Los padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos. Tratamos de hacer todo lo que está a nuestro alcance para que tengan una infancia feliz. Sin embargo, eso no nos mantiene a salvo de cometer errores en la crianza.
No existe un manual para ser la mamá perfecta. Aprendemos en el camino y crecemos al mismo tiempo que los niños desarrollan nuevas habilidades. Lo cierto es que lo único que esperamos es que nuestras criaturas se sientan amadas, seguras y con confianza al andar.
Lograr este objetivo requiere de varias prácticas que podemos aplicar de manera sencilla en la vida cotidiana. No obstante, la principal estrategia para que nuestros niños sean felices es fomentar su autonomía y su independencia.
Veamos la importancia de infundir estos valores en los pequeños de la casa.
La importancia de promover la autonomía en los niños
Para criar a un niño independiente, el primer paso debemos darlo los padres. Es necesario entender que necesitamos ofrecer espacio para explorar y para que pueda hacer las cosas a su manera. Aunque es importante ser su guía y estar siempre a su lado, debemos evitar intervenir en el descubrimiento del mundo y en sus iniciativas.
Así, es fundamental crear un espacio para que se sientan libres de hacer las cosas por sí mismos. Cuando un niño crece en un hogar donde se respetan sus ritmos y se le permite tener pequeños gestos de independencia, su autoestima se alimenta. Y de esta forma, se cultiva la autoconfianza para alcanzar todas sus metas.
No hagas las cosas por ellos
Es importante tener en cuenta que, de acuerdo a la etapa de la infancia en la que se encuentren nuestros hijos, hay tareas más peligrosas que otras. La clave está en no intervenir en aquello que pueden hacer por sus propios medios de forma segura.
En ocasiones no somos conscientes de que somos un tanto sobreprotectores. Indudablemente, este es un reflejo del amor que les tenemos. Pero si les impedimos que sean autónomos, no los dejamos prepararse para las grandes aventuras de la vida.
¿Miedo a que se equivoque?
El error es una parte importante del aprendizaje y esto aplica para todas las circunstancias de la vida. De hecho, conforma una etapa normal de los procesos, para encontrar la mejor forma de hacer las cosas. Por este motivo, tu hijo debe tener la oportunidad de equivocarse a fin de continuar con su crecimiento.
Ten presente que nadie disfruta los señalamientos punzantes cuando comete errores y los niños no son una excepción para esto. Por eso, mantente como una guía, respeta sus espacios y dales la oportunidad de intentarlo de nuevo cuando se equivoquen, sin amonestarlos.
Cómo fomentar la autonomía según la edad de tu hijo
Hay prácticas sencillas que podemos incorporar en las rutinas diarias, para ayudar a los niños a sentirse más autónomos. Además, así también los participamos de las pequeñas tareas del hogar.
De 1 a 3 años de edad
En esta primera etapa de la vida, los niños pueden comenzar a experimentar su autonomía durante la hora de la comida. También, pueden ayudarnos a recoger los juguetes y a ponerlos en un lugar, a traernos sus zapatos para ponérselos y a acercarnos sus pañales para cambiarlos.
De 3 a 6 años de edad
En este momento ya pueden hacer varias cosas sin nuestra ayuda. Por ejemplo, recoger sus juguetes, ponerse la ropa solos, colaborar para poner la mesa y levantar los platos al terminar de comer. Asimismo, pueden colocar la ropa sucia en el cesto, tirar la basura en su lugar y guardar la ropa limpia en el armario.
Después de cumplir 6 años
Cuando los niños cumplen 6 años alcanzan un nivel de madurez superior. En este sentido, tienen más habilidades para desenvolverse de manera independiente, siempre con nuestra guía.
Son capaces de hacer su cama solos, ordenar su habitación, ayudarnos en la cocina, lavar los platos y ordenarlos y organizar la despensa al regresar del supermercado.
La autonomía se cultiva desde la infancia
Cuidar y criar a niños autónomos implica un aprendizaje constante para toda la familia. Preparar a nuestros hijos para la vida es nuestra misión y en este sentido, brindarles un espacio seguro para crecer con confianza, seguridad y autonomía es ideal.
Bibliografía
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- Hainstock, E. (2013). Teaching Montessori in the home: The Pre-School years. Toronto: Random House.
- De León Sánchez, B. (2011). La relación familia-escuela y su repercusión en la autonomía y responsabilidad de los niños/as. Recuperado el 08 de octubre de 2021, de: https://extension.uned.es/archivos_publicos/webex_actividades/5385/repercusiones8.pdf