¿Es bueno que los niños duerman con chupete?

Los chupetes pueden ser muy útiles a la hora de dormir a los bebés, ya que muchos encuentran gran comodidad en la succión, más allá de la necesidad de nutrición. A pesar de que muchos padres se preguntan si es bueno que los niños duerman con chupete, la respuesta es afirmativa. ¡Dormir con el chupete no trae consigo ningún riesgo para el pequeño!

Los bebés succionan cuando están cansados, aburridos o necesitan comodidad. Algunos tienen una necesidad más fuerte de utilizar el chupete que otros y, en este sentido, la succión puede proporcionar la tranquilidad necesaria para conseguir un buen descanso. Eso sí, en el caso de que el chupete se le caiga durante el sueño, no es necesario que lo vuelvas a introducir en la boca del pequeño.

Asimismo, investigaciones han demostrado que dormir con el chupete no es un factor crítico para el sueño, ya que no hay diferencias significativas en los patrones de sueño entre los bebés que duermen con chupete y aquellos que no lo utilizan. Por lo tanto, los padres no deben preocuparse en exceso si su pequeño no puede prescindir del chupete cuando llega la hora de acostarse.

¿Es bueno que los niños duerman con chupete?

La respuesta es sí, puedes darle a tu bebé un chupete de manera segura a la hora de acostarse. No obstante, es necesario que tengas en cuenta algunas pautas para hacerlo de la mejor forma posible y no correr ningún riesgo.

Recomendaciones para el uso seguro del chupete

Toma nota; aquí te contamos todo lo debes saber sobre el uso del chupete:

• No conectes una cuerda al chupete. Si bien las cuerdas son muy útiles para evitar que el chupete se caiga cuando el niño está despierto, resultan contraproducentes a la hora de dormir, pues aumenta el riesgo de estrangulamiento.
• No le des un chupete mientras está aprendiendo a amamantar. Lo ideal es esperar a que el bebé tenga entre 3 y 4 semanas de vida para ofrecerle un chupete. Antes de este periodo el pequeño aún está perfeccionando el reflejo de succión, por lo que el chupete puede ser contraproducente.
• Mantén el chupete limpio y desinfectado con agua caliente. La recomendación general es lavar el chupete con agua caliente o en el lavavajillas durante los primeros 6 meses de vida. Después de este periodo, tan solo será necesario usar agua y jabón. Esto evitará la aparición de infecciones.
• Usa el tamaño correcto de chupete. Aunque cueste creerlo, existen diferentes tallas de chupetes. Como norma general, la talla 1 se puede usar hasta los 6 meses, la talla 2 es ideal para niños hasta el primer año y la talla 3 es para bebés mayores de 12 meses.
• No cubras el chupete con nada. No se debe untar ningún tipo de sustancia ni dulce en el chupete del pequeño, mucho menos antes de los 6 meses. Esto introduciría en el bebé sustancias que aún no puede procesar de forma adecuada.
• Usa chupetes de 1 pieza. Los dispositivos de 2 piezas aumentan el riesgo de atragantamiento si la tetina se rompe.
• El chupete debe tener orificios de respiración en el protector. Estudios sugieren que se trata de una medida importante, pues permite respirar al bebé en caso de aspirar el protector por la boca.
• No uses el chupete para reemplazar o retrasar las comidas. Los bebés deben amamantarse de forma seguida (al menos cada 4 o 6 horas) durante los primeros meses de vida. Este hecho garantiza un desarrollo adecuado del pequeño.
• Usa el chupete solo para calmar al niño. Muchas veces los pequeños lloran porque necesitan el consuelo de la succión y no porque tienen hambre. Los expertos recomiendan usar el chupete solo en estos casos.
• No lamas ni compartas el chupete. Ambas acciones pueden favorecer a la aparición de múltiples infecciones. También se recomienda cambiar el chupete cada cierto tiempo y tener varios para rotarlos en distintos momentos del día.

«Dormir con el chupete no es un factor crítico para el sueño, ya que no hay diferencias significativas en los patrones de sueño entre los bebés que duermen con chupete y aquellos que no lo utilizan»

¿A qué edad es seguro que el niño duerma con chupete?

En general, la introducción del chupete se recomienda a partir de las primeras 3 a 4 semanas de vida, una vez que la lactancia materna esté bien establecida, según la American Academy of Pediatrics (AAP). Sin embargo, si aún estás amamantando al bebé, te recomendamos esperar para darle el chupete.

Es fundamental prestar atención a la primera vez que ofrecemos un chupete a nuestro bebé. Sus reacciones podrían orientarnos sobre la necesidad de esperar un poco más. Si lo evita o rechaza, no trates de forzarlo, espera un par de días y vuelve a intentarlo.

Además, puedes tratar dejando cerca el chupete para que el bebé sea quien lo reconozca y juegue con él. Los chupetes se pueden usar para calmar al pequeño una vez que esté bien alimentado y cuando ya no tenga hambre.

Beneficios para los niños que duermen con chupete

En primer lugar, el beneficio obvio que los niños duerman con un chupete es la calma que proporcionan. Aquellos que aman los chupetes no los abandonan fácilmente, ni siquiera a la hora de la siesta o cuando llega el momento de acostarse en la noche. Y, como puedes imaginarte, un bebé tranquilo es sinónimo de padres tranquilos.

Si observas que el bebé se pone de mal humor cuando es la hora de descansar y quieres retirarle el chupete, piénsalo dos veces: recuerda que hace que se sienta mejor. El hecho de succionar le genera calma, la que a su vez hace que le sea más fácil conciliar el sueño.

El efecto calmante del uso del chupete también proporciona cierto nivel de analgesia. Así lo sugiere un estudio de la revista American Family Physician. Los chupetes pueden incluso ayudar a calmar el dolor padecido después de procedimientos menores.

Además, los niños que duerman con un chupete tenderán a aprender a controlar sus sentimientos, a relajarse y a sentirse más seguros antes de irse a la cama.

Asimismo, otra ventaja importante de que el bebé use chupete mientras duerme es la reducción del riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante. Múltiples estudios han demostrado una correlación entre el uso del chupete y un menor riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.

Las razones de esta consecuencia positiva aún no están claras, pero la investigación es bastante firme: darle al bebé un chupete por la noche puede ayudar a reducir las probabilidades de sufrir este problema.

Por último, los chupetes durante el sueño ayudan a aumentar la oxigenación y disminuyen la frecuencia cardiaca. Este hecho adquiere mayor importancia en los pequeños con taquicardia. También se ha demostrado que mejora la utilización de la glucosa al estimular al nervio vago.

Desventajas del uso de chupete

Así como el uso del chupete puede ser beneficioso para conciliar el sueño, también acarrea algunas desventajas que se deben tener en cuenta al incorporarlo a la vida de los niños. Investigaciones describen los siguientes riesgos:

• Problemas dentales. El uso prolongado del chupete en los niños provoca problemas en la alineación de los dientes, pudiendo llegar a alteraciones mayores como la maloclusión.
• Mayor probabilidad de padecer infecciones de oído. La faringe se comunica con el oído medio a través de la trompa de Eustaquio, por lo que la succión constante podría generar cambios en la presión, favoreciendo a la aparición de alteraciones como la otitis media.
• Reducción del tiempo de lactancia materna. Este problema ocurre si se introduce durante los primeros días de vida, por lo que la recomendación de la Asociación Española de Pediatría es esperar a que la lactancia este bien establecida.
• Episodios de reflujo. La succión constante del chupete aumenta la producción de saliva, lo que reduce la acidez estomacal y aumenta la probabilidad de que el bebé tenga regurgitaciones.
• Lesiones en la boca. Una de las lesiones más comunes asociadas a los chupetes son las llagas. Las mismas suelen aparecer producto de microorganismos, cuando la tetina no se limpia de forma adecuada.
• Dependencia del chupete para dormir. La pérdida frecuente del chupete durante el sueño crea irritabilidad en el pequeño y podría alterar el descanso.
• Alergia al látex. La mayoría de los chupetes contienen látex, por lo que si tu bebé presenta algún síntoma extraño como enrojecimiento de los labios o inflamación, deberás retirar el dispositivo y consultar con el pediatra.

¿Cuándo el niño abandona el chupete?

En la mayoría de los casos, los pequeños abandonan el chupete a partir de los 2 y los 4 años de edad. No obstante, es común que a algunos les cuente abandonar este hábito, pues le da seguridad y confort.

Una vez llegue el momento en el que el niño inicie el desapego, recuerda felicitarlo y apoyarlo en su etapa de transición. No intentes forzar el abandono del chupete, ya que podría retrasar aún más este proceso.

¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar un chupete?

Una de las primeras cosas que debes saber para poder elegir el chupete ideal para tu pequeño es que viene en diferentes tallas y formas. Ya hemos mencionado anteriormente el caso de las tallas. La forma ideal del chupete dependerá del gusto del bebé, por lo que deberás probar con diferentes tetinas hasta encontrar la mejor.

Otra recomendación importante hace referencia al escudo del chupete. El mismo deberá ser al menos media pulgada más grande que la tetina, así el pequeño no podrá introducirlo por completo en su boca. También debe ser de un plástico duro y resistente.

Todos los chupetes deben resistir altas temperaturas, pues se deben limpiar con agua caliente los primeros 6 meses de vida. Debes estar muy pendiente de exprimir toda el agua de la tetina, de lo contrario podría generar graves quemaduras.

Los expertos sugieren no guardar ningún chupete más allá de la fecha de vencimiento. Estos dispositivos se deshacen con el tiempo, por lo que resulta importante reemplazarlos. Una de las señales más claras de que un chupete necesita reemplazo es la rotura de la tetina o un cambio en su color.

Recomendaciones para un sueño seguro en los pequeños

El sueño seguro en los niños requiere de la participación activa de los padres. En este sentido, estudios recomiendan varias prácticas que aseguran un descanso saludable en los pequeños durante el primer año de vida, tal es el caso de las siguientes:

• Dejar al niño dormir boca arriba. Dormir en esta posición evitará que el niño se ahogue con cualquier reflujo mientras duerme. Además, los expertos afirman que disminuye el riesgo de muerte súbita. Lo ideal es que sea sobre un colchón firme.
• Proveer una cuna con medidas de protección de caídas. Las caídas pueden causar lesiones graves en los pequeños y alterar su desarrollo. Por ello, el uso de una cuna con barrotes de madera es una buena opción.
• Compartir la habitación con el niño, pero no la cama. Lo ideal es que la cuna del pequeño se encuentre cerca de la cama de los padres, de esta manera, se podrán atender las necesidades que aparezcan durante el sueño, sobre todo en los primeros meses de vida.
• No colocar ningún tipo de juguete u objeto grande dentro de la cuna. Estos objetos no solo pueden interferir con el sueño del bebé, sino que también aumentan la probabilidad de sufrir asfixia.
• Evitar el uso excesivo de abrigo. La ropa con la que debe dormir el bebé debe ser suave y delgada, de preferencia de algodón, sin calcetines ni guantes. También se recomienda el uso de una sábana delgada para arroparlo hasta las axilas, sin llegar a cubrir los brazos ni la cabeza.
• Ofrecer el chupete al momento de dormir. Como ya lo hemos mencionado, no solo le proporciona calma al pequeño, sino que además reduce a la mitad el riesgo de muerte súbita.

Es natural que los niños duerman con chupete

El hecho que los niños duerman con un chupete resulta beneficioso. Evita forzar el empleo del mismo, así como retirarlo de forma abrupta. El tiempo de uso es propio de cada pequeño y no debe representar una situación de preocupación o alarma. Ante cualquier duda acude con tu médico pediatra de confianza.