Un nombre poco común podría afectar a tu hijo

¿Piensas ponerle a tu hijo un nombre poco común? ¿Es buena o mala idea hacerlo?

Muchos padres tienen que lidiar con la tentación de poner un nombre poco común a sus hijos. Se puede creer que en algún tiempo era más sencillo, porque se acostumbraba a usar el nombre de su santo de acuerdo al día de su nacimiento. O simplemente se repetía el de los familiares más cercanos.


Sin embargo, aunque el nombre de los padres siempre es la primera opción, en los últimos años parece muy importante que el nombre sea original, lo cual es aceptable e inofensivo. No obstante, es posible que comience a moldear su personalidad desde muy pequeño.

La decisión que los padres deben tomar en cuanto al nombre de sus hijos es trascendental. Por eso, se tiene que pensar con mimo y mucho cuidado. Sin quererlo, podemos poner los apodos en bandeja de plata, insinuar simbolizaciones poco deseables e incluso se puede llegar a ridiculizar al niño.
Puede ser un error colocar un nombre poco común por diferentes factores. Razón por la cual muchos psicólogos recomiendan que estos no sean muy complicados de pronunciar, escribir o que no suenen bien con sus apellidos. Un nombre extraño o que tenga un significado particular en su idioma, es un elemento activador de burlas y principal desencadenante de una conducta violenta.

¿Cómo afecta la vida de tu hijo un nombre poco común?

nombre poco común
Que tu hijo tenga un nombre poco común no debería ser un problema en sí mismo, para que realmente se produzca un efecto adverso es preciso que se halle en el contexto incorrecto. En otras palabras, una sociedad de mentalidad abierta no debería intervenir nocivamente en el desarrollo de su personalidad, pues sería tolerante ante la diferencia.

Dejar atrás los tradicionalismos y ser original son los principales motivos por los cuales los padres prefieren optar por un nombre diferente. Sin embargo, esto es algo que puede terminar afectando al niño desde su etapa escolar y también puede acompañarlo a la adultez.

El nombre puede ser relacionado con la raza o la condición social, lo cual puede ser un problema en circunstancias particulares como conseguir un empleo. En ese sentido, no se trata de que el nombre cause una reacción desfavorable sino de una conexión con algún contexto específico. Por ejemplo, que sea un nombre usado con más frecuencia por personas de alguna raza o etnia.
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De manera que, un nombre poco común puede afectar a un niño desde muy temprana edad y es algo que lo puede acompañar toda la vida, modificar su personalidad e incluso restarle oportunidades. Entre los principales factores que pueden afectar al niño se encuentran todo lo que te comentamos a continuación.

1. Es un nombre usualmente usado por niñas

Si elegimos un nombre para nuestros hijos, inspirados en alguna celebridad, un personaje de un libro o una película, es posible que nos equivoquemos porque el contexto de esa referencia es diferente.

Uno de los principales errores, es elegir un nombre para niño que resulta de común uso en las niñas, esto podría implicar serios problemas. En primer lugar, pueden burlarse de él en la escuela injustamente… Si el niño tuviera una compañera de clases con el mismo nombre esto agravaría el problema.

2. Nombres de origen extranjero

Aunque no sea del todo extraño, un nombre extranjero tiene implícita una complicación lingüística que desencadena en la aparición de errores en la escritura y pronunciación. Un niño que aprende a leer y escribir en su idioma natal, tendrá problemas con su propio nombre lingüísticamente “incorrecto” para él.  Algo que los padres tendrán que explicar muy bien para que el pequeño aprenda a defenderse.

Los especialistas creen que esto influye en la autoestima del niño de manera positiva, pero por otra parte lo expone a la carga de dar interminables explicaciones sobre los aspectos característicos de su nombre.

Lo mismo sucede con los nombres compuestos o muy extensos, donde desde pequeño tiene que lidiar con los rasgos morfológicos de su designación o tiene que conformarse con el diminutivo obligatorio en estos casos.

3. El nombre de moda

De acuerdo a cada época, los nombres estaban relacionados con lo que era la moda en ese entonces. Se eligieron nombres de la realeza, de artistas o deportistas famosos. Pero se quedan en el pasado y casi nadie los reconoce; esto es algo que también los convierte en extraños. Tener que explicar que nos llamaron así en honor a tal o cual celebridad que nadie conoce, podría ser incómodo y una obligación que a tu hijo no siempre le va a venir bien.

4. Una referencia controversial

Cuando decidimos poner el nombre de una personalidad cuyo desempeño social podría ser polémico, ponemos a nuestros hijos en riesgo de ser señalados de manera errónea. Quizá existe alguna inclinación política o religiosa que la sociedad y podría ser un motivo de descrédito o escarnio. Esto puede arrastrar emocionalmente a nuestro hijo sin que tenga responsabilidad y/o aprobación.

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