Mi hijo se ha tragado una espina, ¿qué hacer?

Tener una pequeña espina atorada en la garganta es una sensación muy desagradable. Esta situación puede ser todavía peor para un niño; ¿qué podemos hacer en estos casos?

¿Qué trucos puedo implementar si mi hijo se ha tragado una espina?

Una de las carnes más consumidas es la de pescado, pero este alimento no es tan inofensivo como aparenta. Su frágil esqueleto ha traído a miles la incomodidad de tragar por accidente una de sus partes; esto resulta muy molesto para un adulto, y es mucho peor para un niño. Esta situación es sinónimo de preocupación para los padres, por lo que es común escuchar: mi hijo se ha tragado una espina, ¿qué hago?

Si el pequeño manifiesta tener dificultad al momento de tragar, además de sentir un cuerpo extraño en el esófago, lo más probable es que haya tragado una espina. Aunque es algo que se puede solucionar, muchas veces se subestima la situación por desconocimiento. Este es un grave error, ya que de no quitarse el cuerpo extraño, puede propiciar sangrado y requerir una evaluación medica.

Si la espina es de tamaño pequeño, se pueden recurrir a algunas medidas caseras, como las que vamos a comentar a continuación, para aliviar las molestias y superar el episodio sin complicaciones. Sin embargo, si la(s) espina(s) del pescado eran grandes, hay que acudir de inmediato al servicio de urgencias.

Mi hijo se ha tragado una espina: ¿qué puedo hacer?

En caso de tener la certeza de que el pequeño se ha tragado una espina de tamaño pequeño, primero debemos averiguar la ubicación exacta donde se encuentre trabada. Por ningún motivo hay que introducir un objeto para intentar extraerla o los dedos; ya que esto podría agravar mucho más el problema y traer serias consecuencias.

Si mi hijo se ha tragado una espina de pescado y le molesta, debo dirigirme a un centro médico para que lo examinen.

La primera reacción ante cualquier alteración en las vías respiratorias es toser; debido a la presión que se ejerce, puede que la espina de pescado que está trabada en la garganta se mueva. Al principio, es normal que ocurra este reflejo; de hecho, en ciertas oportunidades es lo único necesario para solucionar el problema.

¿Qué remedios caseros usar si mi hijo se ha tragado una espina?

A continuación, te dejamos algunos remedios y trucos caseros que te pueden ayudar en una situación como esta:

  • Agua con sal: es un método muy común, que consiste en beber abundante agua con una pizca de sal. Así, se conseguirá que la mayoría de las pequeñas espinas se desprendan de la garganta y vayan directo al estómago.
  • Aceite de oliva: en algunos países utilizan este procedimiento para deshacerse de la molestia en la garganta. Consiste simplemente en beber un poco de aceite de oliva para facilitar el deslizamiento de la espina; esto también genera alivio en los pequeños cortes que esta pudo haber causado gracias a su textura suave.
  •  Sorbos de vinagre: al tomar pequeños tragos de este líquido, se contraen los músculos en la garganta y esto permite, en algunos casos, expulsar la espina atascada. No es un método que le guste mucho a los niños, dado el sabor agrio del vinagre.

Alimentos sólidos que pueden también ayudar

  • Pan blando, banana madura, nubes o malvaviscos: toma un trozo de alguno de estos alimentos y pídele a tu hijo que lo coma como de costumbre. Al tragarlo, es posible que ayude a desprender la espina. Su textura suave y esponjosa facilitará el proceso de desplazamiento de la espina de la garganta al estómago y dejará un gusto agradable, algo que agradecerá mucho el pequeño.
  • Crema de cacahuetes o frutos secos: se debe untar con abundante crema de cacahuetes un pedazo pequeño de pan; este se tiene que masticar y tragar mientras está aún pegajoso; se pueden usar también frutos secos.
  • Huevo duro: al ingerir este alimento en trozos grandes, la púa se zafará y dejará de molestar de inmediato. Si continúa la sensación de dolor, puede repetirse el procedimiento una segunda vez.

El pescado es uno de los grandes alimentos ricos en vitaminas para niños.

“Un truco sencillo consiste simplemente en beber un poco de aceite de oliva para propiciar el deslizamiento de la espina; esto también genera alivio en los pequeños cortes”

Si luego de poner en práctica todos estos consejos te das cuenta que aún continua la molestia, mantén la calma y dirígete al centro de asistencia médica más cercano para que el niño sea atendido por un especialista. De ser una extracción sencilla, se recomienda que el niño haga gárgaras con un enjuague antiséptico para desinflamar la garganta; cuando es más complicada, se requiere una pequeña cirugía ambulatoria.

A modo de prevención, debemos ser extremadamente precavidos a la hora de servir pescado a los niños y retirar minuciosamente las espinas hasta asegurarnos de que no haya ninguna. En todo caso, es mejor buscar presentaciones que sean más seguras para el consumo infantil, como los filetes que no contienen el esqueleto, para ahorrarnos el mal momento.

Bibliografía

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