La cetosis en los niños es un estado poco común que pueden presentar los pequeños en la primera etapa del crecimiento con tendencia a disminuir a partir de los cuatro años de edad. La presencia de acetona en el organismo infantil es un tipo de defensa natural que actúa cuando este ha agotado gran cantidad de glucosa. Por ser un compuesto volátil, al entrar en contacto con el aire reacciona y desprende un olor característico muy parecido al de la manzana ácida.
La glucosa en el organismo infantil
El organismo infantil necesita tres veces más glucosa que un adulto y sus reservas suelen ser reducidas. Es por ello que la acetona entra en acción cuando estas ya se han agotado.
Las cetonas actúan en ausencia del azúcar y proporcionan alimento al cuerpo.
El cuerpo humano está perfectamente diseñado para activar mecanismos de defensa cuando detecta alguna carencia. En este sentido, la presencia de cetosis en los niños tiene lugar cuando el organismo busca la forma de evitar una complicación por hipoglicemia.
También llamada acetona infantil, este mecanismo de defensa se reconoce por el olor característico en el halito y en la orina del pequeño. Para medir la presencia cetonas se utilizan cintas urinarias especiales para tal fin, las cuales se impregnan con gotas de orina e indican a través de coloración la presencia o no de las mismas.
Síntomas
El niño con cetosis suele presentar faringitis, diarreas leves e incluso infecciones en el intestino que provocan dolores estomacales, dolor de cabeza, pérdida del apetito, somnolencia y, por lo tanto, presencia de ojeras y resequedad en la boca, entre otros síntomas que se manifiestan.
Causas de la cetosis en los niños
Son múltiples las causas que originan dicho mecanismo de defensa en el organismo infantil, entre ellas se encuentran:
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Dieta no balanceada
La carencia puede estar inclinada a una baja en proteínas, carbohidratos, grasas saturadas o frutas. Por eso es importante respetar las cantidades necesarias de consumo de cada grupo de alimentos en la dieta infantil. También se recomienda que este régimen alimenticio sea establecido con la ayuda de un nutricionista o pediatra.
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Ayuno prolongado
Cuando el niño ha pasado más de doce horas sin alimentarse el organismo requiere mayor cantidad de energía, por lo que el consumo de glucosa aumenta. Si en la orina de la mañana se presenta esta sustancia no es motivo de alarma, ya que el niño ayunó mientras dormía.
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Estados febriles
Ciertas enfermedades infecciosas suelen manifestarse a través de temperaturas elevadas y provocan que la glucosa se queme más rápidamente para así obtener energía. Por lo general, en este tipo de cuadros los pequeños pierden el apetito, por lo que las fuentes de azúcar se reducen y se activa la cetosis.
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Propensión al vómito
Este tipo de reacciones producen pérdida de las reservas de glucosa en el organismo o por el contrario la presencia de acetona induce el vómito.
Tratamiento para la cetosis en los niños
Cuando se detecta este tipo de sustancia en el organismo del niño se pueden poner en práctica, inicialmente, unas recomendaciones muy sencillas. Por supuesto, siempre debes visitar a un especialista y seguir el tratamiento indicado para evitar posibles complicaciones. En unos tres o cuatro días podrás controlar este mecanismo de defensa sin alarmarte. En casa podrías comenzar por:
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Dieta equilibrada
Indiscutiblemente, la alimentación juega un papel fundamental en la salud de tus hijos y en este caso no es la excepción. Basta con mantener a diario un régimen balanceado de alimentos para disminuir la presencia de acetona en el organismo. Elimina los procesados e incorpora todos los grupos de nutrientes.
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Infusión de té
Son muchos los beneficios que aporta el té en sus diferentes presentaciones al organismo. Puedes ofrecer al pequeño una infusión de manzanilla en pequeños sorbos para ayudar a reducir las ganas de vomitar cuando esta es la causa del alza en los niveles de acetona.
En caso de no bajar los niveles de acetona en el organismo al cabo de veinticuatro horas tras seguir las indicaciones médicas, es prudente visitar nuevamente al pediatra para descartar algún otro desorden en el organismo como por ejemplo hipertiroidismo o diabetes tipo I.
Así, como no es necesario alarmarse por la presencia de acetona en el organismo de tu hijo, también es importante que no pases por alto su presencia. Recuerda que siempre es mejor la prevención que el tratamiento y, que en el caso particular de la cetosis en los niños, es muy fácil evitar con tan solo habituar a tu pequeño a alimentarse con una dieta balanceada.
Bibliografía
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- Juguetes educativos – Akros. (2018). Qué es la cetosis en niños: Causas y soluciones. [online] Disponible en: https://akroseducational.es/blog/acetona-en-ninos/
- Autónomos, S. (2018). Acetona: un marcador de riesgo. Sanitas. https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/dieta-alimentacion/bioestilo-nutricion/acetona-marcador.html