¿Debo dejar a mi hijo jugar con la comida?

Posiblemente te desesperes cada vez que ves a tu hijo jugando con la comida. No obstante, debes saber que, para tu tranquilidad, se trata de algo positivo. Descubre sus beneficios en el siguiente artículo.
¿Debo dejar a mi hijo jugar con la comida?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 29 diciembre, 2018

Seguro que cuando eras una niña, en muchas ocasiones, tus padres te habrán dicho que no debías jugar con la comida. De hecho, se trata de una frase repetida hasta la saciedad por muchos papás y mamás, ya que es muy habitual ver como los pequeños, una vez que tienen el plato delante, empiezan a jugar con la comida.

Ciertamente, los alimentos ofrecen matices variados para los niños. Por ello, se sienten atraídos a manipularlos. Como madre, no debes preocuparte en exceso si tu hijo hace lo mismo, ya que jugar con la comida provoca que evite ciertos rechazos a algunos alimentos.

A pesar de que la mayoría de los niños son regañados por jugar con la comida, se considera que su interacción puede ser la mejor manera para que desarrollen hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana.

5 beneficios de jugar con la comida

Aunque pueda parecer una idea errónea, jugar con la comida ofrece muchos beneficios para los niños. Toma nota, te los mencionamos a continuación:

1.- Estimula los sentidos

En el mundo digital en el que vivimos, la comida representa una perfecta oportunidad para que los niños estimulen los sentidos.

Por ejemplo, es posible realizar todo tipo ejercicios. Por ejemplo: hacer formas con los alimentos para que tu hijo estimule el tacto, vendarle los ojos para que descubra mediante el olor de qué alimento se trata, introducir un condimento nuevo en sus comidas y ver si puede detectarlo mediante el gusto, entre otros.

No siempre es malo ver a los niños jugar con la comida.

2.- Se vuelven más propensos a comer todo tipo de alimentos

Es posible que los niños tengan dificultades para ingerir algunos alimentos. En ese sentido, jugar con la comida puede ayudar a que dejen atrás algunas fobias que les impiden degustar y disfrutar algunos platos.

Por ejemplo, la mayoría de ellos son reacios a comer ensaladas saludables con vegetales. En esos casos, te recomendamos que separes todos los elementos que deseas incluir en la ensalada y que incites al niño a que utilice su imaginación para crear un collage, una cara o una bonita flor. Eso sí, sin olvidar que el objetivo es que se coma sus propias creaciones.

“La interacción con la comida puede ser la mejor manera para que los niños desarrollen hábitos alimenticios saludables desde una edad temprana”

3.- Despierta el interés por la cocina

Sin lugar a dudas, jugar con la comida le hace posible conocer los diferentes tipos de alimentos y, en algunos casos, interesarse por la cocina.

Debes considerar que el simple hecho de que tu hijo muestre interés por la experiencia en sí misma, produce que se convierta en un momento de aprendizaje. Gracias a esto, comprenderá los procesos necesarios para elaborar algunos platos.

4.- Estimula el desarrollo cognitivo

Al contrario de lo que algunos padres puedan pensar, jugar con la comida estimula el desarrollo cognitivo de los niños. Ciertamente, aquellos bebés que manipulan los alimentos adquieren mayor gusto por la exploración y aprenden sus primeras palabras de manera prematura.

En ese sentido, te recomendamos fomentar la exploración del bebé en el momento de sentarse a la mesa; ciertos alimentos como el puré, el zumo o la sopa aportan información clave para estimular su desarrollo cognitivo.

Dejar a los niños jugar con la comida puede ser beneficioso.

5.- Los niños utilizan los colores y las texturas como expresión artística

Debes tener en cuenta que la amplia variedad de colores y texturas que pueden encontrar en los alimentos les permiten a los niños crear oportunidades para la expresión artística.

Asimismo, te sugerimos que le pidas a tu hijo que trate de crear un arco iris con los distintos colores que ofrecen los vegetales. También puede experimentar con las texturas, ya sea con alimentos duros o blandos. Por ejemplo, puedes crear una masa de pizza e invitar al pequeño a que marque sus manos en ella o cree formas y letras.

Por todo lo comentado anteriormente, te aconsejamos que, cuando veas a tu hijo jugar con la comida, te resistas a interferir en ese momento lúdico. Esto, en realidad, le está permitiendo experimentar las sensaciones y descubrir, mediante los sentidos, los diferentes tipos de alimentos.

Recuerda: no te preocupes si tu hijo juega con la comida, ya que es completamente normal que lo haga antes de probarla. Sin lugar a duda, se trata del primer paso para su aceptación.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.