Una madre ama a su bebé más que a ella misma

El amor que siente una madre por su hijo es incondicional e inconmensurable. Sería capaz de dar la vida por su pequeño.
Una madre ama a su bebé más que a ella misma
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 abril, 2020

Este es un artículo para reflexionar. ¿Qué opinas de la afirmación: “una madre ama a su bebé más que a ella misma”?. ¿Crees que es cierta?. ¿Piensas que se se manifiesta siempre, en todas las madres, ese amor incondicional?.

Más aún, ¿cómo una madre hace para que ese amor se dirija a edificar algo más grande que ella: vidas nuevas, saludables, felices y amorosas?. El lazo entre una madre y su hijo, si bien existen sus excepciones, es el ejemplo más definitivo de lo que es el amor incondicional. Una madre siempre pondrá como prioridad y por encima de ella misma el bienestar de su hijo.

Lo ha llevado nueve meses en su vientre, le ha dado cobijo desde el primer segundo y ha anhelado su llegada como nadie. La madre ha sido protagonista/testigo de toda la evolución física y el desarrollo de la personalidad de su hijo.

Dar vida a otro ser es un acto de fe en el futuro, en la vida y una apuesta que, como otra gran verdad, recoge lo sublime de ser madre. Pues desde el momento del nacimiento del bebé tu corazón estará ineludiblemente fuera de ti. Entonces, sí. Una madre ama a su bebé más que a ella misma.

2250095615_9bb2b0f8c8_o

Sin embargo, hay que tener presente que ser madres es uno de los otros tantos roles que debemos asumir en la vida en sociedad. Somos hijas, mujeres, profesionales, esposas, amigas, y también nos debemos en cierta medida a otros y a nosotras mismas. Así que “amarás a tu bebé como a ti misma” suena a mandamiento divino, pero no olvides: Si no te amas lo suficiente a ti misma poco podrás sentir por otros, incluso por tus hijos.

Una madre ama a su bebé de forma incondicional

Autonomía y libertad

Incondicional: esa es la palabra clave para que la relación materno filial genere bienestar en ambos. El vínculo entre una madre y su bebé debe estar sentada en bases saludables, y esto significa amar y aceptar a tu pequeño tal y como es. Sin expectativas, sin exigencias y sin juicios.

Es egoísta creer que los hijos nos pertenecen, que deben ser como nosotras deseamos o que deben actuar según nuestras preferencias. Esto sólo lleva a las madres que lo creen así a la amargura y la tristeza. Los hijos son personas distintas, no extensiones u objetos. Y tu papel como madre es acompañarlo incondicionalmente mientras desarrolla su propio ser, no coartarlo para que se amolde a tus preferencias.

Las madres aspiramos a que nuestros hijos se transformen en hombres y mujeres autónomas y libres. Esto solo será posible si el amor de la madre a su hijo no castra y por el contrario permite que el hijo desarrolle plenamente su personalidad, sin juicios.

Amor como ejemplo

Como madres deseamos que nuestros niños desarrollen una autoestima sólida, que se amen y respeten a sí mismos. Sin embargo, hemos de recordar que los niños reproducen las conductas de los padres, estos son sus primeros y principales modelos a seguir.

Por ello trabaja en ti misma y en qué le estás mostrando a tu pequeño sobre el amor propio. Una madre exitosa que muestre confianza, una sana autoestima y se ame a sí misma será el mejor reflejo del amor que quiere luego ver en su hijo. Además, recuerda que tu hijo se amará a si mismo del mismo modo en que tú lo ames, tu sentarás el precedente.


7525524094_c0702a74a1_z

Una madre ama a su bebé cuando se ama a sí misma

Amar a tu hijo con todo tu ser no implica abandonarte. Al contrario, la sana armonía entre tus necesidades y las de tu hijo son importantes para evitar que el demandante rol de madre te arrolle y llene de estrés. Si no te satisfaces a ti misma y te procuras bienestar y felicidad terminarás culpando a tu pequeño de tu sacrificio. Hazte responsable de ti para no cargarle con ese peso.

Respeto

Por último recuerda que el respeto es fundamental en la relación madre e hijo, y que es un carril de ida y vuelta. Debes enseñar a tu hijo a respetarte y a asumir los sanos límites que impongas. Pero también debes ser consciente de que tu pequeño también merece toda tu consideración. No existe amor real si no proviene del respeto.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.