Tratamiento psicológico de las pesadillas en los niños

Las pesadillas son comunes entre la población infantil. Pero cuando estas generan un malestar importante, se hace necesario abordarlas. Te contamos los tratamientos existentes.

Niño llorando porque sufre pesadillas.

El sueño es un proceso fisiológico de incalculable valor para el correcto desarrollo de los niños. No obstante, a lo largo de la infancia y la adolescencia es frecuente que surjan diversas alteraciones del mismo; las pesadillas son una de las más comunes.

Estos episodios son frecuentes en los menores de edad y no suponen, a priori, ninguna patología. Sin embargo, cuando se producen de forma reiterada, el tratamiento psicológico de las pesadillas se hace indispensable.

Se calcula que entre un 10 % y un 50 % de la población infantil presenta pesadillas, ya que es a esta edad cuando se produce una mayor prevalencia del trastorno. A medida que el niño avanza hacia la adolescencia, su frecuencia disminuye, por lo que es mucho menos común en la edad adulta. No obstante, dado el malestar que las pesadillas pueden generar en los menores, es importante seguir ciertas pautas para minimizar su aparición.Niño con miedo a los fantasmas mientras recibe tratamiento psicológico para las pesadillas.

Tratamiento psicológico de las pesadillas en los niños

Las pesadillas son un tipo de parasomnia caracterizado por la presencia de episodios de sueño con un alto contenido de ansiedad. El niño manifiesta ensoñaciones que resultan desagradables y atemorizantes y que, con frecuencia, causan el despertar y la interrupción del sueño. Las causas que originan las pesadillas pueden ser diversas, pero generalmente se encuentran relacionadas con algunos de los siguientes aspectos:

  • Alteración emocional generada por haber presenciado, escuchado o imaginado escenas atemorizantes.
  • Un estado general de ansiedad que puede surgir a raíz de cualquier acontecimiento estresante en la vida del niño. Desde la separación de los padres, hasta una mudanza o un problema con los compañeros de escuela.
  • Acostarse excesivamente inquieto o activo.

Higiene del sueño

Por lo anterior, muchas veces el tratamiento psicológico de las pesadillas más efectivo consiste en implementar una buena higiene del sueño. Seguir algunas sencillas pautas puede ayudarnos a lograrlo:

  • Procura que el niño se acueste y se levante todos los días a las mismas horas.
  • Asegúrate de que la duración de su descanso es suficiente en función de su edad
  • Evita que el pequeño vea películas o lea libros relacionados con asuntos que pueden generarle temor. Es especialmente importante que no consuma este tipo de contenidos cerca de la hora de dormir.
  • Si detectas que su nivel de ansiedad es elevado, procura ayudarle a rebajarlo. La respiración, la meditación y las técnicas de relajación pueden ser muy útiles al respecto.

Desensibilización sistemática

Cuando las pesadillas son recurrentes, puede ser necesario acudir a otro tipo de intervenciones, como la desensibilización sistemática. Esta técnica se basa en generar, ante las escenas de la pesadilla, una emoción incompatible con el miedo. No es posible que el pequeño se sienta atemorizado y relajado a la vez; por eso, hemos de intentar asociar la pesadilla a una sensación de calma interior.

Para ello, se induce al niño a relajarse y, a continuación, se le pide que imagine diversas escenas relacionadas con la pesadilla, pero intentando que esa relajación se mantenga. De este modo, se logra que se habitúe a aquello que le causaba temor y lo relacione ahora con una sensación de relajación. Así, la pesadilla pierde su capacidad para generar ansiedad.

No obstante, los niños más pequeños pueden tener dificultades para practicar la relajación, por lo que resulta más conveniente utilizar las escenificaciones emotivas.

Terapia de ensayo en imaginación

Esta técnica consiste en cambiar el contenido del sueño para volverlo más positivo o tolerable. Así, en primer lugar, se le pide al niño que narre la pesadilla con todo lujo de detalles. A continuación, se reescribe la pesadilla y se modifica el final o se varían ciertos aspectos para que la hagan más agradable y menos atemorizante.Niña tapada con la sábana porque sufre pesadillas.

Finalmente, se repite esta nueva versión hasta que quede impresa en el inconsciente del niño. De este modo, cuando vuelva a tener ese mismo sueño, este se presentará con el nuevo final y dejará de generar temor y malestar.

El tratamiento psicológico de las pesadillas en los niños no siempre es necesario

Pese a que los anteriores tratamientos se han mostrado eficaces para reducir o eliminar las pesadillas en los niños, no siempre es necesario recurrir a ellos.

Con frecuencia, estos episodios son algo transitorio y suelen mejorar a medida que el infante crece. Además, en muchas ocasiones unos buenos hábitos de sueño y un adecuado estado emocional evitan la aparición de las pesadillas. Sin embargo, cuando el problema genera un malestar importante o interfiere con el descanso del menor, es necesario abordarlo.

Bibliografía

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