¿Por qué mi hijo está cansado todo el rato?

Los padres suelen utilizar palabras como cansancio, fatiga, desgana, agotamiento, aburrimiento y otras para aludir a ciertos comportamientos en su pequeño. Pero si bien se trata de una queja frecuente en las consultas pediátricas, es un indicador muy inespecífico. Con el ánimo de ofrecer claridad a todo este asunto, hoy responderemos a la siguiente pregunta: ¿Por qué mi hijo está cansado todo el rato? 

¿Cómo se manifiesta el cansancio en los niños?

Es muy común que asociemos el cansancio simplemente con falta de energía o apatía. No obstante, este tiene diversas formas de manifestarse, sobre todo en los niños pequeños. En este sentido, tu hijo puede presentar alguno de los siguientes comportamientos al sentirse cansado:

• Irritabilidad: es mucho más frecuente en los lactantes y en los niños pequeños. Estos la exteriorizan a través del llanto y las rabietas, las cuales manifiestan su necesidad de dormir. Por su parte, los niños mayores tienen mal humor, e incluso, pueden padecer algunos síntomas físicos, como los dolores de cabeza.
• Somnolencia: se trata de un estado alterado de la conciencia en el que el niño tiende a quedarse dormido en situaciones inadecuadas. Por ejemplo, durante las clases, en un viaje en coche o al momento de cargarlos.
• Torpeza: otra de las manifestaciones del cansancio es la disminución en la atención voluntaria. De esta manera, el niño realiza las actividades de forma descuidada. También se puede observar menos precisión con sus manos, lo que se manifiesta con las caidas de los objetos de las manos o con los dibujos desprolijos.

Como ya señalamos en la introducción, la queja del cansancio es muy inespecífica y por sí sola no es un indicadora para un diagnóstico certero. Esto es algo que los especialistas señalan con preocupación, porque al ser un síntoma tan vago, no tiene una gran cabida desde el punto de vista clínico.

Es por esta razón que te exhortamos a consultar con un profesional antes de obtener conclusiones apresuradas. Detalles como el contexto de la fatiga, la edad del pequeño, su historial médico, su dieta o las enfermedades subyacentes orientan al médico sobre el orígen del padecimiento. Así, lo que compartiremos a continuación es solo a modo informativo.

7 motivos del cansancio en los niños

Debes prestar atención a la conducta de tu hijo y a las circunstancias en las que se desarrolla el abatimiento durante la jornada diaria para encontrar posibles indicios de su cansancio o fatiga física. Te exhortamos de nuevo la recomendación de consultar con un profesional para despejar dudas y priorizar la salud e integridad del pequeño.

1. Problemas emocionales

Tal y como nos recuerda Harvard Health Publishing, los problemas emocionales pueden explicar el agotamiento y la fatiga en los niños. A menudo, se trata de un catalizador que se suele ignorar, en parte, porque muchos desconocen la manera en la que el estrés, la ansiedad, la depresión y demás pueden manifestarse.

Al estar enfadado o triste durante mucho tiempo, tu hijo puede manifestar agotamiento físico. Situaciones que involucran algún tipo de pérdida (de un familiar, de una mascota, de amigos por el cambio de escuela y demás) pueden desencadenar este síntoma, que forma parte del proceso de duelo.

2. Dificultad para dormir bien

Los niños que tienen problemas para conciliar el sueño por las noches, debido a las pesadillas, los terrores, o la ansiedad general pueden tener fatiga durante el día. En estos casos, la manifestación más común es la somnolencia a lo largo de la jornada. Muchas veces, los padres no son conscientes de cuántas horas duermen sus pequeños, menos aún de la calidad de su descanso nocturno (sueño reparador).

3. Una agenda apretada

No es infrecuente que algunos padres abarroten la agenda de su hijos con múltiples actividades extraexcolares. Al margen de las buenas intenciones, cuando ocupan toda la jornada del pequeño pueden llegar a agotarlo al cabo de un tiempo. En consecuencia, esto puede derivar en cansancio físico, apatía o desgano al momento de hacer sus actividades (incluso cuando al principio disfrutaba de ellas).

4. Mala alimentación

Los requerimientos nutricionales de un niño son muy diferentes a los de los adultos. Los pequeños requieren mucha más energía para satisfacer sus necesidades diarias, al término que demandan un correcto equilibrio entre las porciones de frutas, verduras, proteínas, cereales y lácteos.

En este sentido, una mala alimentación, colmada de alimentos poco nutritivos y difíciles de digerir, puede ser responsable del cansancio. Lo ideal es consultar con el pediatra cuáles son los mejores alimentos para tu hijo.

5. Grandes cambios en la rutina 

Desde los 4 años de edad comienzan las actividades escolares, el aprendizaje de nuevas habilidades y los juegos en grupo. Por esta razón, tu hijo puede manifestar cansancio debido a la frustración al momento de lidiar con todo esto al mismo tiempo. Se trata de una periodo de cambio que a menudo es abrupto, de manera que se debe considerar dentro de las posibles causas.

6. Efectos secundarios de medicamentos

Al igual que sucede en los adultos, los niños pueden desarrollar efectos secundarios tras la ingesta de medicamentos. Aunque son muchos los que pueden explicar este síntoma, los fármacos para las alergias son los principales responsables de la somnolencia o el cansancio. Si tu hijo está bajo un tratamiento temporal o permanente con algún antialérgico, ten presente que esta puede ser la causa de su agotamiento físico.

7. Enfermedades que producen cansancio en los niños

Se sabe que el agotamiento es especialmente común en niños con enfermedades crónicas. La lista es muy larga, aunque algunas de las más frecuentes son las siguientes:

• problemas cardíacos;
• problemas renales;
• anemia;
• infecciones virales y bacterianas;
• trastornos del sistema inmunitario;
• asma;
• hipotiroidismo;
• apnea del sueño;
• artritis juvenil.

De igual modo, los expertos señalan que el síndrome de fatiga crónica se debe considerar cuando el cansancio es de carácter incapacitante y se posterga durante más de 3 meses continuos. Estos dos criterios son imprescindible al momento de diagnosticar esta condición, de manera que no todo agotamiento infantil se explica por esta vía.

«Es importante resolver el estado emocional de niños y jóvenes para que se sientan bien y puedan continuar con sus actividades cotidianas sin sentir cansancio constante».

¿Cómo combatir el cansancio en tu hijo?

Ya ha quedado claro que buena parte de los casos se explican por medio de un catalizador benigno. La mayor parte del tiempo la fatiga es solo un síntoma más, de modo que los padres deben estar atentos para encontrar cualquier asociación. Frente a estos contextos, te damos algunos consejos para prevenir y abordar la fatiga en los niños.

Llevar una alimentación sana y equilibrada

Es esencial hacer hincapié en la variedad de alimentos que debe consumir el pequeño, sobre todo los que aportan hierro y vitamina C, pues ayudan a combatir el cansancio, causado por el escorbuto, como indica el NIH. Estos se encuentran en las carnes, el pescado, las verduras de hojas verdes, los productos lácteos y las frutas. Ningún grupo alimenticio se debe descuidar y un profesional de la nutrición puede ser de gran ayuda para garantizarlo.

Dormir lo suficiente

Es muy importante tener buenos hábitos para dormir, en especial durante la edad escolar. Acostarse tarde no es lo más recomendable, pues el niño necesita dormir entre 8 y 10 horas diarias, de preferencia nocturnas. La exposición a pantallas y dispositivos electrónicos es un impedimento frecuente para lograr un sueño reparador y de calidad.

Activar su mente mediante el juego

Los juegos y actividades recreativas son ideales para mantener la mente del niño despierta, animada y con una actitud positiva. Debes mantener el equilibrio al incentivar estas propuestas, ya que el cansancio excesivo también puede ser contraproducente.

Realizar ejercicio físico regularmente

Practicar algún deporte con regularidad combate la fatiga y ayuda a activar el cuerpo. Además, propicia un buen descanso durante las noches.

Recibir atención médica especializada

Si notas en tu hijo signos de cansancio a pesar de que no veas causas para ello, lo mejor es que acudas a su médico para que lo evalúe. Recuerda que esto puede ser síntoma de alguna enfermedad.

¿Por qué mi hijo está cansado todo el rato siendo adolescente?

El problema en los jóvenes, por lo general, se debe al cambio de horario en los estudios. Además, influyen el aumento de sus responsabilidades y las actividades sociales. Sumado a esto, considera que la adolescencia es una etapa de cambios biológicos.

De acuerdo con los expertos, los trastornos del sueño suelen explicar muchos episodios de fatiga en los adolescentes. El uso de ordenadores, consolas de videojuegos, dispositivos móviles, la sociabilización nocturna por Internet y demás hasta altas horas es una causa frecuente de los mismos. Pero, al igual que en el grupo anterior, algunas enfermedades también pueden motivar el síntoma.

¿Cómo ayudar al adolescente a combatir el cansancio?

Puedes hacerlo dándole a tu hijo todo el apoyo que necesita, vigilando que descanse bien, que duerma lo suficiente y proporcionándole atención médica si lo requiere.

Asegúrate de que realice actividades que lo relajen, tales como conversar, leer y escuchar música, sobre todo antes de ir a dormir. También es importante una buena alimentación que le aporte vitaminas y minerales para un desarrollo sano y normal.

En fin, puedes tener éxito al apoyar a tu hijo en sus necesidades. La fatiga y la somnolencia son comportamientos que nunca se deben ignorar, es especial cuando se acompañan de otros cambios en el comportaminto. Insistimos en que para conocer por qué mi hijo está cansado todo el rato lo ideal es contar con la valoración de un médico.