Muchas veces, los padres nos enfrentamos a las rabietas de nuestros hijos. Todavía son pequeños y no saben gestionar esta ira de forma adecuada. Aquí podrás encontrar algunas frases para calmar a un niño enfadado.
Los padres tendemos a bloquearnos e intentamos resolver esta rabieta o enfado de nuestros hijos enojándonos, gritando, etc. Pero, al hacer esto, lo que conseguimos es que la cosa vaya a peor y no resolvamos el problema.
En este sentido, hay maneras de ayudar a nuestros hijos a calmarse. ¿Quieres saber cómo puedes ayudar a tu hijo a frenar la ira? Continúa leyendo.
¿Qué frases utilizar para calmar a un niño enfadado?
Las palabras pueden hacer daño o sanar. Pueden ser mágicas y, dependiendo del tono que utilicemos, pueden ayudar a calmar una situación de enfado de nuestros pequeños. La comunicación es una de las cosas más importantes
1. “Vamos a tranquilizarnos los dos, ¿vale?”
Seguro que en más de una ocasión tu hijo ha montado una rabieta importante pataleando y gritando delante de otra gente. Ante esto, lo más probable es que tu enfado haya ido en aumento, acompañado de la vergüenza ante esta situación. Esto, seguramente, ha terminado contigo dando un grito, cogiéndolo del brazo y llevándolo hacia otro lado, para alejarlo de las miradas.
Ante esto, lo que el niño necesita es comprensión, así que lo mejor es tomar aire, respirar y decirle: “Yo también estoy muy enfadada, pero vamos a calmarnos los dos”. Así, el pequeño se sentirá entendido y que quieres ayudarle.
2. “Yo también me enfado, pero lo expreso de otra forma”
Ante esta frase, tu hijo siente que empatizas con él, se siente muy enfadado y debe desahogarse, pero ha de hacerlo de otra forma. No le digas que parece un bebé.
Hazle entender que es normal que esté enfadado, que los adultos también nos enfadamos, pero que hay que aprender a expresarlo de otra forma, como relajandoos juntos, haciendo un dibujo, o lo que se os ocurra en ese momento.
3. “Juntos buscaremos una solución para que te salga bien”
En muchas ocasiones, los niños sienten rabia y se enfadan porque están frustrados al ver que intentan hacer algo y no les sale bien. Si en ese instante le dices a tu hijo frases como: “No te has esforzado” o “No llores e inténtalo otra vez”, no lo estás ayudando a gestionar esa ira, sino que puedes hacer que la situación vaya a peor.
En este momento, tu hijo necesita palabras de ánimo, de motivación, de confianza. Si te involucras y le das tu ayuda para que su ejecución mejore, el enfado desaparecerá..
Más frases para calmar a un niño enfadado
4. “Si me lo dices tranquilamente y sin gritos, lo entenderé mejor”
Si el niño, ante un enfado, reacciona gritándonos, seguro que termina poniéndonos de los nervios, pero no hay que entrar en eso. Intentaremos hacerle comprender que, si nos habla de ese modo, no lo podemos entender; es importante que se calme y para hablar con él con calma.
5. “Estas muy enojado, ¿verdad? ¿Y si te doy un superabrazo que lo cura todo?”
En ocasiones, los niños, como los mayores, tienen un mal día y terminan enfadados por cualquier cosa. Al final, acaban con un gran berrinche y ni siquiera ellos saben por qué.
Pero, en este momento, lo único que están pidiendo es tu comprensión y cariño. En ese momento, le puedes decir a tu hijo que tienes la solución a su enfado y es un superabrazo que lo cura todo.
6. “¿Por qué estás tirando tus juguetes? ¿Ya no te gustan? ¿Te has enfadado con ellos?”
Muchos niños, cuando están enfadados, reaccionan tirando todo lo que tienen a su alrededor, normalmente sus juguetes. En ese momento, puede que te enfades muchísimo y des voces, pero hay que intentar evitar esto.
El pequeño está enfadado y probablemente no sepa ni por qué. Entonces, necesita que alguien le explique lo que está haciendo, para que se dé cuenta de que no lo está haciendo bien. Con esta frase, conseguiremos que se dé cuenta de que sus juguetes no le han hecho nada y que no tienen la culpa de su enfado y, por lo tanto, no debe hacer eso con ellos.
Sobre las frases para calmar a un niño enfadado
Estas frases para calmar a un niño enfadado pueden sernos de gran utilidad para evitar enfrentamientos con los más pequeños. Con la violencia no conseguimos nada, solo empeorar la situación y nunca será una buena opción. En cambio, el amor, el cariño, la empatía y tu respeto para que entienda lo que está pasando serán fundamentales. Con tu ayuda, conseguirá superarlo.