Los pies de los bebés no huelen mal, salvo en determinadas ocasiones. Cuando esto ocurre, se pueden poner en práctica algunas medidas para prevenir esta afección y cuidar bien de ellos. Por eso, no hay que alarmarse cuando los pequeños no tienen el olor particular y agradable que suelen tener. Sigue leyendo para conocer más sobre el tema.
¿Por qué los pies de los bebés huelen mal?
Una de las funciones más importantes de la superficie cutánea es eliminar el exceso de calor de nuestro organismo. Para esto, el cuerpo realiza un proceso a través de la sudoración. Además, de acuerdo con Kidshealth, la planta del pie es una de las zonas del cuerpo que presenta mayor concentración de glándulas sudoríparas. En consecuencia, los niños y los bebés sudan 2 o 3 veces más respecto de los adultos y existe un exceso de humedad alrededor de los pequeños dedos de los pies.
No obstante, el sudor no huele, sino que son las bacterias que se encuentran en las plantas de los pies de los bebés las que se descomponen y emiten mal olor. Asimismo, el sudor de los bebés no suele tener un olor tan hediondo como el de los adultos debido a que aún no tienen las glándulas apocrinas activadas (lo que sucede en la pubertad).
Cuidados para prevenir que los pies de los bebés huelan mal
Existen muchas medidas que pueden ayudar a mantener los pies de los bebés en buenas condiciones y saludables. Si bien no se aconseja bañar a los pequeños con demasiada frecuencia para evitar la sequedad de la piel, sí se deben limpiar el cuello, las manos y los pies regularmente.
Elegir calcetines de algodón
Los calcetines más recomendados son aquellos de tela transpirable y liviana como la lana, el algodón o algún tejido especial. Por lo contrario, se aconseja evitar las medias de poliéster, de nylon o aquellas que otorguen poca ventilación. El tipo de tela de las prendas de vestir o los calcetines puede tener efectos importantes en la absorción de la humedad y ser una de las causas para que los pies de los bebés huelan mal. También es aconsejable, de vez en cuando, que los pequeños puedan caminar o estar descalzos para favorecer su correcto desarrollo y no retener demasiada humedad.
Utilizar los zapatos adecuados
Lo ideal es evitar los zapatos confeccionados con materiales sintéticos, ya que los pies de los bebés transpiran y necesitan mantenerse al aire libre. Incluso, el calzado ajustado tiende a aumentar el olor de los pies debido a la falta de circulación. Por lo tanto, este debe ser óptimo, que brinde comodidad y que no genere daños en su delicada y suave piel.
Las suelas flexibles son las más apropiadas. También, es necesario que el peso del calzado no sea demasiado. No obstante, además de ser estéticamente bonitos, deben ser funcionales, estimular el desarrollo del bebé y preservar la salud de sus pies.
Lavar el calzado con regularidad
Lavar los calzados de manera regular asegura que se eliminen los olores de los pies. De hecho, algunos de ellos son compatibles para lavar a máquina y luego secarlos al sol. Se debe procurar no repetir el uso del mismo calzado por varios días seguidos para evitar la proliferación de bacterias.
Mantener una higiene correcta
La National Health Service recomienda lavar los pies con agua y jabón. Es una buena indicación para que no huelan mal. Además, se deben secar de manera correcta, en especial entre los dedos, para evitar la maceración. Por su parte, las uñas deben mantenerse higienizadas y cortas, no solo para evitar malos olores, sino también para no lastimarse al rozarse con ellas.
Usar plantillas en el calzado
El uso de plantillas puede contribuir a evitar el mal olor de los pies en los niños pequeños y bebés. Por ende, luego de su uso, se recomienda dejar ventilar al menos por un día para que se sequen y se evite el desarrollo de microorganismos. A su vez, nunca hay que colocar el calzado sin calcetines, ya que se incrementa la cantidad de sudoración y el crecimiento de sustancias que van a generar el mal olor.
Garantizar el libre movimiento
El desarrollo de los músculos se produce a partir de las patadas y los movimientos que realiza el niño. Por esto, los pies deben encontrarse activos y no limitados por prendas demasiado ajustadas. En general, existen recomendaciones para mantener a los bebés descalzos y así estimular el desarrollo del sistema nervioso e intelectual, ya que poseen mayor sensibilidad en los pies respecto de sus manos. Incluso, mantener al aire libre los pies de los pequeños ayuda a prevenir que huelan mal.
Los pies de los bebés y el mal olor
Los pies de los bebés huelen mal cuando existe una higiene deficiente, el uso de un calzado de mala calidad o materiales inadecuados que no permitan la transpiración. No suele ser una afección grave y que se relacione con otras enfermedades, pero sí molesta y antiestética, por lo que requiere de medidas higiénicas para manejarlo.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Why do feet stink? https://kidshealth.org/en/kids/feet-stink.html
- How to stop smelly feet 〔Internet〕Disponible: https://www.nhs.uk/live-well/healthy-body/how-to-avoid-smelly-feet/
- Mogilnicka, Izabella et al. “Microbiota and Malodor-Etiology and Management.” International journal of molecular sciences vol. 21,8 2886. 20 Apr. 2020, doi:10.3390/ijms21082886