6 experimentos para enseñar magnetismo a los niños

El conocimiento científico es más fácil de comprender si se construye con una base de experiencias. Te mostramos algunos experimentos para enseñar magnetismo a los niños.
6 experimentos para enseñar magnetismo a los niños

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 enero, 2021

Hay temas de la ciencia que son difíciles de explicar solo con la teoría, por ejemplo, el funcionamiento de los imanes. Por eso, te proponemos los siguientes experimentos para enseñar magnetismo a los niños, una forma simple para que los niños aprendan fácilmente, ya sea en casa o en la escuela.

Aprender ciencia haciendo ciencia con experimentos

Las actividades prácticas, como los experimentos, tienen implícitos procesos enriquecedores para el aprendizaje: razonamientos, registros, deducciones y comparaciones, entre otros. Además de una interacción y feedback permanente entre el alumno y el maestro.

Uno de los experimentos para enseñar magnetismo a los niños.

“Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos”.

-Séneca-

Una de las cosas más importantes de este tipo de ejercicios es la posibilidad que tienen los peques de hacer preguntas y, a partir de las respuestas, construir sus conocimientos. Este tipo de aprendizajes basados en procedimientos experienciales son de rápida comprensión por parte de los más pequeños. Aunque está bien conocer algo de teoría…

¿Qué es el magnetismo?

El magnetismo es la capacidad que tienen ciertos metales de ejercer una fuerza de atracción y repulsión, a la vez que generan un campo magnético, que es en donde actúan esas fuerzas.

Los chinos descubrieron el primer elemento que tenía la cualidad de estar magnetizado naturalmente: la calamita, un mineral compuesto de hierro sólido. En Grecia, esta piedra se encontró en la región de Magnesia, de allí el término magnetismo y la denominación de magnetita.

Otros minerales que tienen propiedades magnéticas son el níquel, el cobalto, el hierro y sus aleaciones. A los trozos de estos metales se les llama imanes y con ellos podremos experimentar y conocer cómo trabajan los polos magnéticos, observando como atraen o repelen a otros elementos metálicos.

Experimentos para enseñar magnetismo a los niños

Las actividades propuestas son sencillas, pero hay que elegirlas de acuerdo a la edad de los pequeños, para lograr su atención y un aprendizaje sólido. Uno de los experimentos más utilizados para enseñar magnetismo a los niños es construir una brújula. ¡Pero hay muchos más!

Magia en los bolsillos

Coloca dentro de un bolsillo de una chaqueta un imán y adhiere por fuera un objeto metálico, como una cuchara. Esta aparece como “pegada” a la tela, lo que despierta la curiosidad de los niños al instante.

Amplía el experimento y coloca imanes en los bolsillos de los niños y que ellos se acerquen entre sí. Verán cómo se atraen y las chaquetas se “pegan” como por arte de magia. ¡Será muy divertido!

Las cosas que se mueven solas

Llena un vaso con agua y coloca dentro algunos clips metálicos, verás que se hundirán en el fondo. Ahora, los niños tienen que apoyar un imán por fuera del vidrio y recorrer el recipiente desde la base haca arriba. Descubrirán cómo los clips aún en el agua siguen los movimientos del imán y se mueven dentro del líquido.

Esto mismo lo puedes hacer a través de un cartón, una hoja de papel o una madera. El campo magnético atraviesa estos materiales y atrae el metal aunque se encuentre del otro lado.

Construir un imán, uno de los mejores experimentos para enseñar magnetismo

La propiedad del magnetismo puede trasladarse de un objeto metálico a otro. Para corroborarlo, el experimento es simple: acerca diferentes trozos de metal (clavos, arandelas, planchuelas, etc.), y observa que entre ellos no quedan adheridos.

Coge alguno y frótalo al menos 50 veces en el mismo sentido contra el extremo de un imán. Vuelve a acercarlo al grupo de objetos metálicos y ¡sorpresa! Ahora todos se adhieren a él.

Los polos del imán

Un imán tiene dos polos (norte y sur) y ellos ejercen dos tipos de fuerzas: los polos opuestos se atraen y los polos iguales se repelen. Esto quiere decir que si enfrentas un polo norte con un polo sur, los imanes entran en contacto, pero si lo haces con los dos polos norte, jamás se tocarán.

Esto se puede ver fácilmente en el siguiente experimento: coge 2 imanes y acércalos por los extremos. Verás que hay dos extremos que se juntan y dos que no lo hacen. Por más que lo intentes nunca lo vas a lograr.

Cadenas de clips imantados, otro de los experimentos para enseñar magnetismo

¡Una prueba fácil y muy divertida para los niños! Coge un imán y acércale un clip para que se adhiera, y luego otro a este primero; ve agregando un clip tras otro, verás que se forma una cadena imantada. El magnetismo se traspasa de un elemento a otro si este es de metal, pero esto es temporal, puesto que cuando los retiras a los pocos minutos ya no están imantados.

Imán con un montón de clips alrededor.

Experimento para ver un campo magnético

Para hacer este experimento se necesitan los siguientes materiales:

  • 1 cartulina blanca.
  • Limaduras o polvillo de hierro.
  • 1 imán rectangular.

Coloca el imán sobre la cartulina y reparte por encima el polvillo de hierro. Verás que, como por arte de magia, las partículas de metal se acumulan en los extremos y luego se alinean formando arcos; ese es el campo magnético. Este diagrama que se forma representa la zona hasta donde llegan las fuerzas de atracción de ese imán.

Lo esencial es invisible a los ojos

Las fuerzas de la naturaleza son esenciales para el planeta, el medio ambiente y la vida del hombre: la fuerza de la gravedad y el magnetismo son dos de las más importantes. Aprender ciencias es indagar sobre ellas y saber un poco más cómo funcionan las cosas, sus secretos y sus leyes.

Utiliza estos experimentos para enseñar magnetismo a los niños y despertar su curiosidad para iniciarlos en el camino del conocimiento científico. Seguro que será el comienzo de un viaje maravilloso de saberes y experiencias únicas.


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