Los cuentos son historias llenas de imaginación y fantasía. Sin embargo, una historia puede cambiar mucho en función de cómo se cuente. Contar un cuento, de primeras, no parece una tarea muy complicada. Lo que sí es complicado es captar y mantener la atención de los niños durante el desarrollo de la historia.
Para ello, los profesionales de los cuentos son verdaderos magos de la ilusión y hacen llegar las historias a los niños de una forma fantástica. Sin embargo, en ocasiones, no podemos disfrutar de ellos y tenemos que ser nosotros mismos quienes nos pongamos en el papel de un cuentacuentos.
Para realizar esta tarea lo mejor posible y que tanto niños como mayores disfruten de la historia, a continuación os dejamos una serie de consejos para poner en práctica. ¿Estáis preparados?
Tips imprescindibles para contar un buen cuento
1. No obligar a los niños a escuchar la historia
Los cuentos desarrollan la imaginación de los más pequeños, así como su concentración al mantener captada su atención durante un periodo de tiempo prolongado.
A pesar de estas ventajas, así como la diversión que les producen las historias, no debemos de obligar a los más pequeños a escuchar el cuento si ellos no quieren. Del mismo modo que, en ocasiones, a los adultos no nos apetece realizar ciertas actividades, a ellos tampoco.
2. Escoger el momento y el lugar adecuado
Aunque casi cualquier momento es oportuno para un cuentacuentos, hay que tener en cuenta cómo se encuentran los niños. Si los notamos cansados o dispersos, es mejor dejar la historia para otro momento en el cual pongan sus cinco sentidos.
Uno de los mejores momentos para contar un cuento como normal general es a la hora de irse a dormir. Los cuentos suelen relajar mucho a los más pequeños, por lo que se trata de una buena rutina para incorporar en vuestras vidas.
En cuanto al sitio, es aconsejable escoger un lugar que sea tranquilo en el que los niños no puedan distraerse con facilidad y poder centrar, de esta manera, su atención en la historia.
3. La voz y la entonación, los tips clave para contar un buen cuento
La voz es la herramienta principal que se necesita para contar un buen cuento. Pero no solo con utilizarla vale. A medida que la historia avanza, es necesario que la voz vaya cambiando en función de los personajes que van apareciendo o de los estados de ánimo que estos tienen.
Además de las distintas voces, es necesario que se narre despacio y emitiendo las palabras con claridad. Es preferible que se utilicen palabras cortas y sencillas, haciendo, así, la narración más activa y dinámica. De este modo, los niños podrán entender perfectamente todos los conceptos y seguir el hilo de la historia sin mayor problema a la vez que comienzan a imaginar.
Más tips para contar un buen cuento
4. La expresión dramática
Aunque la voz y la entonación sean las claves principales, existen complementos que también deben ser tenidos en cuenta a la hora de usar estos tips para contar un buen cuento. Uno de estos complementos importantes es utilizar la expresión dramática. A través de los gestos y las expresiones, tanto de la cara como del cuerpo, se capta mucho más la atención de los niños que simplemente con la narración.
5. Involucrar a los niños en el cuento
Para conocer si los niños están realmente atentos a la historia, así como para hacer el cuento mucho más ameno, para ello, una buena opción es involucrarlos. Esta participación en el cuento se puede hacer de diversas maneras:
- Hacer Preguntas relacionadas con el cuento para ayudar a seguir al cuentacuentos.
- Canciones que se repitan a lo largo de la historia y puedan cantar.
- Sonidos que reproduzcan todos juntos.
6. Sumérgete en el cuento
Lo importante, al fin y al cabo, es que los niños disfruten mientras escuchan el cuento, además de desarrollar algunas aptitudes importantes. Para cumplir estos objetivos, es importante que antes el propio cuentacuentos se apropie de la historia.
Con apropiarse de la historia hablamos de hacerla vuestra, de personalizarla, de creeros que realmente estáis en la montaña, en un castillo o luchando contra los malvados para transmitir la mayor veracidad posible a los pequeños.