Cómo prevenir y tratar las marcas de varicela

La varicela es una enfermedad que se caracteriza por una erupción en la piel y por la fiebre. Si se toman las medidas correctas de cuidado, se pueden evitar las marcas en el futuro.

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Las marcas de varicela son lesiones que rara vez se pueden evidenciar en la consulta médica. Esto se debe a las medidas y cuidados que se tomen durante la enfermedad para evitar la evolución de las mismas. Se trata de una patología muy contagiosa que presenta intenso prurito y posterior rascado, con la consecuente generación de las lesiones cicatriciales.

¿Qué es la varicela?

La varicela es una enfermedad infecciosa de origen viral con un gran poder de contagiosidad que afecta de manera preferencial a los niños. De hecho, más del 90 % de las personas no vacunadas se infectan. Además, se produce a diferentes edades y en distintas partes del mundo.

Los síntomas típicos abarcan una erupción cutánea con intenso prurito y ampollas rojas, acompañada de fiebre leve. Además, la erupción se desarrolla primero en la cara y el torso. Luego, se extiende al cuero cabelludo, los brazos y las piernas. La picazón intensa es el mayor problema de la patología, debido a que suele dificultar el sueño.

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¿Como prevenir las marcas de la varicela?

La enfermedad de la varicela se caracteriza por la presencia de diferentes tipos de lesiones en la piel de manera simultánea. Es decir, se pueden observar ampollas, costras o lesiones residuales en el mismo momento. A continuación, conoce cómo prevenir las marcas que ocasiona esta afección.

Si bien la varicela afecta principalmente a los niños, los adultos también pueden padecerla. Evitar el rascado, entre otras medidas, es clave para prevenir que queden marcas luego de la enfermedad.

Evitar el rascado

El síntoma que predomina sobre el resto es el prurito extremo, lo que genera una necesidad imperiosa de rascarse. Las marcas residuales tienden a producirse cuando se restriegan las lesiones propias de la varicela. Evitar esto es una de las premisas para respetar, debido a que previene la sobreinfección de la superficie cutánea y las cicatrices en el futuro. También, el recorte de las uñas y el aseo de las mismas contribuye a evitar frotarse e infectar las lesiones.

Utilizar prendas de vestir adecuadas

La picazón puede ser acentuada por el uso de determinadas prendas. Por lo tanto, se recomienda vestir aquellas que son más holgadas y de fibras naturales. Las telas sintéticas y muy apretadas no calman la sensación de picazón y pueden provocar irritaciones en las pieles sensibles o en las lesiones desarrolladas en la varicela. Incluso, el uso de demasiada ropa a la vez estimula la transpiración y la consecuente picazón.

Utilizar protección solar

Como toda cicatriz reciente, las lesiones residuales de la varicela no deben exponerse a los rayos ultravioleta. Para ello, deben cubrirse con las prendas de vestir y siempre hay que utilizar protector solar. Este debe tener como FPS 50 o más y su aplicación se tiene que renovar cada dos horas. La exposición solar provoca estimulación de la melanogénesis e hiperpigmentación de las lesiones. Por su parte, la American Academy of Dermatology Association recomienda de manera rotunda el uso de protector solar sobre cicatrices para evitar el desarrollo de cáncer de piel.

Recurrir a la medicación antipruriginosa

Cuando la picazón es muy intensa, resulta inevitable rascar las lesiones e incluso lastimarlas. Por ende, lo recomendable es acudir al médico especialista para que indique un fármaco antihistamínico para calmar el prurito y no generar marcas posteriores. La medicación para aliviar la sintomatología puede ser por vía oral, a través de comprimidos o cápsulas, o mediante agentes tópicos. Las lociones de calamina y las pastillas de cetirizina son ejemplos conocidos de ello.

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Recurrir al médico para que indique un fármaco antihistamínico es la mejor opción. Con su aplicación sobre las heridas se logra calmar la picazón y evitar marcas en el futuro.

Tomar medidas de higiene en el baño

A la hora del baño y las duchas, lo ideal es utilizar agua tibia y que la duración de los mismos sea corta. Esto contribuye a mantener intacto el manto lípido protector de la piel para evitar irritaciones posteriores. Además, el uso de jabones neutro o syndet mantiene la piel humectada y disminuye las posibilidades de que se genere prurito por la resequedad de la piel.

Usar aceite de rosa mosqueta

En la actualidad, existen múltiples aceites con funciones medicinales. Uno de ellos, es el de rosa mosqueta, que es de gran utilidad para el cuidado de la superficie cutánea. Este presenta importantes características beneficiosas en el tratamiento de estrías, cicatrices y flacidez de la piel. Esto es gracias a su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, ácido linoléico, ácido linolénico y vitaminas A, E y C (asociados con la síntesis de colágeno).

De acuerdo con estudios de la Revista de cosmética, ciencias y aplicaciones dermatológicas, el uso de aceite de rosa mosqueta dos veces al día, durante 3 meses, puede beneficiar la apariencia de una cicatriz.

Mejor prevenir que tratar las marcas de la varicela

Si bien las marcas que se desarrollan por haber padecido varicela son tratables, lo ideal es prevenirlas en el momento de cursar a enfermedad. Las medidas de cuidado más importantes para evitar permanecer con estas marcas son el uso de protector solar de manera diaria y constante y evitar el rascado de las lesiones. Es decir, se debe dejar que las costras se desprendan por sí solas.

Bibliografía

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