9 trucos caseros para bajar la fiebre a niños y bebés
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La fiebre es una respuesta natural del cuerpo para limitar la proliferación de los patógenos. Según su origen, puede desaparecer de manera rápida o permanecer durante más tiempo. Por esta razón, hoy te enseñamos los mejores trucos caseros para bajar la fiebre en niños y bebés.
Sin que esto implique desarrollar sentimientos de desesperación, es conveniente consultar con el pediatra sobre cómo proceder cuando se detecta fiebre en niños y bebés. Esto es especialmente prudente cuando se acompaña de otros síntomas, aunque sean leves.
El pediatra es quien diagnosticará la causa de la fiebre y te prescribirá los medicamentos que debes darle a tu hijo, con la frecuencia exacta y la forma de alternarlos. Jamás deseches la opinión del doctor ni las medicinas que te indica, su criterio ha de ser tu prioridad.
Los trucos que ponemos a tu consideración, así como todos los que puedes encontrar en Internet, solo complementan la acción de los fármacos. En ciertos contextos, pueden usarse en un momento puntual como una alternativa a ellos. Una fiebre muy alta o acompañada de síntomas adicionales debe tratarse siempre de la mano de un profesional de la salud.
9 trucos para bajar la fiebre a niños y bebés
La fiebre es una respuesta fisiológica y, por lo general, se alivia con algunos remedios caseros sencillos. Sin embargo, los padres son propensos a la alarma, situación conocida como fiebre-fobia.
Esto último condiciona el uso inadecuado de antipiréticos, sobre todo en la dosificación. Por tanto, se recomienda actuar con prudencia en cada caso y consultar siempre antes con el pediatra.
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En la actualidad, existen varios trucos caseros para bajar la fiebre a niños y bebés. Sin embargo, no todos ellos cuentan con suficiente evidencia científica, por lo que no deben emplearse como única opción de tratamiento. Además, es ideal que un profesional supervise y apruebe los consejos a seguir.
1. La fiebre no se cubre
Si notas que a tu niño le sube la temperatura, y aunque te pida colarse debajo del cobertor, evita que lo haga. Tampoco lo abrigues mucho, pues esto puede contribuir a que la temperatura aumente, como bien nos recuerdan los expertos del Nationwide Children’s Hospital. La recomendación es optar por las prendas ligeras.
2. Baños de agua tibia
Opta por baños de agua tibia y mojar la frente de tu pequeño. Con un trapo o esponja espárcele agua en el torso, las piernas y los brazos, siempre con suavidad. Deja que juegue un par de minutos dentro de la bañera para que se refresque. Esto puede contribuir a que la temperatura superficial baje de forma significativa, según estudios. Los baños en agua fría o el hielo están contraindicados.
3. Compresas de agua
Evitando en todo caso el agua fría, aplica compresas sobre la frente y la nuca durante un par de minutos. Se trata de un método casero y muy popular que incide en el bienestar del pequeño, aunque su efecto sobre la fiebre es leve. Recuerda sustituir las compresas por otras frescas de forma continua.
4. Aumento de la ingesta de líquidos
Los investigadores recomiendan a los padres que aumenten la ingesta de líquidos cuando los pequeños atraviesan episodios de fiebre. El agua debe ser prioridad, pero también puedes optar por otras bebidas, como jugos naturales de melón, naranja, mandarina o piña. El objetivo principal en este momento es que el niño no se deshidrate.
5. Control de la temperatura de la habitación
Un impulso natural de muchos padres es ajustar la habitación a una temperatura fría. En orden con lo que ya hemos expuesto, se trata de una acción desaconsejada. En su lugar, procura que esté bien ventilada y que la temperatura dentro de ella oscile alrededor de los 21 °C (ni demasiado caliente ni demasiado fría).
6. Descanso adecuado
Si bien no se recomienda el reposo absoluto en cama, es aconsejable limitar la actividad física para evitar incrementar aún más la temperatura. El reposo puede ayudar en su recuperación, sin que esto implique el cese completo de cualquier actividad.
7. Aloe vera
En la tradición popular se considera que el aloe vera es útil para bajar la temperatura. Sin embargo, no existe suficiente evidencia científica que certifique esta propiedad.
Lo que recomienda la sabiduría popular es aplicar la pulpa de la sábila sobre la frente del niño. Pasados unos minutos, se debe retirar y colocar otro trozo húmedo. Lo que se cree es que el alto contenido de líquido de la planta ayuda a refrescar al pequeño, similar a una compresa de agua.
Aun así, y al igual que sucede con las compresas y otros mecanismos de enfriamiento exterior, se sabe que los trucos para bajar fiebre en niños y bebés de este tipo solo enfrían la superficie del cuerpo, pero no reducen la fiebre en sí misma. Se trata de una terapia paliativa que puede ayudar en la sensación de bienestar, sin ir más allá de ello.
8. Dieta líquida o semilíquida
La mayoría de los expertos están de acuerdo en que no se debe obligar a los niños a comer durante la fiebre. En muy común que estos pierdan el apetito, y, por tanto, se muestren reacios a ingerir bocado alguno. Para evitar la descompensación se puede optar por caldos o sopas ligeras, zumos de frutas naturales, purés y demás. Consulta con el pediatra sobre recomendaciones específicas para la dieta.
9. Uso apropiado de los medicamentos
Tal y como advierten los especialistas, los fármacos antipiréticos se reservan para cualquier niño que supere los 38 °C. La dosis está condicionada por la edad y el peso corporal del pequeño. En cuanto a sus presentaciones, los más frecuentes para la etapa pediátrica son jarabes y supositorios. El uso de cualquier medicamento debe estar avalado por el pediatra.
Lleva apuntadas estas: 7 preguntas para el pediatra
¿Cuándo acudir al médico?
Los trucos para bajar fiebre en niños y bebés deberían poder contener y mejorar los episodios de este tipo. En caso de que no funcionen, así como tampoco lo hagan otras indicaciones dadas por el pediatra, considera la visita al consultorio del profesional.
Hazlo especialmente si la fiebre se ha prolongado de manera intermitente durante 48 horas, o si tienes varias horas seguidas intentando bajar la fiebre sin ninguna mejoría. Te exhortamos a llamar al pediatra y valorar su opinión sobre qué hacer y si es pertinente una revisión presencial.
De igual forma, debes buscar ayuda profesional ante signos como rigidez en el cuello, dolor de cabeza intenso y falta de aire. Haz lo propio si el niño manifiesta síntomas de deshidratación.
Un complemento del tratamiento médico
Como ves, la fiebre se puede tratar de diferentes maneras, y el objetivo principal es evitar efectos adversos en los pequeños. Los trucos para bajar fiebre en niños son un complemento útil para aliviar el malestar, más no deben sustituir el tratamiento médico. Ante cualquier duda, consulta con tu pediatra de confianza.
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