¿Qué son los padres malvaviscos?

El estilo educativo tendrá mucho que ver para que los niños no desarrollen el síndrome de Peter Pan.

En épocas recientes se han descrito muchos tipos de padres, porque honestamente podemos reconocer que todos criamos a nuestra manera. Dado que no existe un manual para la crianza, cada quien hace lo que mejor puede. Además, por lo general terminamos contradiciendo todo lo que habíamos dicho que no haríamos cuando fuésemos padres.

Entre los tipos de padres que se han descubierto, se encuentran los llamados “padres malvaviscos”. Esta designación se les atribuye a los progenitores que crían a sus hijos sin poner límites a sus acciones. Cada quien es libre de criar a sus hijos como decida; sin embargo, en algunos casos se pueden cometer errores.

Ser demasiado condescendientes y permisivos con los niños, nos puede convertir en padres malvaviscos. Claudia Sotelo, directora del Centro de Especialización en Estudios Psicológicos de la Infancia, nos explica de qué se trata.

Características de los padres malvaviscos

Padres malvaviscos hay muchos en esta época. Por lo general son aquellos que trabajan mucho, y sus ingresos les permiten regalar demasiadas cosas a sus hijos. De acuerdo con lo señalado por la experta, otras características son las siguientes:

  • Suelen estar en edades comprendidas entre los 30 y 45 años
  • Provienen de un hogar cuya educación fue rigurosa
  • Uno de los progenitores o ambos, son suaves y dulces (como malvaviscos)
  • Generalmente son profesionales y trabajadores
  • No establecen normas y tienden a disciplinar muy poco a sus hijos
  • Tienen hijos hiperregalados
  • Dejan de fomentar hábitos en los pequeños
  • No toleran los fracasos de sus hijos, pero tienden a culpar a alguien más de estos
  • Los padres malvaviscos no están conscientes de que este tipo de educación pone en riesgo el futuro de sus hijos.

“Un padre malvavisco, ya sea la mamá, el papá o ambos, es un padre que es suave como un bombón, dulzón con los hijos, porque no tiene claros los límites. No representa una figura de autoridad para el niño o la niña y se le dificulta poner hábitos o incluso hacer que los hábitos se cumplan”

Claudia Sotelo­-

Sin darse cuenta, este tipo de padres perjudica a sus hijos en muchos sentidos. En el momento que crían solo piensan en verlos felices, compensarlos y complacerlos sin dudar. Sin embargo, muchas veces estas decisiones pueden traer consecuencias sobre el comportamiento infantil.

Poner en evidencia nuestra debilidad o incapacidad para establecer límites, puede provocar que el niño no viva la realidad. En su casa, sus padres lo complacen en todo, pero el mundo real es distinto. Por lo tanto, aunque lo que queremos es el bien para ellos, quizá estemos cometiendo un grave error.

 

¿Cómo afecta a los niños la educación sin límites?


La buena intención de los padres malvaviscos, es indiscutible. Comúnmente, estos vienen de hogares muy estrictos, donde sus padres los reprendían con tan solo mirarlos. Entonces desean cambiar ese aterrador patrón, para que sus hijos no pasen por lo mismo.

Infortunadamente, ciertos extremos pueden tener consecuencias indeseables. Entre los principales efectos, podemos observar los siguientes:

  • Los niños criados bajo estos términos, suelen tener poca tolerancia a la frustración. Esto quiere decir que si sus deseos no son cumplidos, pueden hacer berrinches y entrar en enfrentamiento con quien sea. Dicha actitud trae como consecuencia que tenga problemas con sus padres, maestros, amigos y familiares
  • Son incapaces de resolver problemas por sí mismos, puesto que sus padres hacen todo por ellos
  • En la adolescencia su comportamiento se puede salir de control. Según la experta, los hijos de padres malvaviscos, son más proclives de caer en adicciones

“Hay que poner atención: si de los tres a los ocho años el berrinche es su forma de comunicación, ya estamos hablando de un foco rojo”

Claudia Sotelo­-

  • Tienen dificultad para aceptar y seguir normas
  • Pueden sufrir trastornos relacionados a la alimentación y/o el sueño, porque sus padres les permiten dormir a la hora que quieran o no comer si así lo desean. Otros hábitos también pueden verse afectados, como la higiene, por ejemplo
  • Poco aprenden sobre jerarquía, por lo cual no suelen respetar a los mayores, porque sus padres siempre se ponen a su mismo nivel
  • Los hijos de padres malvaviscos conocen la debilidad de sus padres; por lo general perciben que sus padres tienen miedo a su enojo. En tal sentido, muchas veces los pequeños manipulan emocionalmente a los adultos
  • No están educados para enfrentar la realidad, razón por la cual pueden llegar a fracasar en diversos aspectos de la vida
  • La mayoría de los problemas que genera el comportamiento de estos niños, no solo se vive en el hogar. En tal sentido, se sabe que la convivencia con otras personas suele comprometerse
  • Tienen dificultades para trabajar en grupo, lo cual perjudica su desempeño escolar.

 

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