Christian Andersen fue un escritor danés que quedó en la historia gracias a obras como El patito feo, La sirenita y La reina de las nieves. Sus historias son conocidas por los pequeños hasta el día de hoy y su legado para la literatura infantil será imborrable. Los cuentos de Andersen, además de exitosos, son fuente de grandes enseñanzas.
En Odense, una ciudad en la Dinamarca del inicio del siglo XIX, la infancia de Christian Andersen fue verdaderamente dura. Su padre era zapatero y su madre lavandera; ninguno de los dos se ocupó de propiciarle la educación y el cuidado que un niño merece. No obstante, y pese a la muerte de su padre cuando tenía 12 años, se las ingenió para alfabetizarse.
Siempre fue un ávido lector, pese a no contar con los recursos como para adquirir las obras que más le gustaban. Ludwig Holberg y William Shakespeare destacaban entre sus lecturas habituales.
Sus frecuentes viajes, sus experiencias de vida y el legado que recibió de sus maestros literarios le permitieron escribir sobre los más variados temas y consagrarse como uno de los mejores escritores de Europa en esa época. Estos son los cuentos de Andersen más destacados.
Los más famosos cuentos de Andersen
El Patito Feo
Publicado por primera vez en 1843, narra las vivencias de un pequeño pato que era más feo y torpe que sus agraciados hermanos. Lo que ocurría, en realidad, es que él era un cisne que por error había caído en un nido de patos cuando todavía era un huevo.
A lo largo de su vida fue maltratado por sus hermanos y su madre, lo que lo llevó a escaparse de su hogar. En el camino vivió muchas aventuras: se encontró con animales salvajes que tampoco lo aceptaron, se refugió en la casa de una anciana y sobrevivió a morirse de frío gracias a un hombre que lo llevó a su granja.
Sin embargo, una tarde de primavera se topó con tres cisnes, a quienes ya había visto de lejos antes. Sintió cosas que nunca antes había sentido: se debía a que al fin había encontrado a otros de su especie. Estos lo recibieron con cariño y le hicieron notar que ya no era ningún patito feo: era un cisne elegante y con mucha elegancia.
El soldadito de plomo
Esta historia, que vio la luz en 1838, cuenta la experiencia de un soldadito de plomo que era el único de su caja que tenía una sola pierna. En la casa de su dueño, conoce a una hermosa bailarina que, al igual que él, se sostenía sobre una sola pierna formando una figura artística.
Tras ser amenazado por un duende para que dejara de mirar a la bailarina, el soldadito cae por la ventana a la calle. Casi como una maldición, atraviesa momentos de mucho peligro hasta retornar, de manera totalmente impensada y misteriosa, a su hogar. Allí se reencontró con la mujer, que lo miraba fijamente.
Sin embargo, uno de los niños de la casa lo lanza sin motivo a la chimenea. Posteriormente, una corriente de aire también arrastró a la bailarina. Juntos ardieron en el fuego y se hicieron cenizas al mismo tiempo. Al otro día, la sirvienta del hogar encontró, entre los restos, un corazón de plomo y una lentejuela como la que adornaba el hombro de la dama.
“Disfruta la vida. Tenemos mucho tiempo para estar muertos”
–Hans Chrstian Andersen–
La Sirenita: un clásico de los cuentos de Andersen
Este cuento de 1837 narra la historia de una sirena que, tras cumplir los 16 de años, obtiene el permiso para explorar la superficie. Allí, ve un apuesto príncipe y lo salva del naufragio sin que este notara que era ella. Luego, anhelando volver a verlo, bebe una poción para hacerse humana que le dio la Bruja del Mar. A cambio, ella debió entregarle su hermosa voz.
Ya como humana, se encuentra con el príncipe y lo cautiva con sus hermosos bailes. No obstante, no puede hablarle; por lo que nunca pudo contarle que fue ella quien lo salvó aquella vez.
Llegado el momento, el príncipe debe seguir la orden Real de casarse con la princesa del país vecino. Esto haría que la poción perdiera su efecto y que la Sirenita muriera sin poder obtener su alma humana.
Es ahí cuando sus hermanas le dan un cuchillo que la Bruja del Mar les había entregado: si la Sirenita mataba al príncipe con él y vertía su sangre en sus pies, estaría salvada. Pero no fue capaz de hacerlo y acabó convirtiéndose en espuma de mar, como la hechicera le había dicho. Sin embargo, no murió: se convirtió en un espíritu etéreo, un alma del aire por sus esfuerzos por obtener un alma eterna.
La pequeña cerillera
Es una historia que, se dice, está basada en su madre. Cuenta una historia muy triste que transmite un profundo mensaje sobre la pobreza, la misericordia y la muerte. La pequeña cerillera habla de una niña que vende fósforos en la calle durante una helada noche de Año Nuevo. Nadie le había comprado, por lo que decidió sentarse en el suelo para encenderlos uno a uno y disfrutar de su calor. Mientras tanto, imaginaba lugares donde le gustaría estar.
En cierto momento, pasó una estrella fugaz. Su abuela le había dicho que estas eran almas que se elevaban hacia Dios, lo que le hizo pensar que alguien estaba muriendo. Mientras tanto, vio venir a su abuela y juntas subieron a los cielos. Al día siguiente, la pequeña fue encontrada muerta de frío en la calle.
Como podrás notar, los cuentos de Andersen narran historias de sufrimiento y pesar, pero con mensajes profundos. Cuentan con muchas adaptaciones para cine y televisión, algunas reversionadas, que pueden resultar más adecuadas para niños pequeños que las originales. De todos modos, los cuentos de Andersen son un clásico que ningún niño debe desconocer.