Cómo educar a un niño con mal genio

La mayoría de los niños sacan el mal genio en ciertas ocasiones y es, en parte, porque aún no son capaces de controlar sus emociones. Te enseñamos cómo acompañarlos.
Cómo educar a un niño con mal genio
Mara Amor López

Revisado y aprobado por la psicóloga Mara Amor López.

Escrito por Mara Amor López

Última actualización: 13 abril, 2022

Puede que a los padres nos resulte complicado educar a un niño con mal genio, ya que a veces perdemos la paciencia y la cosa empeora aún más. Hay pequeños que se enfadan con más facilidad que otros, pero en general, todos exteriorizamos el mal humor de tanto en tanto.

Si los padres utilizamos la violencia para controlar la rabia de nuestros hijos, la situación se vuelve más difícil de manejar. Lo primero que tenemos que hacer es reflexionar sobre nuestras conductas, ya que, a veces, nuestra paciencia se agota por causas ajenas a ellos.  

Pero ¡tranquila! Siempre hay tiempo de revisar las estrategias y mejorarlas. Por eso, en este artículo te daremos algunas claves que pueden ayudarte a manejarte con tu niño con mal genio.

Educar a un niño con mal genio: ¿qué pueden hacer los padres para no perder la paciencia?

En muchas ocasiones y por diversas razones, los padres nos sentimos agobiados y estresados y esto nos lleva a perder la paciencia con mucha facilidad. Pero lo mejor para todos es que intentemos autorregularnos y no actuemos de malos modos, sobre todo si nuestro hijo es un niño con mal genio.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Te lo contamos aquí.

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Mantén la paciencia, aun en los momentos de cansancio, y redirecciona la atención de tu hijo enojado para lograr conversar luego.

1. Comprender al niño que tenemos delante

Un niño, por muy mal genio que tenga, no va a enfadarse si no hay algo que lo provoque.

Además, debemos tener en cuenta que en ese momento crítico no se va a poder razonar con él. Entonces, en lugar de usar la violencia, ya sea por medio de gritos o de castigos, lo que debemos hacer es preguntarle qué le pasa y por qué se comporta así.

Si el niño ya habla, le servirá de desahogo y, si no lo hace, sentirá nuestro apoyo y comprensión. Lo más importante es ayudarlo a encontrar una manera más positiva de expresar sus emociones.

2. Ayudar al niño a analizar la situación

Una vez que conozcamos cuál es el motivo de la rabieta o del enfado del pequeño, podemos ayudarle a analizar la situación y darle consejos para solucionarla. Los padres tenemos que guiar a nuestros hijos para que resuelvan los problemas de forma calmada y pacífica, para que a futuro no recurran a la violencia sino a la palabra.

3. Enseñarle a expresar sus emociones de otra manera

Los niños no saben cómo manejar las emociones y los padres debemos estar cerca para orientarles en ese proceso.

Podemos apoyarnos en los libros o en los cuentos orientados a enseñar a manejar las emociones, así como también en videos o en juegos. Cualquier recurso atractivo para ellos los ayudará a expresar sus emociones de una forma más calmada.

Recomendaciones para educar a un niño con mal genio

Educar a los niños no es tarea sencilla y si además tienen un carácter fuerte y sacan su mal genio con facilidad, la cosa se complica bastante para los progenitores.

Vamos a darte algunas recomendaciones para educar a un niño con mal genio.

1. Promoverle la práctica de actividad física y deportiva

Estas actividades son muy recomendables para los niños con mal genio, ya que les permite canalizar esa energía extrema y modular su carácter. El kárate es uno de los deportes indicados para estos pequeños.

2. Acostumbrar al niño a pensar en su habitación

Si un niño explota con los padres o con los hermanos, tenemos que pedirle que se tome un momento a solas para tranquilizarse. Nuestra finalidad no es que lo vea como un castigo, sino como una manera de autoregularse.

3. Enseñarle a ponerle palabras a las emociones

Desde pequeños, debemos enseñarles a los niños a expresar lo que les molesta o les enfada antes de llegar a tener una rabieta o perder el control de la situación.

4. Reafirmar la seguridad del niño

Es importante que el niño esté convencido de que los padres buscan ayudarlo a controlar ese temperamento y no reprimirlo. Esto le favorecerá el aprendizaje para canalizar su mal genio.

5. No darle el ejemplo del mal genio

Si queremos que nuestro niño supere el mal genio, no podemos responder de la misma manera. Debemos ser un ejemplo de calma y de serenidad al hablar con él, aunque esté enfadado.

A un niño que está nervioso o enfadado no debemos reñirle en ese momento, pues lo único que conseguiremos será empeorar la situación.

Gritar a los niños
Gritarle a un niño con mal genio en medio de una crisis solo acaba por empeorar la situación. Lo mejor es mantener la calma y hablarle con autoridad, pero sin autoritarismo.

6. Utilizar la autoridad, pero evitar el autoritarismo

La autoridad calma y mejora la convivencia, pero el autoritarismo no. Hacer las cosas porque yo lo mando no es la forma de solucionar estos conflictos. No se trata de ver quién gana en esta batalla, sino de conseguir apaciguar los ánimos.

7. Enseñar al niño a desconectar de la situación que le genera malestar

Si el pequeño se enfada con alguien, lo que tiene que hacer es alejarse de esta persona e irse a otra zona para poder recobrar la calma. Cuando se sienta recuperado, podrá volver.

8. Animarlo siempre a expresar lo que siente

Hay niños más pequeños que no serán capaces de expresar lo que sienten porque todavía no saben hablar, pero a través del dibujo, del baile, o de los juegos pueden exteriorizar esos sentimientos.

También, podemos utilizar algunos métodos útiles, como la técnica del volcán, para ayudarles a expresar y a manejar sus emociones.

Sobre cómo educar a un niño con mal genio

Las recomendaciones que hemos dado en este artículo pueden ser de gran ayuda para educar a un niño con mal genio, pero también pueden servir con cualquier niño ante una rabieta o un enfado.

A los pequeños les cuesta autorregularse y expresar sus emociones de forma apropiada y la única forma que manejan es esta. Por esa razón, es importante que les enseñemos algunas maneras de canalizar y controlar la situación cuando sientan que van a explotar.


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  • Snel, E. (2013). Tranquilos y atentos como una rana: La meditación para niños... con sus padres. Editorial Kairós.
  • Shapiro, L. E., & Tiscornia, A. (1997). La inteligencia emocional de los niños. Buenos Aires: Javier Vergara.
  • Bourcier, S. (2012). La agresividad en niños de 0 a 6 años: ¿energía vital o desórdenes de comportamiento? (Vol. 68). Narcea Ediciones.

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