La pedagogía de Ferrière

Pensar una escuela activa con niños independientes fue uno de los grandes aportes de la pedagogía de Ferrière. En este artículo conoceremos más sobre su pensamiento educativo.
La pedagogía de Ferrière
María Matilde

Escrito y verificado por la pedagoga María Matilde.

Última actualización: 26 enero, 2022

Adolphe Ferrière fue un pedagogo Suizo nacido en Ginebra en 1879. Sus ideas sobre la educación y la pedagogía supusieron grandes cambios y avances respecto de la enseñanza tradicional de la época. Además, muchos de los principios fundamentales de la pedagogía de Ferrière siguen vigentes y tienen gran impacto en la escuela y en la educación actual.

Principales características del pensamiento y la pedagogía de Ferrière

Enmarcado dentro del movimiento de la Escuela Nueva, o incluso para muchos autores, precursor de ella, Ferrière desarrolló toda una propuesta de renovación de la escuela tradicional. En ella, su foco de atención estaba puesto en la figura del niño y en sus requerimientos. Así como también, en la necesidad de captar su atención como condición para hacer posible su aprendizaje.

En la línea de la Escuela Nueva y de los pedagogos, filósofos, psicólogos y otros profesionales que formaron parte de ella, Adolphe Ferriére propugnaba una educación en libertad. Y  también una educación para la vida, conectada al ámbito del trabajo.

En este sentido, la principal aportación de Ferièrre es su defensa de una escuela activa, haciendo hincapié en el uso de métodos de enseñanza también activos. Métodos cuyos objetivos eran despertar la curiosidad, la creatividad y desarrollar la capacidad de observación e investigación en los niños.

Niños al aire libre aplicando la pedagogía de Ferrière.

“El ideal de la escuela activa es la actividad espontánea, personal y productiva”.

-Adolphe Ferrière-

Principios psicopedagógicos fundamentales de la propuesta educativa de Ferrière

  • La educación debe asentarse en la confianza y en la autenticidad, y basarse en una relación cotidiana con los niños.
  • La infancia debe ser responsable y a la vez feliz. Según Ferrière, es una cuestión de honor para los niños hacerlo todo solos. Y el papel de los mayores es ayudar a los más pequeños.
  • Las actividades en la naturaleza son primordiales y el aire libre una regla de higiene para los niños. Así, ellos pueden recoger leña, subirse a los árboles y cuidar el jardín.
  • El aprendizaje se basa en la movilización de centros de interés tomados de la vida corriente. Es decir, los niños aprenden a leer designando objetos del entorno cotidiano, dibujan una planta recogida del jardín y hacen cálculos jugando a las tiendas.
  • El trabajo individual es alternado con el trabajo colectivo. Y, además, este último debe desarrollarse sobre la base de explicaciones para todos los alumnos.
  • La educación debe basarse en la autodisciplina y en la solidaridad. Y debe también, construirse sobre la felicidad de aprender y no en las lecciones.
  • Sin la necesidad de la violencia, la culpabilidad o las sanciones, todo puede permanecer limpio y en orden.
  • Todos los niños pueden poner a prueba sus cualidades particulares y, así, explotarlas en la medida de sus posibilidades.
  • Los maestros debían enfatizar la gimnasia, los juegos y la artesanía en las materias que impartían.
  • Las evaluaciones se basaban en test individuales y en la participación en charlas y debates colectivos. Dinámicas para poner en común, contrastar y compartir las experiencias vividas en las diferentes actividades de aprendizaje.

La actividad y la autonomía en la pedagogía de Ferrière

En la propuesta educativa y pedagógica de Ferrière destaca la formación de un niño capaz de lograr una relativa autonomía en su proceso de aprendizaje. A la par, que pueda ser capaz de mantener un cierto orden en el desarrollo de actividades predominantemente activas.

Es decir, es interesante el planteamiento de Ferrière en cuanto a una enseñanza cuyo objetivo es la independencia, la autodisciplina y el autogobierno. Poniendo de relieve la poca presencia del adulto en el proceso de aprendizaje. Para ello es fundamental la confianza del educador en el niño, en lo que respecta a la delegación de responsabilidades.

Educar en pareja es una labor en equipo.

En este sentido, la pedagogía de Ferrière significó un gran avance respecto de la figura tanto del docente como del alumno. Para este pedagogo, la atención debía focalizarse en el niño y no en la clase magistral del adulto. Además, debía tratarse de una enseñanza diferenciada según la etapa correspondiente al desarrollo de cada educando.

Sobre el legado de la pedagogía de Ferrière

Al igual que las ideas pedagógicas de otros pensadores del movimiento de la Escuela Nueva, su propuesta teórica y metodológica de una escuela activa, sigue aún vigente. Podríamos decir que la organización de nuestra actual Educación Infantil se basa en las ideas centrales y progresistas de Ferrière.

Ideas como la consideración de las necesidades del niño y la importancia de despertar su interés a través de la actividad, como condición para su aprendizaje y el desarrollo de su potencial. O bien, el objetivo prioritario del desarrollo de la autonomía personal en la educación de los niños.

En tal sentido, debemos remarcar la defensa, por parte de Ferrière, de la libertad del niño. Idea fundamental sobre la que se basa nuestra educación actual.


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