5 manualidades para trabajar la inteligencia emocional

Reconocer el enojo, la tristeza, la alegría o la felicidad, no es fácil para los niños. ¿Pero sabías que sus manos los pueden ayudar?
5 manualidades para trabajar la inteligencia emocional

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 16 abril, 2022

Una forma de enseñarles a los niños a identificar las emociones, tanto las propias como las ajenas, es a través de las manualidades para trabajar la inteligencia emocional.

En los primeros años de la vida se desarrollan las habilidades motoras, cognitivas y de la comunicación. Al mismo tiempo, se aprenden las competencias sociales y se descubren los sentimientos y las emociones. Estas últimas, según la investigación del Centro para el Desarrollo del Niño de la Universidad de Harvard, forman parte de la arquitectura cerebral normal, pero su evolución está muy influenciada por el entorno.

Por esta razón, tanto los padres como los maestros, podemos hacer mucho para trabajar la inteligencia emocional de los pequeños. Ya sea a través de la incorporación de la lectura de cuentos, de los recursos audiovisuales y también, de ciertas manualidades que permitan comprender qué son y cómo se expresan las emociones.

A continuación, te compartiremos algunos proyectos de manualidades de este tipo que son fáciles, divertidas y sencillas. Verás que los niños las podrán hacer con elementos que hay en casa, sin necesidad de ponerse en gastos.

¡Manos a la obra!

Alegría, tristeza, enojo: cómo moldear las emociones con manos de niño

¿Te has puesto a pensar cómo influyen tus manos en la regulación de tus emociones? Pues entonces, prueba estas manualidades junto a tus pequeños y descubrirás la respuesta.

1. Caritas de plastilina

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La plastilina es un recurso ideal para crear, modelar y dar vida a los distintos personajes y sus emociones.

La plastilina es un material ideal para utilizar con los más pequeños, ya que es fácil de usar, de lavar y de guardar y ¡a los niños les encanta!

Materiales que necesitarás

  • Plastilinas de colores.
  • Punzón.
  • Cartón.

Paso a paso

  1. Moldea la plastilina en distintas formas de caras: redondas, ovaladas, triangulares. También, puedes elegir por colores, como el rojo para una cara enojada o el amarillo para un rostro feliz.
  2. Marca con el punzón los ojos y la boca con las diferentes expresiones.
  3. Coloca las caritas sobre el cartón y enséñale a los niños los nombres de cada emoción.

2. Primavera de emociones

Cuando se acerca la estación de las flores podemos planificar una manualidad para trabajar las emociones. Esta tarea es ideal para hacer con niños que ya saben escribir y leer.

Materiales que necesitarás

  • Cartulinas de colores.
  • Lápiz para dibujar.
  • Plantillas con figuras de flores.

Paso a paso

  1. Busca e imprime plantillas de flores con pétalos.
  2. Pasa las formas a las cartulinas de colores y recórtalas por partes.
  3. Habla de las emociones y escribe su nombre en cada pétalo.
  4. Arma las flores y ¡aprovecha para darle a tu casa una decoración primaveral!

3. Dibujar y pintar las emociones

Las artes plásticas se reconocen como una de las mejores maneras para expresar y reconocer todo tipo de sentimientos y emociones en uno mismo y en los demás.

Materiales que necesitarás

  • Acuarelas o témperas de colores.
  • Lápiz negro.
  • Papel blanco.

Paso a paso

  1. Propón un tema para que los niños lo desarrollen libremente. Puede ser la familia, una casa o caritas.
  2. Cuando terminen, abre un debate en grupo para interpretar entre todos las emociones cada dibujo. Por ejemplo, ¿por qué pintaste a mamá con esa cara?, la carita roja, ¿qué significa?
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El dibujo y la pintura permiten ilustrar aquello que no podemos expresar con palabras.

4. Caretas de caritas

La representación teatral es una forma eficaz de aprender a reconocer emociones. Y además, es un vehículo de expresión fantástico.

Materiales que necesitarás

  • Plantillas impresas de emoticones.
  • Cartulina.
  • Pegamento.
  • Paletas de madera.

Paso a paso

  1. Imprime emoticones de unos 20 cm de diámetro y con diferentes caras: tristeza, enojo, alegría, miedo y sorpresa.
  2. Pega la carita en la cartulina y recórtala.
  3. Fija la paleta de madera en el lado de atrás para armar las caretas.

5. Molinos para manejar las emociones

Aprender a respirar es fabuloso para controlar las emociones y por eso, esta manualidad es tan interesante.

Cuando los niños soplen el molino podrán comprobar si lo hacen de forma tranquila o agitada, cómo se sienten ellos en ese momento y cuánta energía consumen en cada caso.

Materiales que necesitarás

  • Cartulina de colores.
  • Lápiz negro.
  • Regla.
  • Tijera.
  • Cartón grueso.
  • Chincheta de dos patas.

Paso a paso

  1. Dibuja sobre la cartulina un cuadrado de 12 centímetros de lado y recórtalo.
  2. Marca cuatro diagonales desde las puntas hasta el centro y recorta dejando un espacio en el centro.
  3. Lleva las puntas hacia el centro y pégalas.
  4. Corta el cartón grueso en forma de paleta, de unos 3 cm de ancho por 20 cm de largo.
  5. Para terminar, haz un agujero en el medio de la flor, pasa una chincheta y engancha la paleta de cartón.
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Los molinos se mueven según el viento que sopla. Y las emociones que sentimos nos hacen respirar con distintas energías. Así, los peques podrán saber de cuál se trata.

Beneficios de las manualidades para trabajar la inteligencia emocional

La educación evoluciona día a día y uno de los temas que se ha incorporado al proceso de enseñanza-aprendizaje es el desarrollo de la inteligencia emocional.

En la educación infantil, una de las maneras de abordar el tema de las emociones es a través de actividades manuales. Esto le aporta a los niños muchos beneficios, como los siguientes:

  • Ayuda a expresar las emociones de forma lúdica.
  • Fomenta el desarrollo de la motricidad fina, a la vez que se genera un espacio para aprender y compartir.
  • Contribuye a la identificación de las emociones, como la alegría, el enojo, la tristeza, el asombro, entre otras.
  • Permite exteriorizar las emociones, lo cual es clave para poder entablar relaciones personales saludables, ya sea familiares, personales o laborales.

El psicólogo Jaak Panksepp postula que las emociones responden a las características biológicas del funcionamiento cerebral y que están profundamente arraigadas a él durante la infancia. No obstante, los padres y los maestros debemos ayudar a potenciar el desarrollo emocional de nuestros niños.

El tiempo que les dedicamos, las actividades que les proponemos y los ambientes saludables que les proporcionamos a nuestros peques contribuyen al aprendizaje de la gestión de las emociones de una forma inteligente y beneficiosa para la vida.


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