradable para él, sino para ti también.

¿A qué edad se aconseja el primer baño del bebé en la piscina?

En general, la edad que se aconseja para que el bebé disfrute de su primer baño en la piscina se encuentra vinculada al calendario de vacunación. Alrededor de los 4 meses, el lactante ya está inmunizado con una protección aceptable para su primer contacto con el agua en la pileta. Asimismo, esta actividad potenciará el desarrollo motor, ya que los reflejos natatorios aún no se han perdido.

Eso sí, ten en cuenta que solo los mayores de 6 meses se encuentran aptos para utilizar protector solar sobre su piel. No obstante, las clases de natación se recomiendan a partir de los 4 años.

Precauciones al llevar al bebé a la piscina

Disfrutar de un día soleado en la piscina es un hermoso plan familiar, pero se deben conocer los riesgos que ello implica para poder prevenirlos de manera anticipada. Te lo contamos a continuación.

Ponerle ropa adecuada para protegerlo del sol

bebe se bana en la piscina en flotador con gorro y remera uv filtro fps
Es ideal que la ropa del bebé esté confeccionada con telas que tengan filtros solares. Además, se recomienda el uso de gorros que le cubran la cabeza, las orejas y la nuca.

Lo ideal es optar por ropa holgada y, preferentemente, que sus telas cuenten con filtros solares. Según una publicación de la American Academy of Dermatology Association, el algodón de tipo compacto también brinda protección natural contra el sol. Es decir, si se puede observar a través de la prenda de vestir, los rayos ultravioleta también pueden atravesarla.

A su vez, se prefieren los sombreros de ala ancha en lugar de las gorras con visera, ya que estas no cubren las orejas ni la nuca.

A pesar de utilizar trajes de baño, el protector solar se debe aplicar hasta debajo de los bordes de la prenda para lograr proteger las áreas sensibles. Incluso, no hay que olvidar la nuca, las orejas, la parte posterior de las rodillas y la parte superior de los pies.

Tener en cuenta la temperatura y los químicos del agua

La temperatura es una de las variables que deben tenerse en cuenta en el primer baño del bebé en la piscina, ya que posee una piel más delicada. De hecho, los prematuros aún no han desarrollado por completo su sistema de regulación térmica. Por esto, la temperatura del agua no debería ser menor a 30 grados.

Por otra parte, para el mantenimiento del agua se utilizan químicos para cumplir con los estándares sanitarios y para evitar la proliferación de microorganismos bacterianos. En consecuencia, existen estudios publicados por Allergy que relacionan la exposición prematura de los bebés con la aparición de patologías respiratorias.

Luego de salir de la piscina, lo ideal es enjuagar al pequeño con agua dulce de la ducha para retirar los restos de cloro de la piel. Después, es bueno aplicarle sobre ella una crema emoliente. Esto se indica, ya que el cloro tiene la capacidad de resecar la superficie cutánea y de generar dermatitis irritante por su pH superior al de la piel.

Evitar la exposición solar directa

Lo correcto es que el lactante no sea expuesto de forma directa a los rayos ultravioleta del sol. Por ende, se recomienda cubrir el área con una sombrilla y vestir al bebé con gorro y con prendas de vestir con filtros solares.

De cualquier modo, la permanencia en la piscina no debe extenderse por más de 10 minutos para evitar reacciones cutáneas.

Incluso, otra de las precauciones a considerar es evitar que el bebé trague agua o, en caso de suceder, que sea la menor cantidad posible. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de los ahogamientos suceden en menores de 5 años por no saber nadar o por descuidos.

Usar el protector solar de forma correcta

El protector solar se debe aplicar al menos 30 minutos antes de la exposición al sol. Ten en cuenta que no se debe poner a los bebés menores de 6 meses.

Respecto a los protectores solares, se aconseja aplicarlo 30 minutos antes de la exposición para que la superficie cutánea lo absorba de forma correcta. Transcurridas las dos horas, se debe poner nuevamente el producto por toda la superficie, aun si se va a permanecer en la sombra.

Las cremas solares, como diversos productos cosméticos, tienen una vida útil limitada y su efectividad comienza a disminuir con el tiempo. Por ende, siempre hay que verificar la fecha de vencimiento de los envases de los filtros solares viejos.

Hay que tener cuidado al aplicar la crema cerca de los ojos, ya que puede ser irritante. Entonces, es mejor evitar aplicarlo en los párpados inferior y superior del pequeño.

Haz que el primer baño del bebé en la piscina sea toda una aventura

Elegir piscinas aclimatadas y no muy concurridas para minimizar la probabilidad de generar reacciones cutáneas en el futuro es ideal. A su vez, que el primer baño del bebé en la piscina sea luego de haber cumplido el ciclo de vacunación, le brindará mayor seguridad.

Mediante la prevención es factible garantizar la seguridad del pequeño sin que merme la diversión y el disfrute.

Bibliografía

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