Conseguir una mejor dieta en el tercer trimestre de embarazo es fundamental para lograr que el bebé termine de desarrollarse de manera completa y se eviten problemas de salud en los primeros meses. Durante el periodo de gestación no solo importa vigilar lo que se come, sino también hidratarse bien y evitar el alcohol y el tabaco.
Antes de comenzar hay que destacar que en el último trimestre de la gestación se pueden volver a experimentar ciertas molestias digestivas, sobre todo a nivel estomacal. Esto se debe a la presión que el bebé ejerce sobre los órganos internos. Así, no es de extrañar que aparezcan el reflujo o la incomodidad tras una comida pesada.
A continuación, te contamos todo lo que debes conocer e implementar en esta última etapa del embarazo. ¡Apunta!
Aporte nutricional
Tal como hemos mencionado en otros artículos, durante el embarazo es determinante lograr un superávit energético para garantizar el crecimiento del bebé. Sobre todo, en la recta final. Incrementar el consumo en 300 calorías respecto a lo habitual conseguirá satisfacer las necesidades metabólicas de la mamá y del feto. En este sentido, se debe continuar la línea iniciada durante el segundo trimestre y el exceso de energía ha de ser similar.
Eso sí, conviene seguir limitando la presencia de los carbohidratos simples en la pauta, pero los complejos y la fibra serán necesarios. De hecho, este último elemento puede ayudar a manejar situaciones de estreñimiento, relativamente frecuentes en este momento de la gestación. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Canadian Family Physician Medecin de Famille Canadien.
Por otra parte, más que nunca se vuelve determinante asegurar el consumo de proteínas. En este punto, los requerimientos de estos nutrientes se incrementarán por encima de 1 gramo por kilo de peso al día, según un estudio publicado en Annals of Nutrition & Metabolism. De este modo se conseguirá el adecuado desarrollo de todos los tejidos fetales.
Reducir molestias digestivas en el tercer trimestre de embarazo
Como comentamos al principio, en el tercer trimestre de embarazo es frecuente padecer problemas digestivos como reflujo y ardores estomacales. Incluso, a veces puede ser preciso recurrir a los antiácidos para paliar la sintomatología. No obstante, se pueden poner en marcha una serie de remedios naturales que pueden resultar eficaces y a expensas de menor cantidad de efectos secundarios a medio plazo. Al fin y al cabo, siempre que sea posible, se debe evitar el uso de fármacos en esta etapa.
La primera de las estrategias consiste en fraccionar las comidas, es decir, asegurar más ingestas a lo largo del día pero de menor tamaño. Con esto se conseguirá que la bolsa estomacal se llene menos y podrá trabajar mejor. Además, con un número superior de comidas será más sencillo satisfacer los requerimientos de energía y de nutrientes esenciales.
Del mismo modo, se debe evitar adoptar una posición horizontal tras comer. No es buena idea acostarse justo después. Habrá que dejar pasar entre media hora y una hora para que la digestión comience y el volumen de los alimentos ingeridos se reduzca. Asimismo, acompañar las comidas con suficiente cantidad de agua es clave. Incluso, se pueden incluir alimentos como piña en la pauta, que contienen enzimas y facilitan la digestión posterior.
Por otra parte, habrá que evitar la ingesta de refrescos, zumos y bebidas con gas. Estas pueden condicionar negativamente los procesos digestivos, pues incrementan las molestias a nivel intestinal y provocan acumulación de gas en el tubo. Lo mejor para asegurar un buen estado de hidratación es el agua mineral.
Optimiza la dieta en el tercer trimestre de embarazo
Según has podido comprobar, es clave conseguir plantear una buena dieta en el tercer trimestre de embarazo para lograr que el feto se desarrolle correctamente. Así se evitarán también una gran cantidad de problemas digestivos, lo que mejorará el bienestar de la madre. Eso sí, si aun poniendo en marcha los consejos comentados las digestiones no son buenas, puede ser preciso acudir al médico para iniciar un tratamiento farmacológico.
Por último, no te olvides que, en la medida de lo posible, es positivo mantener un cierto grado de actividad física. Ha de ser muy ligera y adaptada a las circunstancias, pero en casi ningún caso se recomienda el sedentarismo. Simplemente, el hecho de dar algunos paseos con frecuencia contribuirá a que la fisiología del organismo funcione de manera eficiente.
Bibliografía
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- Trottier, M., Erebara, A., & Bozzo, P. (2012). Treating constipation during pregnancy. Canadian family physician Medecin de famille canadien, 58(8), 836–838.
- Richter, M., Baerlocher, K., Bauer, J. M., Elmadfa, I., Heseker, H., Leschik-Bonnet, E., Stangl, G., Volkert, D., Stehle, P., & on behalf of the German Nutrition Society (DGE) (2019). Revised Reference Values for the Intake of Protein. Annals of nutrition & metabolism, 74(3), 242–250. https://doi.org/10.1159/000499374