¿Los bebés reconocen las emociones?

Los bebés reconocen las emociones de las personas que les rodean. Esto les ayuda a comunicarse con sus padres desde que nacen y es la primera herramienta de la que disponen. Si te interesa este tema, no dejes de leer.
¿Los bebés reconocen las emociones?
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 19 diciembre, 2022

La mayoría de los padres cree que los bebés, al menos hasta los 6 meses, no son capaces de reconocer las emociones de los demás, pero se equivocan. Los recién nacidos pueden distinguirlas desde el mismo momento en que salen del vientre de la madre, aunque esa percepción se perfeccione a medida que crece.

Los bebés tienen la capacidad de entender y de comprender de forma casi inmediata las sensaciones que las demás personas transmiten a través del rostro y de su voz. Seguro que alguna vez has observado que tu pequeño sonríe si te ve a ti sonreír, pero si te ve triste, parece que pone cara de preocupación. Incluso, si estás estresada, él estará más irritable. Esto es porque su única herramienta para comunicarse con quienes les rodean es expresar las emociones y entender las que ven en los demás.

En este artículo te contamos más, ¡no te lo puedes perder!

Cómo los bebés reconocen las emociones

Según un estudio realizado por psicólogos y neurólogos, el sentimiento que primero identifican los bebés es el de la tristeza. Se descubrió que entre los 3 y los 7 meses son capaces de reconocer esta emoción y que lo hacen al reconocer el tono de voz de la madre. De ese modo, el sentido del oído en un recién nacido es muy importante para entender el mundo que le rodea, por eso es uno de los primeros en desarrollarse. A través de la percepción de las distintas emociones, los pequeños comienzan a generar la empatía.

Otra investigación determinó que los bebés, a partir de los 5 meses, pueden “identificar, diferenciar y comparar distintas expresiones afectivas de otros niños”. De esa manera, son capaces de reconocer de dónde proviene el llanto, o si este es de otro niño o de su hermano. En este trabajo, a los pequeños no se les presentaban las voces y las imágenes de los bebés al mismo tiempo. Es decir, que este reconocía la sonrisa del otro con solo mirarlo, sin la necesidad de escucharlo. De igual forma, solo con oírlo, y sin verlo, el bebé sonreía también.

Desde muy pequeños, los niños aprenden a diferenciar la risa y el llanto. El sonido de estas emociones es distinto y, poco a poco, los bebés comienzan a captar esas diferencias, por lo que a los pocos meses ya son capaces de distinguirlas.

Mamá fomentando el lenguaje no verbal con su bebé.
Los bebés logran diferenciar la risa y el llanto desde muy pequeños a través del sonido y de las expresiones de las demás personas.

Los bebés reconocen las emociones de sus padres

Los bebés reconocen y sienten las emociones que suceden a su alrededor. Por lo tanto, si estás triste, él lo notará y se mostrará más irritable; mientras que, si te siente feliz, él también estará contento. ¿Cómo le afectan al bebé los distintos estados de ánimo de sus padres? Te lo contamos a continuación.

Las emociones de su entorno y el estrés de los padres

Cuando nos sentimos cansados, el estrés se contagia a los pequeños. Esto ocurre porque cuando tenemos nuestra mente ocupada en distintos asuntos que nos preocupan, nos concentramos menos en lo que necesita nuestro pequeño, por lo que el bebé puede notar cuándo el estrés de sus padres aumenta. Con esto, también puede experimentar soledad y miedo, lo cual le puede ocasionar inseguridades a las que en un futuro será difícil poner solución.

Por lo tanto, si nos encontramos estresados, es importante tratar de no llevarlo a nuestra vida privada. Incluso, de ser necesario, es buena idea buscar ayuda para gestionar las emociones y criar a nuestros pequeños de forma correcta.

La importancia de controlar las emociones alrededor del bebé

Todos los padres, incluso los más agradables, tienen días o determinados momentos en los que emocionalmente no se encuentran bien. Puede que estén cansados por el exceso de tareas del día a día, o que se sientan frustrados porque algo no les salió bien. A pesar de que todas estas situaciones sean normales y comunes a todos, es importante que aprendamos a combatir aquellos sentimientos negativos que aparecen y hacerlo de una forma sana.

No debemos olvidarnos que los bebés progresan cuando hay a su alrededor personas positivas y felices. Por ello, es necesario evitar aquellas emociones negativas que puedan perjudicar a nuestros pequeños. Puede ayudarnos el hecho de tomarnos un descanso del bebé cuando sentimos que estamos por estallar, y así protegerlo de esas emociones negativas . Para eso, podemos contar con la ayuda de nuestra pareja o de alguna persona de confianza.

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Contar con la ayuda de tu pareja, de los abuelos o de otra persona de confianza cuando lo creas necesario, te ayudará a descansar y te permitirá estar mejor de ánimo luego, cuando vuelvas a compartir el tiempo con tu bebé.

Actividades para relajarse

Para desconectarse un poco y evitar contagiarle nuestra angustia al bebé puede ser de gran ayuda realizar alguna de las siguientes actividades:

  • Meditar.
  • Hacer respiraciones profundas
  • Escuchar música relajante.
  • Darse un baño con espuma.
  • Llamar a una amiga para que nos anime.

Sobre que los bebés reconocen las emociones

Ya has podido ver en este artículo que los bebés reconocen las emociones desde muy temprana edad. Además, son capaces de expresar sus emociones a través de su voz, de su postura o de su expresión facial desde que nacen, para así ayudar a las personas que los cuidan a identificar cuál es su estado de ánimo. Esta capacidad es importante para ellos, ya que es la primera herramienta de la que disponen para comunicarse con la gente que se encuentra a su alrededor.

Por lo tanto, debes cuidar tus emociones, puesto que los niños son capaces de detectarlas. Como ya hemos dicho anteriormente, los bebés se desarrollan mucho mejor si están acompañados de personas positivas y felices. Así que, no te olvides de sacar tu mejor sonrisa para regalársela a tu pequeño.


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  • Jeta, P. M. P. A. (1998). El desarrollo emocional infantil (0-6 años): Pautas de educación. In Ponencia presentada en el congreso de Madrid. España.
  • Pérez-Sánchez, M. (1983). Observación de bebés: relaciones emocionales en el primer año de vida. In Observación de bebés: relaciones emocionales en el primer año de vida (pp. 208-p).

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