¿Cómo puede ayudarte la asertividad en el postparto?

En ocasiones, nos resulta difícil poner límites y pedir ayuda por miedo a parecer desagradables. No obstante, el postparto es un momento muy vulnerable en el que has de cuidarte a ti misma.

Bebé agarrando el dedo de sus padres.

La llegada de un recién nacido supone enormes cambios físicos y psicológicos para la madre. En este periodo tan vulnerable se hace especialmente necesario ser capaz de poner límites y pedir ayuda. Por ello, aunque siempre resulta importante, la asertividad en el postparto puede convertirse en tu mejor aliada.

Como ser humano, como mujer y ahora como madre estás en todo tu derecho de expresar lo que sientes y deseas. Sin embargo, muchas veces esto nos resulta difícil por miedo a parecer desagradables o egoístas. No obstante, el nacimiento de tu bebé y los meses que le siguen supondrán un reto a muchos niveles, por ello, debes tomar la decisión de poner tus necesidades por encima de las opiniones de los demás.

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es una habilidad social consistente en ser capaces de defender nuestros derechos sin pisar los de los demás. Incluye una gran variedad de aspectos que conducen a una comunicación armónica y equilibrada:

  • Comunicarnos de forma franca, clara y directa.
  • Expresar nuestros deseos, opiniones y sentimientos.Mamá cansada tumbada con su bebé durante el postparto.
  • Defender nuestros derechos y necesidades.
  • Saber hacer peticiones y aceptar o declinar las que nos hacen.
  • Aceptar los halagos y manejar las críticas.
  • Hacer todo lo anterior sin miedo a ser juzgados o rechazados.
  • No vulnerar los derechos de los demás ni faltarles al respeto con nuestra comunicación.

Esto no siempre resulta sencillo de poner en práctica. Un buen nivel de autoestima nos hace más sencillo ser capaces de comunicarnos asertivamente. Pero, aún así, existe cierta presión social, especialmente dirigida a las mujeres, para ser cordiales, amables y serviciales.

Muchas veces, las conductas asertivas no son bien recibidas, siendo incluso tachadas de egoísmo. Sin embargo, recordemos que nuestro primer deber es con nosotros mismos y que no es adecuado ignorar nuestras necesidades por contentar a otras personas. 

La asertividad en el postparto

La llegada de un hijo supone un periodo de gran estrés y vulnerabilidad para la mujer. El cansancio y los cambios hormonales se suman al miedo de enfrentar esta nueva etapa. Es un momento muy exigente tanto a nivel físico como mental pero, en ocasiones, las personas de alrededor no ayudan a aligerar la carga.

Es muy común que familiares, amigos y allegados no sean conscientes del estado y las necesidades de la nueva madre. La ilusión por el nuevo miembro de la familia y las ganas de colaborar pueden llevarles a tener conductas que resulten intrusivas para la mujer. En estos momentos, lo que ella probablemente necesite sea descanso e intimidad con su familia nuclear.

Las visitas constantes a casa o a la habitación del hospital, tantas personas opinando y dando consejos pueden llegar a abrumar. No obstante, por no parecer descortés, la madre suele sentirse cohibida de expresar lo que verdaderamente quiere y necesita. Igualmente, puede sentir pudor a la hora de pedir ayuda con el bebé, lo que conlleva un tremendo desgaste al ocuparse de todo prácticamente en exclusiva.Mamá con su bebé durante el postparto.

¿Cómo aplicar la asertividad en el postparto?

  • Al hospital (y a casa) va a visitarte quien tú quieras y el tiempo que tú decidas. No temas negarte, posponerlo o pedirles que se marchen. Has de respetar tus necesidades y ellos han de entenderlo.
  • Deja muy claro que tienes que descansar. Si sientes dudas, recuerda que esas personas no se van a levantar a media noche a cuidar a tu bebé.
  • No tienes que hacerlo todo sola. Pedir ayuda no te hace débil, y decir a tu pareja que cumpla su obligación no te hace autoritaria.
  • Recuerda que tú eres la madre de tu bebé y tú decides cómo cuidarlo. Tú eliges si darle lactancia o biberón, si hacer colecho o dormir separados, si prefieres mochila ergonómica o cochecito. No aceptes órdenes ajenas, no temas ponerte firme si alguien está resultando demasiado intrusivo. Si necesitas un consejo, ya lo pedirás tú o acudirás a un médico.

En suma, si se acerca el momento del nacimiento de tu bebé, prepárate para darte a ti misma tu lugar sin miedo. Olvida los reparos y las convenciones sociales, pues ahora tu hijo y tú sois lo que más importa. Graba en tu mente cuáles son tus derechos y no temas defenderlos asertivamente siempre que sea necesario. Que nada empañe esta preciosa etapa.

Bibliografía

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