El lenguaje es una parte importante del desarrollo cognitivo de los más pequeños, pues todos los días de sus vidas tus hijos se comunicarán con los demás. En este sentido, el lenguaje se divide en dos secciones principales: expresivo y receptivo.
Vamos a hablar brevemente de lo que es cada uno, así como también de cómo puedes ayudar a desarrollar estas habilidades lingüísticas esenciales en tus hijos.
¿Qué es el lenguaje receptivo?
El lenguaje receptivo implica la capacidad de comprender el lenguaje y las palabras habladas. Un niño aprende el lenguaje básico de sus padres y a través de sus rutinas diarias regulares. Aprende de lo que ve para comprender lo que está sucediendo en la vida.
En este sentido, los más pequeños empiezan a aprender sonidos y palabras. El lenguaje receptivo también implica el proceso de escuchar a alguien o algo. Un niño recoge información del entorno que lo rodea y de lo que se dice para comprender su situación actual.
¿Por qué es importante?
Sin un lenguaje receptivo es difícil comunicarse de manera eficaz. A los niños que tienen problemas con este tipo de lenguaje les puede resultar difícil seguir un conjunto de instrucciones o pueden no responder adecuadamente a las preguntas, ya sea en casa o en la escuela.
Las dificultades con el receptivo podrían conducir a otros problemas en el futuro, incluidos problemas de comportamiento. Un niño puede tener dificultades con muchas actividades en la escuela y no prosperar académicamente.
¿Qué es el lenguaje expresivo?
Por otro lado, el lenguaje expresivo se refiere al lenguaje hablado y de señas; los niños pueden expresarse con palabras y gestos. Implica formar oraciones, construir vocabulario y usar la gramática correctamente para comunicarse con los demás y describir eventos y acciones.
Los más pequeños deben poder comunicarse y explicar lo que quieren, así como escribirlo correctamente. Como dice la palabra, es el arte de expresarse. Sin esto, un niño apenas puede comunicarse, pero tampoco podría un adulto.
¿Por qué es importante?
El lenguaje expresivo es esencial porque sin él tu hijo no puede decirte lo que está pensando, sintiendo o necesitando. Los niños necesitan poder comunicar todas sus necesidades, deseos e ideas. Poder interactuar con éxito y eficacia es vital, ya que, sin esto, tu hijo tendrá dificultades en la escuela y en la vida.
¿Cómo desarrollan los niños el lenguaje?
Los niños desarrollan el lenguaje de diversas formas y con el tiempo. Para promover el lenguaje expresivo, un niño necesita desarrollar primero un lenguaje receptivo. También necesita tener la capacidad de concentrarse sin distraerse.
Primero, los más pequeños desarrollan habilidades previas al lenguaje. Aprenden a gesticular, realizan expresiones faciales, imitan a las personas y hacen contacto visual. Luego, comienzan a jugar y a desarrollar la automotivación. Esa motivación incluye querer entablar una conversación con familiares y amigos.
De los 8 a los 13 meses, los bebés empiezan a señalar objetos, a negar con la cabeza, a saludar, a despedirse y a tratar de hablar con sus propias “palabras”. A partir de entonces, y hasta los 18 meses, poco a poco, desarrollan su vocabulario y comprenden frases y palabras cortas.
A los 2 años, comienzan a usar oraciones y estas empiezan a tener sentido a medida que mejora su gramática. Luego, hasta los 5 años, su lenguaje mejora drásticamente; entienden lo que se les dice y sus habilidades sociales también mejoran. Después de los 5 años, la comunicación de tu hijo con los demás será más fluida.
Maneras de mejorar el lenguaje receptivo y expresivo
Para ayudar a tu hijo a desarrollar un lenguaje receptivo y expresivo, puedes hacer ciertas cosas en tu hogar, como las siguiente que te proponemos a continuación:
- Para mejorar el receptivo, tienes que asegurarte de hacer contacto visual con tu hijo cuando le hables.
- Cuando des instrucciones, no las des todas a la vez, divídelas.
- También puede usar secuencias de tiempo con tu hijo y hacer que repita las instrucciones para asegurarte de que ha entendido lo que se dice.
- Lee muchos libros a tu hijo para que aprenda las secuencias de tiempo. Usa ejemplos y muéstrale lo que quieres decir. Además, si te escucha leerle, también mejorará su lenguaje expresivo.
- Tanto para el receptivo como para el expresivo, permite que su hijo juegue con frecuencia.
- Para ayudar a tu hijo a desarrollar un lenguaje expresivo, cuando le hables, hazlo directamente a la cara para que pueda ver cómo pronuncias las palabras.
- Siempre que puedas, trata de ampliar el vocabulario de tu hijo con frases sencillas.
- Cuando el pequeño diga algo que no es gramaticalmente correcto, modela la oración correcta para él.
- Anima a tu hijo a verbalizar las necesidades en lugar de confiar en los gestos con las manos.
- Habla con tu niño sobre las actividades diarias.
- La música y las actividades interactivas también son una forma excelente para que aprendan palabras y frases.
Con todo esto que te acabamos de explicar, además de comprender mejor la importancia del lenguaje expresivo y receptivo, podrás ayudar a tus hijos a través de actividades y ejercicios divertidos a que su comunicación sea excelente con el paso del tiempo.
Bibliografía
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- Casla Soler, M. Ituero García, B. (2017) ¿Cómo empieza el lenguaje?: Descubrir, explorar y favorecer la comunicación temprana. Editorial: Graó.
- Ternera, L. A. C. (2009). Características del desarrollo cognitivo y del lenguaje en niños de edad preescolar. Psicogente, 12(22). http://revistas.unisimon.edu.co/index.php/psicogente/article/view/1168/1155