La milia en los bebés es una afección dermatológica bastante frecuente. Si bien es benigna y se resuelve por sí sola, lo ideal es conocer sus manifestaciones para saber identificarla. A continuación, te contamos todo lo que debes saber para manejarla de forma correcta.
¿Qué es la milia en los bebés?
La milia son quistes benignos y temporales de la dermis, compuestos por queratina, que se presentan como diminutas pápulas firmes y blancas que se localizan en la cara, el área genital, las extremidades y la parte superior del tronco. Por su parte, la queratina es una proteína que, en la mayoría de los casos, se encuentra en los tejidos del cabello, de la piel y de las uñas. Por lo tanto, puede presentarse en personas de todas las edades o etnias. No obstante, son más habituales en los recién nacidos.
Clasificación de Milia
La clasificación de la milia incluye primaria y secundaria. En la mayoría de los casos, los milium primarios son responsables de aquellos que ocurren espontáneamente y están presentes al nacer, en especial en la nariz, los párpados, el cuero cabelludo y las mejillas.
Los milios congénitos primarios ocurren hasta en un 40 % a 50 % de los recién nacidos a término sanos. No obstante, cuando se adquiere la milia secundaria, suele afectar a niños mayores con antecedente de patología cutánea ampollosa o traumatismo.
En general, la milia primaria se desarrolla del collar sebáceo infundibular inferior de los folículos pilosos del vello; mientras que los secundarios surgen de los conductos ecrinos, los sebáceos o la epidermis.
Causas de la milia en los bebés
La etiología de la milia en los recién nacidos difiere de manera significativa de la de los adultos o los niños mayores. En consecuencia, no se conoce la causa en los neonatos, aunque se la confunde con el acné del lactante que es provocado por las hormonas maternas. A diferencia de los bebés, en los niños mayores y en los adultos se relaciona con alguna afección de la piel, que puede incluir las siguientes:
- Quemaduras.
- Ampollas (epidermólisis ampollosa, penfigoide cicatricial o porfiria cutánea tarda).
- Uso prolongado de cremas con corticoides.
Incluso, la milia se puede desarrollar cuando la epidermis pierde su capacidad natural de exfoliarse, lo que sucede por el envejecimiento.
Manifestaciones clínicas
Las lesiones de milia en los bebés suelen ser asintomáticas y se resuelven de manera espontánea en el transcurso de los primeros meses de vida. Además, se presentan como pequeñas pápulas amarillas o blancas, menores a 3 milímetros, en la nariz.
Pueden presentarse en placa como un área enrojecida cubierta por múltiples quistes de milium. En general, no provocan comezón ni son dolorosos, pero las prendas de vestir ásperas o las sábanas pueden hacer que la piel luzca enrojecida e irritada. Por esto mismo, se la suele denominar de forma incorrecta como “acné del lactante“.
Tipos de presentación de la milia
Los tipos de milia se pueden dividir de acuerdo con la edad que se presenta o lo que provocan los quistes. A saber:
- Milia neonatal: es considerada una milia primaria que se desarrolla en los recién nacidos y desaparece en pocas semanas. A su vez, se presenta con mayor frecuencia en el cuero cabelludo, en la cara y en la parte superior del torso.
- Milia juvenil: puede ser provocada por algunos trastornos genéticos raros que involucran la piel. Por ejemplo, el síndrome de carcinoma nevoide de células basales, el síndrome de Gardner, la paquioniquia congénita y el síndrome de Bazex-Dupré-Christol.
- Milia eruptiva múltiple: se presenta como áreas con comezón en el rostro, en el torso o en la parte superior de los brazos.
Manejo de la milia en los bebés
La milia en los bebés se diagnostica sobre la base de las manifestaciones clínicas de las lesiones. Además, no requiere de la incisión y el drenaje del contenido de queratina para certificar el diagnóstico. Por lo tanto, no se necesita ningún tratamiento específico, ya que las pápulas tienden a resolverse por sí solas. Sin embargo, la secundaria puede no sanar de manera espontánea y, en este caso, sí habrá que extraer el contenido.
Algunos de las opciones terapéuticas que pueden ser efectivas en los casos secundarios incluyen los siguientes:
- Crioterapia: es uno de los métodos más empleados. En él, el nitrógeno líquido congela la lesión.
- Retinoides tópicos: contienen vitamina A, que ayuda a exfoliar la superficie cutánea.
- Exfoliación química: los ácidos desprenden la primera capa de la piel.
- Extracción manual: se retira el contenido del quiste de milium con una aguja estéril.
La milia en los bebés y su evolución
La milia en los bebés se resuelve de manera espontánea, sin dejar cicatrices ni marcas, con el transcurso de las semanas. Aunque el proceso resolutivo demore más en los niños mayores o en los adultos, esta patología no es considerada dañina. No obstante, siempre que la condición no mejore o se resuelva, se debe consultar al médico para corroborar que no se trate de otra afección dermatológica.
Bibliografía
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