Todos los niños no llevan el mismo ritmo de aprendizaje, esto hay que respetarlo, pero sí que podemos ayudarlos, estimulando sus habilidades, con ejercicios para bebés. Estos ejercicios impulsar su desarrollo psicomotor y cognitivo.
Es importante involucrar todas las partes del cuerpo por igual, y siempre hacerlo con mucho cuidado sin forzar nunca al bebé. Debemos elegir el momento adecuado para realizar estas actividades para que esté dispuesto a prestar atención.
Aquí puedes encontrar algunos ejercicios adaptados a cada mes de vida del niño, ya que hay que amoldarse a sus capacidades y habilidades. ¡Toma nota de todos ellos!
Ejercicios para bebés de 0 a 3 meses
Aquí nos centraremos en aquellos ejercicios que podemos realizar con el bebé en sus primeros 3 meses de vida. Estos deben ser suaves y van encaminados a que mejoren su movilidad y el poder descubrir nuevas sensaciones, familiarizándose con sus primeros estímulos.
- Hacer masaje en pies y manos. Podemos utilizar nuestras manos o una pluma para estimularlo con diferentes estímulos.
- Jugar con los dedos de sus pies y manos, cogiéndolos uno a uno.
- Acostado boca arriba, agárrarle las plantas de los pies y lleva sus rodillas al pecho. Puedes hacerlo 5 veces con cada pierna y posteriormente puedes ir aumentando la frecuencia.
- Tumbado boca arriba, mostrarle un objeto de color vivo a unos 30 cm de sus ojos y moverlo para que lo siga con la cabeza.
- De nuevo, boca arriba, llevar su mano derecha a su hombro izquierdo muy suavemente y repetirlo con la mano izquierda en su hombro derecho. Posteriormente, puedes cruzarle ambos brazos sobre el pecho.
Ejercicios para bebés de 3 a 6 meses
Conforme el bebé vaya creciendo, los ejercicios se tienen que ir adaptando, ya que sus habilidades motoras irán mejorando poco a poco.
- Con el niño boca arriba, puedes doblarle una pierna mientras extiendes la otra, y ayudarlo a girar al lado de la pierna que extiende. Repetir con ambas piernas.
- Boca abajo, colocar juguetes delante para que intente cogerlos.
- Coger sus manos y dar palmadas con ellas.
- Tumbado boca arriba, cogerlo de sus manitas e ir subiéndolo lentamente hasta que quede sentado.
- Acostado boca arriba, coger sus piernas y hacer el movimiento de la bicicleta con ellas.
Ejercicios para bebés de 7 a 10 meses
Ahora los ejercicios tendrán otros objetivos, ya que sus características físicas y cognitivas han avanzado.
- Dejar que el niño coja con sus manos la comida y que se la lleve a la boca para observar las diferentes texturas. Ofreceremos alimentos con los que no corra riesgo de atragantamiento, cosas suaves y blanditas.
- Colocar objetos en fila y pedirle algunos de los que haya, guiarle la mano hasta que lo coja, después, quitárselo suavemente y elogiarlo por haberlo conseguido.
- Enseñarle a llamar a algún familiar. Por ejemplo, “llama a papá”, y cuando lo haga, aplaudirlo. Puedes seguir haciéndolo hasta que lo llame y lo busque.
- Si ya empieza a gatear, puedes gatear junto a él. Le ayudará mucho que lo motives a seguirte.
- Enseñarle imágenes de animales y hacer el sonido que corresponda para cada uno. Así, pedirle que lo llame como lo has enseñado. Por ejemplo, si le enseñas el perro, dile: “guau, guau”.
Ejercicios para niños de 11 a 12 meses
Estos son algunos de los ejercicios recomendables para hacer en esta etapa.
- Utilizar un mismo juguete para estimular las actividades. Por ejemplo: “coge la pelota”, “lanza la pelota”, “da una patada a la pelota”…
- Poner música en un altavoz y poner encima sus manos para que note las vibraciones de la música.
- Ponerlo frente al espejo para que empiece a distinguir su imagen de la realidad; pronto se reirá y tocara su retrato.
- En un cubo con arena, dejar que le dé palmadas y alise la arena dentro del cubo, que la toque y experimente con ella.
Aquí tienes algunos de los ejercicios para bebés de los 0 a los 12 meses que pueden ayudarte a mejorar su desarrollo motor y cognitivo. Es importante que nos adaptemos a sus capacidades y limitaciones, y que busquemos el momento adecuado para hacer estas actividades. Nunca debemos hacerlo cuando el niño esté cansado o no esté receptivo.