Técnica de la rana: un ejercicio para el autocontrol infantil

¿No sabes de qué manera enseñarle a tu hijo a controlarse? La técnica de la rana es una alternativa que vale la pena conocer y poner en práctica.
Técnica de la rana: un ejercicio para el autocontrol infantil
Andrés Felipe Cardona Lenis

Revisado y aprobado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona Lenis.

Última actualización: 04 diciembre, 2021

El autocontrol infantil es muy importante en la vida, no solo para los niños sino también para la familia. Sin embargo, la habilidad de controlarse a sí mismos en cualquier tipo de situación debe ser aprendida y requiere de tiempo y de mucha paciencia.

Por suerte, existen algunos ejercicios enfocados en el autocontrol infantil, los cuales pueden se llevados a cabo por los peques sin problemas. Uno de ellos es la técnica de la rana, ¿has escuchado hablar de ella?

En el siguiente artículo conocerás en qué consiste, cómo ayuda a los niños en el manejo de su conducta y, por supuesto, de qué manera implementarla. ¡No te lo pierdas!

La técnica de la rana y el autocontrol infantil

En términos generales, la técnica de la rana sobresale como un ejercicio para el autocontrol infantil. Consiste en un método de relajación sencillo, que pueden realizarlo los niños a partir de los 5 años de edad.

Este método fue desarrollado por Eline Snel y en su libro manifiesta el fundamento:

“Tranquilos y atentos como una rana. La meditación para niños…con sus padres”.

Con esta sencilla frase expresa su objetivo primordial: lograr la comunicación asertiva de los sentimientos por parte de los niños. Sumado a ello, dicha técnica también enseña sobre el manejo de la respiración profunda y la conexión entre el cuerpo y la mente.

Beneficios de la técnica de la rana

Aunque el objetivo primordial de la técnica de la rana consiste en el autocontrol infantil, este no es su único beneficio. Realizar este ejercicio de forma regular contribuye al desarrollo de diversos aspectos positivos de los pequeños, como los que te compartimos a continuación.

Mejora la atención y la concentración

Con el fin de ejecutar la técnica, los niños deben prestar atención al paso a paso. De esta manera, se estimula la capacidad de concentración.

Por otra parte, el manejo de la respiración contribuye a la observación detenida de los objetos y de las personas. Razón por la cual, la atención también se ejercita.

Evita las situaciones de impulsividad

La hiperactividad llega a ser normal en ciertos momentos del día. Los niños acumulan energía y tienen la necesidad constante de explorar el entorno que los rodea. Esto puede motivarlos a realizar acciones por impulso.

Sin embargo, todo tiene un límite y la impulsividad no es la excepción. Por medio de la técnica de la rana es posible conseguir un mayor autocontrol y evitar este tipo de situaciones de forma constante.

Fortalece las relaciones interpersonales

La técnica de la rana puede ser realizada de forma individual o grupal. Al llevarse a cabo en grupos, se obtiene el beneficio de la interacción entre pares, lo cual fortalece las relaciones sociales de los niños en el aula.

Incluso, puede volverlos un poco más tranquilos a la hora de comunicarse y al desarrollar otro tipo de actividades.

¿Cómo se practica la técnica de la rana?

Para realizar la técnica de la rana debes comenzar por explicarle a los niños cómo se hace.

En primer lugar, deben sentarse en el suelo con la espalda completamente recta, con los brazos a cada lado del cuerpo y con las piernas cruzadas por delante. A partir de allí, es necesario controlen la respiración, tomen aire por la nariz y lo expulsen por la boca.

Básicamente, esta es la técnica. No obstante, muchas veces es necesario añadir un porcentaje de entretenimiento y juego, con el fin de motivar a los niños a realizarla.

Mientras los niños se encuentran en posición, diles que utilicen su imaginación para ubicarse en un pantano, el hábitat natural de las ranas. Pueden cerrar los ojos para lograr que el cerebro haga un mejor trabajo.

Una vez allí con la mente, deben respirar como estos animales: tomar el aire por la nariz, hinchar su pecho o su estómago y luego, expulsarlo de manera controlada y armoniosa.

A la vez que se desarrolla la técnica de la rana, los niños deben reflexionar acerca de sus emociones, las situaciones vividas en el día y los sentimientos que estas les han despertado.

Lo ideal es procurar calmar los sentimientos negativos y tratar de canalizarlos a través de la respiración.

Importancia del autocontrol infantil

Madre e hijo gritando porque no tienen autocontrol.

El autocontrol es fundamental en la vida del ser humano, tanto para los niños como para los adultos. No obstante, este aspecto suele aprenderse y construirse a través de la experiencia.

A medida que los niños crecen, experimentan diversas emociones y comprenden el modo de asimilarlas. En este sentido, el autocontrol infantil les permite comunicarse con su entorno social de forma apropiada.

Por eso, a través de esta técnica, tus hijos pueden aprender a comunicarse con otros niños, respetar sus decisiones y comprender las normas de comportamiento frente a una situación específica.

Para desarrollar autocontrol infantil con la técnica de la rana debes ir con calma

La técnica de la rana sobresale como un ejercicio eficaz para desarrollar el autocontrol infantil. Sin embargo, no significa que los niños lo adopten con facilidad ni lo incorporen a sus hábitos de la noche a la mañana. Recuerda que no todos los pequeños se motivan de la misma forma.

Por lo tanto, te aconsejamos ir con calma, no forzar a los peques a realizar este tipo de ejercicio, ni ningún otro. Lo ideal es que no se sientan obligados y puedan descubrir la motivación por sí mismos. Busca alternativas que le gusten, sé paciente y por supuesto, comprensiva.


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