Enseñar la respiración diafragmática a los niños es clave para que aprendan a respirar de forma correcta y puedan mantener lejos la ansiedad y el estrés ante las diferentes situaciones con las que se puedan encontrar a lo largo de su vida. Además, una adecuada respiración va a mejorar también el desarrollo de los pequeños.
No nos olvidemos que la respiración es la base de la vida, que vivimos gracias a ella. Si, además, enseñamos a nuestros hijos a hacerlo de forma correcta y utilizando la parte baja del abdomen (diafragma), estaremos aprovechando toda la capacidad pulmonar y, de esta manera, se sentirán calmados.
¿Qué es la respiración diafragmática?
Cuando hablamos de respiración diafragmática, nos referimos al acto de respirar usando el diafragma. ¿Qué quiere decir esto? Cuando respiramos, de la manera que sea, hay varias zonas musculares que trabajan en ello. Sin embargo, cuando la respiración es diafragmática, el trabajo se centra en el diafragma, es decir, la parte baja del abdomen y los pulmones.
Este tipo de respiración introduce un gran volumen de aire a la zona baja de los pulmones, que es la que mayor capacidad tiene. Por esta razón, cuando respiramos con el diafragma, estamos captando una mayor cantidad de oxígeno, una mejor ventilación y una mayor limpieza de los pulmones cuando exhalamos.
No se debe utilizar el pecho en exceso cuando respiramos, solo en emergencias y en contadas ocasiones, ya que, si respiramos con el pecho, la mente no descansará de las tensiones. Si la forma de respirar es siempre utilizando el pecho, puede que siempre tengamos sensación de miedo o de estar preparados para pelear, a pesar de que no haya enemigo.
¿Cómo podemos enseñar la respiración diafragmática a los niños?
Para enseñarles a los niños cómo respirar a través de la parte baja del abdomen o diafragma, podemos ayudarnos de una serie de preguntas que les hagan pensar y entender cómo es el proceso de la respiración. ¿Y esto cómo lo hacemos?
Lo primero que tenemos que hacer es explicar que podemos respirar de distintas maneras; cuando soltamos aire al soplar un globo o la vela del cumpleaños, cuando resoplamos, cuando suspiramos, etc.
Las preguntas que vamos a utilizar pueden servirte tanto para explicar el proceso, como para luego preguntar y comprobar si se ha entendido todo.
¿Por dónde debemos coger el aire cuando respiramos?
Cogemos el aire por la nariz; esta funciona como un calentador y el aire llega calentito a nuestros pulmones. Si inhalamos y espiramos por la nariz, favoreceremos el descanso a la garganta y al cerebro.
¿Qué postura es la mejor para respirar?
- Sentados, con la espalda recta, hombros echados hacia atrás y sacando pecho.
- Cerramos la boca y tomamos el aire lentamente por la nariz.
- Después, vamos soltando muy despacio el aire, también por la nariz. Este proceso lo hacemos varias veces.
¿Qué partes tiene la respiración?
- Al inspirar: tomamos aire.
- Al espirar: soltamos el aire
- Cuando retenemos el aire: los descansos que hacemos entre la inspiración y la espiración, que dejamos la respiración en pausa, sin coger ni soltar el aire.
¿Qué partes del cuerpo podemos “inflar” para respirar?
- Podemos respirar con la parte de arriba del tronco: el pecho.
- Con la parte de abajo: barriga (diafragma). Con esta parte del cuerpo es con la que debemos aprender y acostumbrarnos a utilizar. Si respiramos con el pecho, lo que podemos sentir es un mayor nerviosismo.
¿En qué contribuye y qué aprendemos respirando bien?
- A sentirnos mejor, con menos estrés y más atentos.
- Saber cuál es la mejor manera de respirar.
- A no enfadarnos con tanta frecuencia.
- Mejorar nuestra forma de hablar y pronunciar al sentirnos más relajados.
- Ser conscientes de qué partes del cuerpo utilizamos para respirar.
- Nos hace estar más enérgicos.
- A estar más relajados y calmados.
¿Qué ejercicios podemos utilizar para ayudar a los niños a aprender la respiración diafragmática?
- Fijarnos en el movimiento del pecho o abdomen cuando respiramos. Para eso, nos podemos tumbar, sentar, estar de pie, etc., y centrar nuestra atención en esas partes del cuerpo. Ponemos una mano en la barriga y otra en el pecho, y observamos cuál de ellas se infla y desinfla.
- Mientras nos fijamos en cada parte del cuerpo cuando respiramos, le enseñamos al niño la siguiente secuencia: inspiramos (1,2,3), retenemos el aire (3 seg), espiramos (1,2,3), retenemos el vacío (3 seg).
Para asegurarnos de que lo hace correctamente, le vamos haciendo las siguientes preguntas:
- ¿Cómo está tu cabeza? La cabeza tiene que estar recta, ni alta ni baja.
- ¿Cómo está colocada tu espalda? La espalda tiene que estar también recta; no nos inclinamos hacia ningún lado.
- ¿Y los hombros cómo los tienes? Los hombros hay que mantenerlos quietos; cuando respiramos no se pueden mover
- ¿Las rodillas y los pies cómo están? También tienen que estar rectos.
- ¿Y la barriga la tienes contraída? Si es así, suéltala.
Con esto no queremos que los niños estén en tensión, sino que aprendan a observar su cuerpo y a ver cómo está. Estas preguntas lo centrarán en sentir cómo se encuentra su cuerpo.
En definitiva, es importante enseñarles a los niños la respiración diafragmática, ya que esta forma de respirar les aportará grandes beneficios. Estarán más relajados, centrados y serán conscientes de sus sensaciones corporales.
Recuerda lo importante que es respirar correctamente para enseñárselo a tus hijos. Asimismo, existen muchos ejercicios de respiración en internet que pueden ayudarte a enseñar a tu hijo a respirar. Puedes buscarlos y poneros manos a la obra.
Bibliografía
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- Puerta, D. X., & Cruz Becerra, D. (2003). Influencia de la respiración diafragmática en la motricidad fina. Acta Colombiana de Psicología, No. 10 (sep. 2003); p. 89-95. https://repository.ucatolica.edu.co/bitstream/10983/18225/1/489-1410-1-SM.pdf