Pasar mucho tiempo con tu pareja, hacer siempre los planes que uno de los dos quiere, invadir incluso su espacio personal. Estas son algunas de las características que definen las relaciones absorbentes.
Este tipo de relaciones se pueden definir como absorbentes, tóxicas o negativas, pero siempre se centran en el mismo objetivo: la pérdida de autonomía y la dependencia emocional de uno de los dos hacia el otro.
Las relaciones absorbentes no siguen un trazo lineal, en el que cada uno tenga el mismo peso, sino todo lo contrario. En este tipo de relaciones una de las personas de la pareja tiene mucha más imposición y valor que la otra.
Características
Existen una serie de factores y particularidades que ayudan a detectar las relaciones absorbentes:
Pérdida de vida social
La característica principal que define a las relaciones absorbentes es la pérdida de vida social. Esto viene dado por la también pérdida de autonomía. El Diccionario de la Real Academia Española de la lengua define autonomía como: “La condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie”.
Esto significa que, en el momento en el que una persona comienza a depender de la otra, y lo que es más importante, deja de lado sus intereses para centrarse en las de otro, está perdiendo su personalidad.
Esta pérdida viene unida también a la vida social. En este tipo de relaciones, un miembro de la pareja deja completamente al margen su vida, tanto social como familiar para dedicarse íntegramente a la otra persona.
Es cierto que esta autonomía es normal que descienda en mayor medida al comienzo de las relaciones, pues se está en la fase del enamoramiento, pero pasada esta fase, se debe recuperar totalmente. Si esto no ocurre, se entra en una etapa de aislamiento. Esta etapa es un momento complicado, pues en la gran mayoría de las ocasiones la persona que la está sufriendo no es consciente de ello por mucho que sus familiares y amigos le transmitan sus opiniones al respecto.
Dependencia emocional hacia la otra persona
Como decíamos anteriormente, una relación debe ser asimétrica, es decir, en la que ambos miembros de la pareja tengan el mismo valor.
Sin embargo, en este tipo de relaciones absorbentes, una de las características que más destaca es que siempre uno de los miembros impone sus ideas, acciones y pensamientos al otro, sin importarle la opinión de la otra persona.
Cuando se comienza a acatar este tipo de órdenes, surge una dependencia emocional total hacia la otra persona, y lo que ocurre es que se hace todo lo que la pareja ordene para que no surjan conflictos, problemas o aspectos negativos que deriven en discusiones.
Es en este tipo de discusiones donde pueden generarse situaciones de maltrato, que no siempre tiene por qué ser físico. También se dan situaciones de manipulación y estrategias psicológicas para herir a la otra persona.
Miedo al abandono
El miedo a quedarse solo, sin la pareja en las relaciones absorbentes es mucho más común de lo que debería. El miedo a sentirse solo y sin nadie es el sentimiento que puede hacer generar la dependencia emocional y la pérdida de autonomía de las que hablábamos anteriormente.
Esto sucede porque la persona ha entregado totalmente su vida a la pareja y el pensamiento de que esa relación pueda terminar le produce vacío y soledad. Llegados a este punto, lo más importante es que familiares o amigos utilicen la comunicación con la otra persona para darle su opinión sobre la relación y, en definitiva, abrirle los ojos.
¿Qué hacer ante este tipo de relaciones absorbentes?
Comunicación y comprensión. La comunicación y la comprensión son los dos aspectos clave a la hora de que una relación funcione. Se debe escuchar siempre lo que la otra persona quiere transmitir, independientemente de si tú estás de acuerdo con ello o no. El poder expresar sentimientos y pensamientos y que el otro los comprenda es fundamental para un buen funcionamiento de la pareja.
Si esto no se tiene en cuenta, se dejan de respetar más cosas y se entra en un bucle de relación negativa o tóxica, es en ese momento cuando debemos pensar si la relación merece la pena, tanto sentimentalmente como emocionalmente hablando para cada uno de los dos.
En muchas ocasiones, este tipo de relaciones deben derivar en una ayuda profesional, a veces para los dos y en la mayoría de las ocasiones para la persona que ha anulado totalmente su vida.
Bibliografía
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- Andrade, S., Castro, P., Giraldo, L., & Martínez, M. (2013). Relaciones Tóxicas de pareja. Psicologia.Com.
- Real Academia Española. (2017). Diccionario de la lengua española. Edición del tricentenario. https://dle.rae.es/?id=4TsdiBo