Los menores, desde muy pequeños, empiezan a usar las nuevas tecnologías tanto para entretenimiento como para su aprendizaje. En este sentido, las apps pueden ser grandes herramientas para cualquier niño o adolescente. Sin embargo, también existe el peligro de que los chicos las descarguen por su cuenta, ya que muchas de ellas no son apropiadas para su edad.
Pro eso, queremos hablarte de este tema tan importante, tanto para los padres como para los pequeños de la casa. Ten en cuenta que es necesario tener algunas cosas en mente siempre que se le deje a los hijos usar estos recursos tecnológicos. No importa si se utiliza un móvil o la tablet, debes saber que existen millones de aplicaciones disponibles para descargar para cualquier dispositivo, por lo que este riesgo aumenta considerablemente.
¿Por qué es peligroso que tus hijos descarguen apps?
Es peligroso que los niños se descarguen apps porque podrían acceder a contenido inapropiado. No todas las aplicaciones son para niños, ya que pueden contener anuncios o intentar conseguir información personal para estafas. Los menores, sin saber qué es lo que tienen delante de la pantalla, pueden aportar esta información.
Son muchas las aplicaciones que están creadas para ser fraudulentas. En estos casos, se busca que el usuario, engañado, piense que es una aplicación normal. De esa manera, al instalarlas en el terminal, comienzan a recabar información e incluso se pueden suplantar identidades para robar los datos y exponerlos. También, se puede vender esa información a otras apps fraudulentas. Por todo esto, hay que extremar los cuidados.
Cómo evitar que se descarguen apps
Tú, como usuario, es probable que sepas cómo advertir el peligro de descargar este tipo de apps y evitar así que te roben los datos. Pero, en cuanto a los hijos, es fundamental supervisar que el niño no descargue apps por su cuenta. En todo caso, podemos asesorarlo y hacerlo junto con él.
En este sentido, la prevención es la mejor manera de evitar que los niños corran riesgos. También, podrás prevenir que hagan compras indebidas o que se bajen aplicaciones de pago. De hecho, hay muchas apps que parecen gratuitas, pero una vez instaladas resultan ser de pago.
Bloquear la descarga
Una buena opción es bloquear la descarga de aplicaciones en tus dispositivos móviles mediante un código de seguridad que el menor no debe conocer. Así, no podrá descargar ninguna app sin que tú sepas primero cuál es y que puedas revisarla.
Pero claro, cuando los niños crecen, es posible que esta seguridad ya no sea suficiente. Además, puede que tus hijos ya cuenten con su propio dispositivo. En este caso, es más complicado poder controlar el contenido al que acceden.
Por eso, es fundamental que si se decide comprar un móvil o una tablet, estemos seguros de que el menor tiene la madurez suficiente para poder hacer un uso responsable. También, es clave conversar con él al respecto antes de dárselo. Otra cuestión importante es que nunca deberá asociar una tarjeta de crédito con ese terminal. Por último, también puedes activar el control parental si lo crees necesario.
El peligro está en la forma de uso
Hay aplicaciones que están bien vistas para niños de más de 12 años y que también pueden ser un riesgo, por lo que se deben tener en consideración. Por ejemplo, Snapchat es una app gratuita en donde los menores intercambian imágenes que desaparecen en unos segundos. De ese modo, los menores pierden la vergüenza y envían imágenes que incluso pueden ser comprometidas.
Pero, aunque sean imágenes que desaparecen, se pueden hacer capturas de pantalla, lo cual puede acarrear problemas sociales, como la coacción. En este sentido, es fundamental que los niños sepan cómo usar una aplicación en concreto, aunque sea considerada apta para su edad, porque, en caso contrario, puede haber peligro.
Por eso, nunca debe faltar la comunicación y la confianza entre padres e hijos. De esta manera, siempre que el niño crea que tiene un problema o no se sienta seguro con alguna aplicación en concreto, tendrá la confianza suficiente para pedir ayuda a sus padres. Por otra parte, nunca le regañes si se equivoca o si hace alguna cosa mal. En cambio, bríndale las herramientas necesarias para que no vuelva a pasar en un futuro y sea capaz de tener un mejor manejo de las aplicaciones.