Cómo explicar el Ciclo de la Vida a los niños

Cuando pensamos en explicar el Ciclo de la Vida a los niños, a todos nos viene a la mente esa famosa escena de los primeros minutos de El Rey León en los que Mufasa presenta a la comunidad animal a su heredero Simba. Sí, “Un ciclo sin fin”, reza la letra, y así es: una rueda que gira sin parar y que en muchas ocasiones puede parecernos cruel.

Es esta crueldad de la naturaleza la que puede resultarnos difícil de explicar a nuestros hijos, pero de vital importancia si queremos que entiendan la muerte como una parte más de la vida. La eterna pregunta que nos hacemos los padres es: ¿a qué edad debemos tratar este tema con nuestros hijos?

No parece que haya una respuesta uniforme al respecto, ya que esto depende de la madurez de cada niño y de las circunstancias personales del momento. Quizá la muerte de una mascota sea un buen momento para hablarle del Ciclo de la Vida. Por ello, nosotros también aprovecharemos este distanciamiento emocional con la naturaleza para exponeros un ejemplo de cómo podemos explicar el Ciclo de la Vida a los niños.

¿Qué es el Ciclo de la Vida?: explicado para niños

En Biología, el Ciclo de la Vida es el proceso natural que rige la vida de todos los seres vivos desde que nacen hasta que mueren. Está divido en 4 fases: nacimiento, desarrollo, reproducción y muerte.

Probablemente, esta última fase sea la más complicada de explicar por las connotaciones negativas que supone para nosotros. Sin embargo, en la naturaleza, en muchas ocasiones, la muerte es sinónimo de vida ya que, al cerrar un ciclo, se abre otro nuevo.

Nacimiento y desarrollo de un nuevo ser

Veamos al detalle cada una de las fases del Ciclo de la Vida, con un sencillo ejemplo, para entender mejor este concepto de la ‘resurrección’. Pensemos en un árbol:

• Nacimiento: es el surgimiento de un nuevo ser en la naturaleza. Hay muchos tipos de nacimientos, algunos de estos son a partir de una semilla, como nuestro árbol, o a partir de un trozo de otro ser, como es el caso de las estrellas de mar y, por supuesto, a partir de una madre.
• Desarrollo: a partir de este momento, el nuevo ser debe crecer. En los seres pluricelulares esto se entiende como un aumento de su número de células y la adquisición de nuevas estructuras o habilidades. En los unicelulares, su madurez ocurre casi al mismo tiempo que su nacimiento.

“La naturaleza nunca se apresura; átomo a átomo, poco a poco logra su trabajo”.

-R.W. Emerson-

Cerrando el Ciclo de la vida: explicación para niños

Nuestro árbol apenas será, al principio, una insignificante hierbecilla que, con el paso de los años, se convertirá en un fastuoso ejemplar vegetal que podrá medir hasta 110 metros, como las secuoyas en California.

• Reproducción: al igual que el nacimiento, existen varios tipos y subtipos de reproducción en la naturaleza: sexual y asexual. Pero nuestro árbol ha elegido reproducirse por semillas. Un grano de polen transportado por el aire llegará hasta los conos de una flor y fecundará la ‘oosfera’. Nuestra semilla ya está formada.
• Muerte: la semilla se recubrirá de varias capas para su protección, formándose, así, un fruto que madurará y servirá de alimento a distintos animales, muriendo, de esta manera, nuestro árbol, ya que su fruto ha sido destruido y él desaparecerá con el paso del tiempo.

“Mas bajo la luz del Sol jamás habrá distinción, grandes y chicos han de convivir”.

-Elton John (El rey León)-

No obstante, la naturaleza no es tan cruel como parece y el Ciclo de la Vida debe cerrarse. Las semillas son fuertes, igual que los cachorros, unos supervivientes que resisten al fuego, los envites de otros animales, los jugos gástricos… Y, al final, de vuelta en la tierra, un poco de sol y de lluvia la harán germinar. Nacerá una nueva planta y ¿quién sabe?, quizá, con el paso del tiempo, se desarrollará un precioso árbol de más de 2000 años y 110 metros de altura.

Y para terminar… ¡Un experimento!

Podéis hacer con vuestros hijos un bonito experimento que va muy bien para explicar el Ciclo de la Vida a los niños . Coged una semilla que tengáis en casa, de alubia o garbanzo y ponedla en un algodón húmedo dentro de un vaso de yogur. A los pocos días, veréis cómo empiezan a salir las primeras raíces; es el comienzo de una nueva vida. Ya solo os queda plantarla y ver cómo se completa el ciclo.

“Es tan natural morir como lo es nacer”.

-Francis Bacon-