¿Qué es la herpangina en bebés?

La herpangina es una infección común en la primera infancia. La mayoría de los casos se reportan en niños entre las edades de 1 y 4, pero los bebés también son susceptibles a la infección.

El fuerte llanto del bebé es una señal para identificar la invaginación intestinal en niños, así como la sangre en las heces.

La herpangina en bebés es una patología benigna causada por el contacto o la inhalación de un virus. Puede afectar a cualquier persona, pero incide con mayor frecuencia en niños menores de 5 años que asisten a escuelas, guarderías o campamentos.

Lo cierto es que se trata de un tipo de angina muy habitual causada por el virus Coxsackie del grupo A. Es contagiosa y se puede propagar rápidamente.

A pesar de todo, no debes preocuparte en exceso, ya que la mayoría de los casos se resuelven por sí solos en, aproximadamente, una semana sin acarrear consigo complicaciones.

“No puedo pensar en ninguna necesidad de la infancia tan fuerte como la necesidad de protección de un padre”
–Sigmund Freud.

Síntomas

Al contraer el virus, el proceso comienza abruptamente en un contexto febril con dolor abdominal. Los síntomas que puede experimentar el pequeño son parecidos a los de una angina clásica. Estos son los síntomas que puede incluir la herpangina en bebés:

  • Dolor abdominal, de garganta, cabeza y cuello.
  • Glándulas linfáticas inflamadas.
  • Aparición repentina de fiebre.
  • Dificultad para tragar.
  • Pérdida de apetito.
  • Vómitos.
  • Babeo.

La herpangina en bebés.

Las úlceras pequeñas en la parte posterior de la boca y la garganta comienzan a aparecer unos 2 días después de la infección inicial. Tienden a ser de color gris claro y a menudo tienen un borde rojo. Las úlceras generalmente sanan en un margen de tiempo de 7 días.

¿Cómo prevenir la herpangina en bebés?

Al igual que muchos otros virus, la herpangina es contagiosa y puede propagarse fácilmente de unos a otros. Si el bebé tiene la enfermedad, es importante que tomes precauciones para evitar que esto suceda.

La frecuencia máxima de la enfermedad se sitúa entre los meses de junio a septiembre. Ten en cuenta que el riesgo de contaminación es alto en los niños pequeños, especialmente en verano, y que el contagio se produce a través del aire, o por el contacto con partes del cuerpo y por medio de objetos.

Resulta muy complicado prevenir la herpangina en bebés, ya que proteger al bebé de elementos como la contaminación, en ocasiones, es una tarea casi imposible y, además, la mayoría de las personas portan el virus sin tener síntomas.

Si tienes en casa un caso de herpangina en bebés, te recomendamos evitar asistir a la guardería hasta que el bebé se encuentre del todo recuperado, para ello, necesitará reposar en casa. Además, debes asegurarte de lavarle las manos frecuentemente durante el día mientras tu hijo esté enfermo y limpiar las superficies con las que su bebé haya estado en contacto.

¿Cuáles son las causas?

Como en cualquier angina, un virus es la causa del 60- 75% de los casos de herpangina en bebés. Generalmente, es causada por el virus Coxsackievirus del grupo A. Sin embargo, también puede ser causada por Coxsackievirus del grupo B, Enterovirus 71 y Echovirus.

Se trata de virus altamente contagioso que pueden propagarse fácilmente de persona a persona, especialmente en las escuelas y centros de cuidado infantil.

Se transmiten típicamente a través del contacto con la materia fecal. La infección también puede transmitirse a través del contacto con las gotas producidas por un estornudo o ya sea mediante la tos de una persona infectada. Asimismo, el virus puede vivir en superficies y objetos, como encimeras y juguetes durante varios días.
La herpangina en bebés.

¿Cómo se trata?

Para combatir la herpangina en bebés de la forma correcta, es necesario asistir al médico, quien evaluará al paciente y determinará el mejor tratamiento farmacológico para controlar los síntomas y, progresivamente, aliviar al pequeño.

Si se mantiene un tratamiento consecuente y se toman medidas adicionales (una buena alimentación, un buen descanso, etcétera), los síntomas deberían desaparecer en 7 días.

A pesar de todo, el plan de tratamiento específico dependerá de una variedad de factores, que incluyen su edad, síntomas y tolerancia a ciertos medicamentos.

Se trata de un tipo de infección viral y, por lo tanto, los antibióticos no son una forma efectiva. En cambio, el médico puede recomendar que sigas los siguientes pasos:

  • Ibuprofeno o acetaminofén. Estos medicamentos aliviarán cualquier molestia y bajarán la fiebre del bebé.
  • Anestésicos tópicos. Ciertos anestésicos, como la lidocaína, pueden aliviar el dolor de garganta y cualquier otra dolencia en la boca asociada con la herpangina.
  • Aumento de la ingesta de líquidos. Es importante que el pequeño ingiera muchos líquidos durante la recuperación, especialmente agua y leche fría. Asimismo, debes evitar que el bebé consuma bebidas cítricas y calientes, ya que pueden empeorar los síntomas.
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