7 claves para gestionar la preadolescencia desde la psicología

Gestionar la preadolescencia significa "barajar y dar de nuevo". Con la llegada de los cambios, también hay que flexibilizar algunas normas y perfilar nuestro rol.
7 claves para gestionar la preadolescencia desde la psicología
Maria Fátima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Última actualización: 04 septiembre, 2022

¿En qué momento crecieron tanto? ¡Qué rápido pasó todo! Estas expresiones dejan ver la sorpresa que nos produce encontrarnos con que los niños empiezan a dejar de serlo y, progresivamente, llegan a la adolescencia. Aprender a gestionar la preadolescencia requiere de una mirada integral y compleja, en donde los adultos deben facilitar dicho proceso. Veamos entonces algunas claves para hacerlo.



7 claves para gestionar la preadolescencia desde la psicología

La preadolescencia es ese período de transición que se presenta entre los 9 y los 12 años. De manera progresiva, implica el abandono de la niñez para iniciar una nueva etapa.

Como todo nuevo comienzo, requiere de una serie de movimientos diferentes en un intento por adecuarnos a esta situación. Veamos entonces algunas recomendaciones para gestionar la preadolescencia desde la Psicología.

1. Aprender a respetar sus tiempos y sus espacios

Es importante que aprendas a descifrar a los chicos. Es decir, quizás empiezan a necesitar un poco más de intimidad y de privacidad, lo que no significa que los sueltes por completo. Se trata de poder encontrar un equilibrio entre el estar presente y el no agobiar o invadir demasiado.

Hablar con los hijos es clave para acompañarlos en este proceso de cambio. Es bueno brindarles información y anticiparles qué es lo que puede suceder.

2. Hablar con los preadolescentes sobre los cambios que están viviendo

Los ritmos biológicos de cada organismo son diferentes. Hay preadolescentes que empiezan a experimentar sus primeros cambios físicos de manera precoz, mientras que otros lo hacen más tarde. Esta evidencia corporal también plantea ciertas inseguridades e incertidumbre. Por eso, lo mejor es normalizar dichos cambios, ofrecerles información y anticiparles qué es lo que va a suceder. Es muy importante saber que esta etapa no siempre los encuentra preparados a nivel psicológico y emocional. De allí la necesidad de poder hacer de puente y ayudarlos a afrontar la situación.

3. Mostrar interés y conversar con los preadolescentes

El diálogo resulta una herramienta de enorme contención y ayuda. Además, deja la puerta abierta para que puedan acudir a ti cuando tengan un problema, sin temor a sentirse juzgados. Es necesario ser parte de su mundo y evitar hacer de ciertos temas un tabú. Es mejor que encuentren respuestas a sus preguntas en casa. Cuando no sepamos algo, podemos investigarlo con ellos o asesorarnos, pero esconder el problema debajo de la alfombra solo traerá un nuevo problema.

4. Cuidar las expresiones que usamos para comunicarnos

Muchas veces, sin darnos cuenta, enfatizamos en el cambio que viven. ¡Ya no eres mi bebé! ¡Qué cambiado estás!, antes no eras así! Estas y otras frases pueden disparar ciertas emociones. A veces, combinan un poco de nostalgia y otras, un poco de queja y de reclamo. Es importante que acompañemos dicho proceso también con el modo en que nos comunicamos con los preadolescentes. Incluso, una manera de establecer proximidad y complicidad también tiene que ver con escuchar y hablar su propio lenguaje. De esta manera, se abre un camino diferente para dialogar.

5. Flexibilizar las reglas

Los horarios, las salidas y los permisos ya no pueden ser como antes. Poco a poco, debemos permitirles a los chicos que empiecen a ejercitar su libertad. De todas formas, siempre debe ser con responsabilidad y de acuerdo con los valores inculcados.

6. Entender sus cambios de humor

La preadolescencia también llega con variaciones en los estados emocionales. En un momento está todo bien con sus amigos y al día siguiente ni se hablan. En primer lugar, es importante tratar de empatizar con ellos en lugar de enojarnos como primera reacción. Luego, debemos orientar sobre la mejor forma de expresar sus emociones.

En la preadolescencia los cambios de humor son recurrentes. Es importante empatizar con los menores y comprender que sus estados emocionales son variables en esta etapa.

7. Conocer a sus amigos

El grupo de pares empieza a cobrar una importancia crucial en la vida de los preadolescentes. Interesarse por quiénes son sus amistades tiene un doble efecto: por un lado, es una forma de implicarse y de mantenerse conectado con los hijos; y por el otro, también tiene un enfoque preventivo, ya que podemos llegar a detectar ciertas situaciones a tiempo.



Gestionarnos a nosotros mismos

La llegada de los niños a la preadolescencia también nos enfrenta, como adultos y progenitores, a una nueva etapa de nuestras vidas. Muchas veces, nos enfocamos en sus cambios y en sus emociones, pero nos olvidamos que también somos parte de todo ese proceso.

De repente, interpretamos este ensayo de su independencia como un abandono y no logramos admitir que, poco a poco, empiezan a abrirse sus propios espacios y a tomar sus propias decisiones. En definitiva, perfilan el camino de su propia identidad y autonomía.

Es absolutamente necesario que estemos cerca de los chicos, pero también que les permitamos equivocarse y que no intentemos resolver todos sus asuntos. Eso sí, siempre debemos acompañarlos. Como adultos, esto nos desafía a un nuevo rol, que significa hacer un duelo sobre la situación anterior: antes esos bebés y niños dependían de nosotros por completo. Ahora, también nos necesitan, pero al mismo tiempo buscan marcar su propio ritmo.

Gestionar la preadolescencia es un trabajo en equipo, en donde tanto el bienestar de los jóvenes como el de los adultos que los acompañan es muy importante.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Márquez-­Cervantes, Ma. Concepción , & Gaeta-­González, Martha Leticia (2017). Desarrollo de competencias emocionales en pre-­adolescentes: el papel de padres y docentes. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 20(2),221-235.[fecha de Consulta 19 de Agosto de 2022]. ISSN: . Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=217050478015

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.