El azúcar vuelve hiperactivos a los niños, ¿mito o realidad?

Es importante conocer cuánta azúcar deben tomar los niños.

La mayoría damos como cierta la teoría de que los niños se vuelven hiperactivos cuando comen dulces; es más, excusamos su comportamiento acelerado o desordenado a una alta dosis de azúcar, pero, ¿la ingesta de azúcar realmente los vuelve hiperativos o es un mito urbano?


Las investigaciones científicas han comprobado que la evidencia de un vínculo entre el consumo de azúcar y la hiperactividad es sorprendentemente débil.
Uno de los estudios más completos sobre este tema es un metaanálisis llevado a cabo en 1995 en el que los autores buscaron los estudios mejor diseñados sobre esta teoría, combinaron la información arrojada y la volvieron a analizar.

Había dos tipos principales de investigación: algunos estudios le daban a los niños sacarosa o un endulzante artificial, como aspartamo, y luego les hacían seguimiento sin que ni ellos ni los padres supieran si comieron azúcar real o no.

Los otros se enfocaban en niños diagnosticados con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) u otra condición para ver si el azúcar los afectaba particularmente.

Durante el desarrollo de la investigación se determinó que a medida que las fiestas avanzan, los niños juegan más e inevitablemente se entusiasman y se cansan más, así que por supuesto que la conducta se deteriora.

Lo que vemos es a los niños más descontrolados, notamos cuántos dulces han ingerido y asumimos que debe haber un vínculo”, dice la investigación publicada en una nota de prensa de la BBC.
Para reducir el consumo de productos artificiales, es buena idea elaborar golosinas en casa.

Padres criticones

El mismo documento explica que otro estudio se propuso probar la expectativa de los padres que pensaban que el azúcar tenía un efecto negativo en sus hijos.

En el experimento, a la mitad de las madres se les hizo creer que sus hijos estaban tomando algo azucarado. A la otra mitad, le revelaron que las bebidas contenían un endulzante artificial, no azúcar.

Hasta el momento no hay evidencia sólida de que la cantidad de azúcar que se consume en las fiestas haga más hiperactivos a los niños.

Cuando se les pidió que observaran y calificaran la conducta de sus hijos, las que pensaban que habían consumido azúcar dijeron que estaban más hiperactivos que las que sabían que habían tomado un placebo.

Pero hubo otro truco en el estudio. Mientras las madres estaban observando a sus niños, los investigadores las estaban observando a ellas.

Notaron que las madres que creían que sus hijos habían tomado demasiada azúcar no solo los criticaban más, sino que se mantenían más cerca de ellos y los observaban con más ahínco. Así que la presunta azúcar no había cambiado la conducta de los niños, sino la de las madres.

Definitivamente no

El perinatólogo es un profesional mejor especializado en gineco-obstetricia
Dar azúcar a los niños no los convierte en hiperactivos, dice un estudio reciente publicado no hace mucho en la revista British Medical Journal, Rachel Vreeman y Aaron Carroll, de la Escuela de Medicina de Indiana (EE.UU).

Sacaron a la luz una decena de estudios que demuestran que la cantidad de azúcar en la dieta no influye en el comportamiento infantil.

Según Vreeman, lo único que varía cuando los niños comen golosinas es que sus padres, que tienen prejuicios hacia los efectos de los dulces, perciben erróneamente que sus hijos están más inquietos y nerviosos, explica una nota de prensa publicada en la revista Muy Interesante.

Otra frase habitual entre los aficionados a las golosinas es advertir que si nos tragamos un chicle, este permanecerá en el estómago durante 7 años.

Aunque los ácidos del estómago no digieren la goma de mascar, lo cierto es que un chicle no tarda más de 2 días en atravesar el intestino y ser expulsado.

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