Los neutrófilos son una especie de glóbulos blancos abundantes que llegan a representar el 70 % de los leucocitos que se hallan en la sangre. Ahora bien, en muchas ocasiones se presentan neutrófilos bajos en el bebé. ¿Qué hacer?
Te vamos a enseñar a interpretar esta alteración y cómo influye en el estado de salud del bebé. De este modo sabrás cuándo preocuparte y cuándo la solución es sencilla.
Los neutrófilos y su importancia
Los neutrófilos bajos en el bebé pueden ser causa de preocupación para cualquier padre. Sin embargo, para poder estar informados al respecto es necesario conocer a fondo el tema, tomando en cuenta lo siguiente.
¿De qué trata?
Los neutrófilos bajos es una condición también conocida como neutropenia, y corresponde a un bajo número de ciertos glóbulos blancos llamados también neutrófilos, los cuales se encuentran en el organismo con la finalidad de combatir infecciones.
Según un estudio publicado en la revista Critical Reviews in Oncoology/Hematology, en ocasiones puede producirse por un defecto congénito.
Importancia
Los neutrófilos son sumamente importantes en el organismo de cualquier persona, especialmente en los bebés. Gracias a estos es posible proteger a los niños de infecciones bacterianas graves que les podrían afectar.
Cuando se presenta una infección bacteriana en el cuerpo humano, las primeras células en detectar dicho ataque son los neutrófilos, llegando adecuadamente al punto de infección y protegiendo así al bebé.
Gracias a su consistencia en forma gelatinosa puede ser muy fácil atravesar las paredes de los vasos sanguíneos, migrando con resistencia hacia los tejidos afectados para ayudar a destruir microorganismos, de allí su importancia.
¿Cuáles son los valores normales de los neutrófilos?
Para determinar si los valores de los neutrófilos están bajos, es necesario conocer los valores adecuados en una persona saludable:
- En el caso de los bebés y los niños menores de 10 años el valor normal de los neutrófilos es de 1,5 a 8,0 x 109 células por litro de sangre.
- Por su parte, el valor normal de los neutrófilos en adultos es de entre 1,8 y 7,7 x 109 células por litro de sangre.
Si el recuento de los neutrófilos en la sangre es de un valor inferior al mencionado anteriormente, entonces puede tenerse la certeza de que se padece una condición a la que se le denomina neutropenia.
Esta es una forma de leucopenia que se asocia a un nivel bajo de neutrófilos en la sangre. Por lo que se debe proceder a buscar cuál puede ser la causa de tal condición y acudir a un médico para indicar el tratamiento adecuado.
De todo esto se desprende cómo se realiza el diagnóstico de esta condición. Se necesita una biometría hemática completa, un estudio de laboratorio que permite diferenciar la cantidad de células que hay en una pequeña muestra de sangre.
¿Por qué se presentan neutrófilos bajos en el bebé?
Existen numerosas causas para hallar un recuento bajo de neutrófilos en la sangre, las cuales tienden a generar una baja producción de estos, o que también propician la destrucción de los mismos tras haber sido producidos.
La neutropenia en el bebé es una condición grave que debe atenderse inmediatamente. Este quedará expuesto a cualquier virus, bacteria o enfermedad infecciosa.
En ambos casos, las causas pueden asociarse a diversas condiciones médicas o también a hábitos que se explican detalladamente a continuación.
Infecciones virales y bacterianas
Algunas enfermedades como el VIH, la tuberculosis o la malaria pueden ser la causa de que se tenga los neutrófilos bajos.
Sin embargo, en muchas ocasiones el bebé podría presentar simplemente una infección grave que provoca que los neutrófilos se agoten rápido. Además, algunas infecciones puede afectar directamente a la médula ósea y disminuir la producción de neutrófilos.
Uso de medicamentos
Algunos medicamentos pueden causar daño a la médula ósea o de forma directa a los neutrófilos. También la terapia de radiación contra el cáncer puede causar neutropenia.
Deficiencia vitamínica
La deficiencia de vitamina B12 es capaz de causar una condición conocida como anemia megaloblástica, que también se asocia a una baja sostenida en los neutrófilos en la sangre.
Esto se debe a que la vitamina B12 es esencial para la síntesis de ADN, por lo que su ausencia disminuye la replicación celular causando leucopenia según un estudio publicado en la revista Medicina de Familia.
Enfermedades en la médula ósea
La anemia aplásica, el síndrome mielodisplásico, la leucemia y la mielofibrosis son capaces de disminuir significativamente la producción de neutrófilos. Esto se debe a que afectan a la médula ósea, alterando su función y reduciendo la producción de células sanguíneas.
Trastornos congénitos
Algún trastorno en la producción de este elemento puede producir neutrófilos bajos en el bebé, por lo que es necesario revisar las historias médicas de los familiares más cercanos para determinar este hecho.
Problemas de la madre
La futura madre puede producir anticuerpos que atentan contra los neutrófilos del bebé, los cuales cruzan la placenta antes de que se produzca el nacimiento, lo que provoca una disminución de glóbulos blancos en el niño recién nacido. Esta enfermedad se conoce como neutropenia aloinmunitaria y es extremadamente rara.
Algunas complicaciones en el embarazo como la preeclampsia también pueden causar neutropenia en los bebés, sobre todo en los recién nacidos. Este hecho está registrado en un estudio publicado en la revista NeoReviews de la Academia Americana de Pediatría.
Por otra parte, en muchos casos dicha disminución se produce sin ningún tipo de causa, lo que indica que el bebé no se encuentra enfermo o no tiene ninguna infección.
Recomendaciones
Ahora bien, no hay que alarmarse demasiado, puesto que muchas ocasiones los bebés tienden a presentar esta condición estando totalmente sanos hasta el primer año de vida, puesto que se trata de un estado transitorio.
Tratamiento
Cuando no se trata de un caso grave, la neutropenia puede desaparecer por sí sola; de modo que la médula ósea se recupera de forma adecuada y el organismo empieza a producir suficientes glóbulos blancos.
Por otra parte, si se tratase de una infección, el pediatra del bebé podría colocarle antibióticos; y cuando la infección ceda, la producción es capaz de volver por completo a la normalidad.
Cuando el conteo de neutrófilos se encuentra muy bajo y se presenta la posibilidad de que esto sea potencialmente mortal, pueden aplicarse tratamientos distintos, según un estudio publicado en British Journal of Hematology, como los siguientes:
- Medicamentos que logren la estimulación de la producción de glóbulos blancos.
- Anticuerpos en sangre, por medio de tratamientos que propicien este hecho.
El pronóstico y lo que los padres deben saber
Este tipo de afecciones pueden controlarse de forma adecuada en caso de que el niño no presente infecciones bacterianas; podría resolverse fácilmente con el uso de antibióticos, lógicamente recetados por el médico.
En caso de que el niño no presente episodios frecuentes de fiebre, ya se le haya llevado al médico y este haya determinado que se trata de algo transitorio, no es necesario alarmarse, puesto que en poco tiempo la médula ósea se recuperará y podrá volver a sus valores normales; por lo que los neutrófilos bajos en el bebé aumentarán.
Control de hematología pediátrica
En caso de que no existan aparentes causas para la baja de los neutrófilos, es necesario que los padres continúen llevando a cabo un control de hematología pediátrica.
Esto quiere decir que los médicos realizarán un protocolo de diagnóstico y controles previstos. De este modo, es recomendable que nunca se pierdan las consultas pediátricas y los frecuentes exámenes determinados por el médico para ello.
Es importante diagnosticar con tiempo los neutrófilos bajos
Si se cumple con cada uno de estos protocolos de cuidado, será posible que el bebé se mantenga saludable hasta su mejoría completa, logrando que la adecuada producción de neutrófilos sea la propicia para evitar enfermedades.
Bibliografía
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