La importancia de la imagen personal para un adolescente

La imagen personal es la forma que tiene el adolescente de decirle al mundo: "este soy yo". Comprender su importancia nos permitirá guiarle en la búsqueda de su identidad.
La importancia de la imagen personal para un adolescente
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 12 febrero, 2022

Nuestra imagen personal es nuestra tarjeta de visita, la mayor forma que tenemos de presentarnos ante el mundo y ante los demás, de decir: esto es lo que soy. Por ende, es lógico que esta cobre una gran relevancia durante la adolescencia, una época que se caracteriza por la búsqueda de la propia identidad.

Muchos jóvenes pueden llegar a obsesionarse con la imagen que transmiten, hasta el límite de llevar a cabo conductas nocivas o peligrosas. Por ello, como padres, hemos de comprender y guiar esta búsqueda, respetando su importancia y potenciando una autoestima sólida.

La imagen personal y la identidad

Con la adolescencia, llega la necesidad de establecer una identidad propia. Sin embargo, descubrir quién eres no resulta una tarea sencilla, y la respuesta se obtiene, muchas veces, tras un proceso de ensayo y error.

La imagen personal es una de las mayores herramientas con las que cuentan los menores para expresar esa nueva y preciada identidad. Pero, si tenemos en cuenta que esta aún no está totalmente establecida, es lógico encontrar a los adolescentes transitando de una apariencia a otra, de un estilo a otro.

Adolescente buscando su imagen personal para encontrar su identidad.

El problema surge cuando la presión social y la inseguridad toman el control del proceso. Cuando esto ocurre, las apariencias terminan cobrando una excesiva importancia y la esencia personal queda en el olvido. Para ayudar a nuestros hijos a desarrollar una adecuada imagen personal, hemos de conocer los elementos que la componen.

¿De qué se compone la imagen personal?

  • Apariencia externa: la imagen visual que presentamos ante los demás. Esto incluye vestimenta, maquillaje, accesorios o perfume. Así como la higiene personal o la imagen corporal. Es el aspecto exterior que otros perciben al mirarnos.
  • Expresión: gestos, posturas, movimientos, estilo comunicativo. Son los elementos que entran en juego cuando estamos en movimiento. Nuestro tono de voz, hacia dónde dirigimos la mirada, las expresiones que utilizamos al hablar. Todo esto proporciona importante información sobre nuestra personalidad.
  • Actitud: es la esencia que queda impregnada en cada uno de nuestros actos. El hilo conductor de nuestro desempeño, la huella global que dejamos en los demás. Así, podemos mostrar una actitud servicial, indiferente, despreocupada, provocativa o benévola.

Todos estos elementos han de servirnos para exteriorizar, de forma natural, quiénes somos. Sin embargo, los adolescentes pueden caer en el error de anteponer su imagen a su persona. De tratar de utilizar la apariencia para formar un personaje que, creen, obtendrá aceptación y reconocimiento social.

Así, pueden embarcarse en peligrosas restricciones alimentarias para lograr una imagen corporal más delgada. O pueden actuar con indiferencia a pesar de estar inundados de sentimientos interiormente. Evidentemente, esto es dañino y perjudicial, y entorpece el descubrimiento de su verdadero ser. Por ello, como padres, podemos poner en marcha ciertas estrategias que nos ayuden a prevenir estos estragos.

¿Qué podemos hacer como padres?

  • Entiende la etapa vital que está atravesando tu hijo. Restar importancia a sus preocupaciones por la imagen solo hará que se sienta incomprendido y que no tome en cuenta tus consejos. Trata de ponerte en su lugar.
  • Respeta su necesidad de expresión individual. No trates de imponerle una vestimenta, un peinado o un modo de comportarse. Al fin y al cabo, es su persona la que se está proyectando y es su decisión elegir lo que quiere proyectar.
  • Ayúdale a comprender que la imagen ha de estar al servicio de la persona, y no al contrario. Que es importante que su imagen refleje naturalmente su esencia y su personalidad. Que no necesita aparentar algo que, verdaderamente, no es.
  • Sé una guía y no un juez. Como padre, has de poner ciertos límites para velar por el bienestar de tu hijo. Pero trata de expresarlos siempre desde la coherencia y el respeto. Quizá pienses que tu hijo es muy joven para teñirse el pelo, ya que puede dañarlo. Pero trata de buscar alternativas y llegar a acuerdos como, por ejemplo, un tinte temporal. Es importante que el adolescente perciba que buscas garantizar su bienestar, pero no coaccionar sus deseos.

En suma, la búsqueda de la identidad en la adolescencia es algo natural e inevitable. Igual que también lo es la necesidad de expresarse a través de su imagen personal. En lugar de minusvalorar la importancia que esto tiene para los jóvenes, tratemos de comprender, respetar y orientar. 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • García, L. (2007). La Imagen Personal, un activo muy importante a cuidar.
  • Montt, M. E., & Chávez, F. U. (1996). Autoestima y salud mental en los adolescentes. Salud mental19(3), 30-35.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.