Los bebés crecen y poco a poco van evolucionando sus sentidos. Este es el primer paso en el largo proceso del desarrollo de la percepción en los niños. La percepción va cambiando en función de las experiencias y de la maduración neurológica. Por eso es tan importante la estimulación temprana, que proporciona situaciones y recursos para que el bebé explore el entorno libremente.
¿Qué es la percepción?
Para entender el mundo, primero hay que explorarlo. Para ello, las sensaciones son esenciales. Pero hay que saber seleccionar, organizar e interpretar dichas sensaciones para poder realizar una correcta representación mental del ambiente. En esto consiste la percepción.
Por tanto, se puede decir que, la percepción es la capacidad para obtener información sobre el entorno, experimentando sensaciones a través de una serie de estímulos. Es decir, es la interpretación de lo que uno siente.
“La percepción es un proceso activo de búsqueda de la correspondiente información, distinción de las características entre sí, creación de una hipótesis apropiada y, después, comparación de esta hipótesis con los datos originales”
– Vygotsky –
El desarrollo de la percepción en los niños
Percepción del movimiento
La percepción del movimiento contribuye a la percepción de otros aspectos o dimensiones de la imagen, como pueden ser:
- La profundidad: percepción de la tercera dimensión de los objetos.
- El movimiento biológico: identificación de la forma de los objetos en movimiento.
La percepción del movimiento es la percepción más primaria en el niño. De hecho, diversos estudios afirman que entre los tres y siete meses, los bebés tienen una sensibilidad al movimiento visual similar a la de los adultos.
Percepción del espacio
El mundo tiene tres dimensiones espaciales. Pero, para que un niño llegue a ser consciente de su situación en el entorno, es decir, para que pueda percibir el espacio correctamente, es necesario que reconozca:
- El espacio en el que sitúa el propio cuerpo.
- Las zonas próximas en las que se mueve.
- El entorno lejano que le rodea.
Así, con base en la teoría del desarrollo de Jean Piaget, la percepción del espacio se adquiere a lo largo de cuatro estadios:
- En el estadio sensoriomotor (0 a 2 años) y en el preoperatorio ( 3 a 6 años), el niño construye la visión de su propio espacio. Este se desarrolla a partir de las vivencias motrices y la percepción inmediata que el pequeño tiene del espacio.
- En el estadio operatorio concreto (7 a 11) y en el operatorio formal (de 12 a 14 años), el niño elabora relaciones espaciales más complejas, implicando los distintos puntos de vista sobre el mundo y de los otros con su propio cuerpo.
Percepción del color
Los humanos somos capaces de percibir millones de colores. El color que percibimos depende del grado de activación de los tres receptores en la retina (conos de onda corta o azul, media o verde y larga o roja). Así, el cerebro analiza constantemente el porcentaje de luz que activa cada receptor en la retina y produce la visión del color.
Pero los bebé recién nacidos no consiguen ver con nitidez, solo distinguen luz y sombra, y perciben movimientos. Aunque, al mes de vida, ya son sensibles al brillo y a la intensidad. Y, a los cuatro meses, pueden visualizar todo el espectro de colores.
Veamos algunos de los aspectos más resaltantes del desarrollo perceptivo de los niños de 0 a un año de vida.
De 0 a 3 meses
- Percibe en momentos de atención, el movimiento, los contrastes y los contornos.
- Reconoce el rostro de la madre por la línea contrastada de separación entre el cabello y la frente. Le gusta ver círculos, sus ojos y en general rostro humano
- En cuanto al oído, percibe las vocalizaciones humanas y sonidos rítmicos.
- Los bebés captan desde un inicio, no solo las diferencias grandes entre sonidos, sino también las más sutiles.
- Imita sonidos
- Demuestra preferencia por algunos objetos.
- Muestra desagrado por ciertos olores
De los 4 a los 7 meses
- Distingue un objeto, primero, según el tamaño (a los 4 meses aproximadamente) y posteriormente lo reconocerá mediante la temperatura y la suavidad o rugosidad (hacia los 6 meses).
- A los 5 meses aproximadamente aparece la disparidad binocular.
- Reconoce un mismo objeto aunque este esté en diferente posición.
- Descubre la relación causa-efecto
- El bebé reacciona a sonidos de alegría y de desagrado. Se tranquiliza con la música.
- El niño explora los juguetes completamente, los palpa, los saborea y casi siempre
- Los lanza fuera de su alcance.
De los 8 a los 12 meses
- Sentado coordina las dos manos para la exploración de objetos.
- Comienza en forma rudimentaria a introducir objetos en un recipiente.
- Manipula materiales
- Gatea hasta alcanzar objetos incluso rodeando o superando los obstáculos.
- Ha aprendido a vaciar recipientes, colocar las cosas; verter, llenar, insertar, y cerrar.
Conociendo el potencial del nené podemos con la estimulación temprana desarrollar las funciones del cerebro en cuanto a los aspectos cognitivo, lingüístico, motriz y social.
Estimulación del desarrollo de la percepción en los niños
Para que el desarrollo de la percepción tenga lugar de forma apropiada, se pueden crear espacios de estimulación con juguetes, colores, diversas texturas, formas, etc. Lo cual se debe realizar, especialmente, durante la edad infantil.
Todo ello, contribuye a que el niño tenga la oportunidad de moverse y explorar, de forma que puedan desarrollar todas sus capacidades y habilidades perceptivas.
“Lo que vemos cambia lo que sabemos. Lo que sabemos cambia lo que vemos”.
– Jean Piaget –
Bibliografía
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